Monopolios y aranceles altos como fuentes de desigualdad

Una de las principales causas por la cual todavía existe una preponderante  desigual distribución de la riqueza en algunos países, sobre todo los latinoamericanos, es por la existencia de monopolios (una sola empresa que vende el producto y/o servicio) y aranceles altos (impuestos que se cobran a la importación de productos)  en su estructura productiva y comercial de esos países. Cuando se privatizó Teléfonos de México se pasó de un monopolio público a uno privado, éstos son todavía más sanguinarios, se apoderan del enorme excedente del consumidor para apropiarse y hacerse ricos a costa del sufrido cliente ósea todos nosotros. Los pobres mexicanos con salarios diez veces menores  que los europeos y norteamericanos tenían que pagar por el servicio telefónico en su país diez veces más caro que en Europa y EEUU,  de esta manera Carlos Slim llegó a ser el segundo hombre más rico del mundo.

En EE.UU. existe una ley que prohíbe la existencia de Monopolios, se llama la ley Sherman. Esta ley le exigió a Microsoft  pagar una multa multimillonaria por prácticas monopólicas, así es como todo Estado debe proteger a sus ciudadanos de los voraces monopolistas, para explicar un poco este tema vamos a ver el siguiente análisis: Mientras más cerrada es una economía (existencia de monopolios y aranceles altos a los principales productos), más altos son los precios de los productos nacionales o importados en dicha economía, ejemplo los programas de software de Microsoft en el mundo, el precio de la leche, el servicio de electricidad, el precio del arroz y los frijoles en Costa Rica. En cambio, mientras más abierta sea una economía (apertura comercial, aranceles bajos, eliminación de monopolios) los precios de los bienes y servicios nacionales o importados serán más bajos, ejemplo los servicios de la telefonía celular, seguros, créditos bancarios en Costa Rica.

En Costa Rica todavía existe un 20% de la población  que vive en condiciones de pobreza  según el Instituto Nacional de Estadística, es decir novecientos veinte mil personas, que ganan 200 mil colones al mes y se consideran pobres, ¿es justo que paguen el precio de la leche, el arroz, los frijoles, la electricidad más caros que otros países del mundo? En economía existe una herramienta muy importante que se llama el beneficio-costo,  que trata de sopesar en la balanza los beneficios y los costos a la hora de tomar una decisión económica a nivel familiar, empresarial, municipal y de Gobierno. ¿Es justo beneficiar a un grupo de productores con aranceles altos y estructuras monopólicas en desmedro de cuatro millones seiscientos mil habitantes? ¿Es justo que una familia de bajos ingresos, cuya  mayor parte de su renta la consume en alimentación, tenga  que pagar la leche, el arroz, los frijoles y la electricidad más cara que en  Europa y otras partes del mundo? La parte del excedente del consumidor pasa a las manos del productor para que se haga más rico, porque el Estado a través de políticas mercantilistas y sobre todo perjudiciales para la gran mayoría de personas sobre todo las de menores ingresos, ha permitido que sucedan estas cosas. Como dice Xavier Serbia “Toma nota”

El objetivo de todo Gobierno que se digne en proteger a sus conciudadanos es eliminar todo tipo de monopolio, sea público o privado, porque son muy dañinos para la economía en su conjunto y sobre todo para las clases económicas más desprotegidas, los de escasos recursos económicos que  gran parte de sus ingresos lo gastan en comida, electricidad, pasaje en bus, alquileres de vivienda, etc. Y  también es responsabilidad del Gobierno   contribuir con los procesos de apertura comercial para bajar a cero los aranceles de los principales productos de la canasta básica familiar, pero claro por ahí saltan los populistas y dicen: “La seguridad alimentaria, debemos producir lo que nos vamos a comer”, eso es un cuento que nos han vendido hace muchos años. Singapur, por ejemplo, es un pequeño país que no tiene recursos naturales y no siembra ni produce alimentos de primera necesidad, era un país pobre, mucho más pobre que muchos países latinoamericanos como Nicaragua y Bolivia, hoy es un país rico  e importa lo que su población  consume, pero tiene los recursos económicos  para comprar lo que se va a comer porque tiene un ingreso per cápita de 42950 dólares.

Por lo mencionado en los párrafos anteriores para contribuir con la disminución  de la injusta distribución de la riqueza, mejorar la calidad de vida de los habitantes de un país,  disminuir la inflación, los gobiernos deben eliminar los monopolios públicos y privados, y contar con procesos de apertura comercial (disminución de los aranceles de los productos importados) en Costa Rica ya se ha iniciado con la apertura en el mercado de las telecomunicaciones y los seguros, logrando en ambos casos un aumento en los servicios y una disminución de los precios saliendo ganando nosotros los consumidores, obligando a los productores ser más eficientes, también se está logrando con el arroz, para el beneplácito de los que menos tienen. Falta la leche, el pollo y los frijoles.

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Alfaro Ramos Alfredo Elías. (2013, noviembre 20). Monopolios y aranceles altos como fuentes de desigualdad. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/monopolios-y-aranceles-altos-como-fuentes-de-desigualdad/
Alfaro Ramos Alfredo Elías. "Monopolios y aranceles altos como fuentes de desigualdad". gestiopolis. 20 noviembre 2013. Web. <https://www.gestiopolis.com/monopolios-y-aranceles-altos-como-fuentes-de-desigualdad/>.
Alfaro Ramos Alfredo Elías. "Monopolios y aranceles altos como fuentes de desigualdad". gestiopolis. noviembre 20, 2013. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/monopolios-y-aranceles-altos-como-fuentes-de-desigualdad/.
Alfaro Ramos Alfredo Elías. Monopolios y aranceles altos como fuentes de desigualdad [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/monopolios-y-aranceles-altos-como-fuentes-de-desigualdad/> [Citado el ].
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