Microcrédito en Perú 1998-2003

El presente artículo busca examinar el comportamiento de la oferta de microcrédito en el contexto de la evolución de la economía y el sistema financiero peruano durante el período 1998-2003; es decir, en un ciclo caracterizado, primero, por la recesión y, luego, por la reactivación.

En la primera sección se analiza el comportamiento de los principales agregados económicos (con énfasis en el sector financiero) y en la segunda, la dinámica de la oferta de microcrédito. En la tercera sección, se presentan algunas reflexiones finales y pistas para futuros estudios.

La evolución de la economía y el sistema financiero

Los efectos de la crisis financiera internacional (1997)1 , el Fenómeno de El Niño (1998) y el colapso político del régimen de Fujimori (2000), generaron una prolongada recesión de cuatro años durante el período 1998-2001 (véase el cuadro 1) y, consecuentemente, una contracción en el mercado de crédito y una crisis bancaria.

A raíz de la crisis asiática de 1997, hubo un primer impacto negativo en la economía peruana, con el deterioro de los términos de intercambio y la subida de las tasas de interés internacionales. Sin embargo, el detonante de la recesión fue la crisis rusa de agosto de 1998, que generó una reversión de los flujos de capital de corto plazo, los que pasaron de US$ 2,4 mil millones en 1997 a niveles negativos en los tres años siguientes (-US$ 72 millones, -US$ 1,48 mil millones, – US$ 735 millones, respectivamente). Estos capitales habían ingresado al Perú, básicamente, bajo la forma de endeudamiento externo de corto plazo de la banca comercial; y empezaron a salir rápidamente del país en el último trimestre de 1998.

La salida de los capitales generó una caída del crédito del sistema financiero. En el cuadro 1 se aprecia que el saldo de colocaciones cayó en US$ 3.296 millones entre 1998 y 2001, lo que impactó negativamente en la oferta de los sectores secundario y terciario y, en especial, en la actividad de la construcción.

La fuga de capitales significó una caída de las reservas internacionales de US$ 1.984 millones entre 1998 y 2000 y, por ende, una presión al alza del tipo de cambio, que subió 14,5% y 13,3% en los años 1998 y 1999 (véase el cuadro 1). Sin embargo, la recesión afectó la demanda agregada y evitó que la mayor devaluación se tradujera en un incremento de la inflación. Por el contrario, la tasa de inflación continuó en descenso.

La caída en el nivel de actividad y la devaluación incrementaron la morosidad de las empresas no exportadoras y las familias, cuyas deudas estaban denominadas mayormente en dólares, pero cuyos ingresos eran básicamente en soles. Para enfrentar el incremento inicial de la morosidad, los bancos endurecieron notablemente sus políticas de crédito: privilegiaron al segmento  corporativo y dificultaron el acceso de las medianas y pequeñas empresas al crédito bancario. Esto profundizó la recesión y, consecuentemente, agravó el problema de mora.

Así, la tasa de morosidad del sistema bancario subió de 5,1 % en 1997 a 10,2% en el año 2000. Por su parte, la política fiscal durante los años 2000 y 2001 afectó negativamente el nivel de actividad económica, con reducciones reales de 15% y 23% en la inversión pública, respectivamente.

En el gráfico 1 se puede observar claramente el fenómeno de contracción del crédito. A partir del segundo trimestre de 1999, la caída obedeció sobre todo a las políticas restrictivas de los bancos frente al incremento de la morosidad, pues las colocaciones se redujeron en mayor medida que los depósitos.

De esta forma se generó un círculo vicioso de: restricción del crédito caída de la actividad económica aumento de la mora restricción del crédito. En suma, la cadena de pagos de la economía peruana se vio deteriorada y la recesión se exacerbó. En promedio, durante el período 1998-2001, la tasa de crecimiento del PBI per cápita fue -0,8%.

Los gráficos 2 y 3 muestran el comportamiento de las tasas de interés. Tendieron a subir hasta mediados de 1999 por la disminución de los fondos prestables, asociada a la fuga de capitales y el descenso en los adeudados de la banca local con el exterior.

Posteriormente, las tasas bajaron fuertemente debido a la política de endurecimiento del crédito de los bancos, es decir, al cierre del crédito para los clientes no corporativos, que generó un excedente de liquidez, conforme se aprecia en el gráfico 1. Asimismo, la caída en las tasas de interés internacionales, impulsada por las reducciones de la FED de los Estados Unidos, repercutió en las tasas domésticas vía el acceso de las mayores empresas peruanas a un crédito externo más barato. En otras palabras, los bancos tuvieron que rebajar sus tasas al segmento corporativo por la competencia externa y el exceso de liquidez interno.

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Económica Y Social (CIES) Consorcio de Investigación. (2006, junio 24). Microcrédito en Perú 1998-2003. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/microcredito-en-peru-1998-2003/
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Económica Y Social (CIES) Consorcio de Investigación. "Microcrédito en Perú 1998-2003". gestiopolis. junio 24, 2006. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/microcredito-en-peru-1998-2003/.
Económica Y Social (CIES) Consorcio de Investigación. Microcrédito en Perú 1998-2003 [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/microcredito-en-peru-1998-2003/> [Citado el ].
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