La pedagogía de la argumentación y el despertar del liderazgo estudiantil en Colombia

El argumento se asemeja al disparo de una ballesta, es igual de efectivo dirigido a un gigante que a un enano”.

Sir Francis Bacon.

Actualmente vivimos un proceso de paz nunca antes visto, ni en Colombia ni en otro lugar del mundo, con las garantías de entes internacionales que observan el asunto desde una mirada distinta, incluso a la de nosotros, los más beneficiados o afectados.

Sobre esta cuestión se ha hablado demasiado, algunos con pesimismo, otros muy positivistas y otros más escépticos, sin embargo sería pertinente   presentar una reflexión a cerca de la manera en que esto se está llevando a las escuelas, donde los estudiantes son muy influenciados por los medios de comunicación y difícilmente lograr diferenciar entre la verdad y la falsedad de ciertos argumentos “politiqueros”. Ante esto surge un interrogante: ¿en nuestras escuelas y colegios se está enseñando a argumentar o diferenciar entre un argumento y una falacia en los discursos de nuestros representantes y políticos? ¿Se debe aprender a argumentar  y diferenciar entre lo verdadero y lo falso que nos muestran las noticias manejadas por la élite política?

Precisamente la estadounidense Martha Craven Nussbaum en el libro: “Sin Fines De Lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades”, realiza un análisis de cómo se desarrolla y vivencia la educación, no solo en Estados Unidos, sino igual  en Colombia y  en el resto de países  “tercermundistas” que dependen de las políticas que rigen el Banco Mundial y otros organismos internacionales, donde cada vez más el neoliberalismo conduce y encadena los pensamientos y vidas de los menos favorecidos.

Es importante resaltar cómo desde la antigüedad Sócrates ya vislumbraba y se preocupaba por el contenido en la educación y la forma en que esta es impartida en la sociedad; si la Grecia antigua en la que vivió Sócrates estuvo manchada por la manipulación y la opresión de quienes tienen el poder, imaginemos como lo será ahora donde las rivalidades por tenerlo y mantenerlo corrompen cada día aún más esta sociedad capitalista.

La argumentación es un “arma” que podemos tener a nuestro favor, no solo para dominar  o ser respetado, admirado e incluso hasta temido, sino como una oportunidad de darse a entender sin menospreciar al otro, pero también de colocarse en los zapatos de quienes  nos escuchan, pues definitivamente si no se está seguro de que quien escucha comprende, no se habrá logrado impactar verdaderamente en el otro, de esta forma sería un ser  farsante, ídolo de multitudes que siguen solo la voz de quien les habla pero no a un sujeto que les puede ayudar a transformar su mundo.

Lamentablemente, son muchos los casos donde las personas solo escuchan esa voz dirigente, la siguen y hasta repiten sus argumentos, pero son vacíos y escasos de comprensión lógica e independiente, incapaces de distinguir entre lo real y lo irreal, entre lo verdadero y lo falso. Esto lo vemos a diario en nuestro país con las aseveraciones de algunos políticos de extrema derecha que son capaces de reunir multitudes embelesadas que olvidan la realidad del país y lo peor la niegan.

Colombia sigue siendo azotada por el desenfreno de quienes manipulan la mentalidad de aquellos que solo se siguen por “las venas informativas del poder ruin” de los canales de televisión privada, quienes fueron sus grandes benefactores en las campañas que los llevaron al poder. Precisamente Nussbaum cita una frase que aquí cobra gran importancia: “Nuestra mente no obtiene libertad verdadera adquiriendo materiales de conocimiento, ni poseyendo las ideas ajenas, sino formando sus propios criterios de juicio y produciendo sus propios pensamientos” (Rabindranath), es la educación que cada vez más cargada de contenidos  y asignaturas pragmáticas, conlleva a un compendio de saberes retóricos, pero poco análisis de lo que sucede en la realidad.

Una respuesta a estos problemas la da  Sócrates en su antigua Grecia, ( a quién acude la estadounidense para resaltar la importancia de saber argumentar)  pues para él,  razonar era fundamental, ya que esto nos podía allevar a evitar  errores, muertes y masacres, (tal como nos lo  relata el  escrito de Tucídides la “Historia De La Guerra del Peloponeso”), de esta forma nuestra historia y por supuesto en nuestra cotidianidad sería distinta pues definitivamente “quien no conoce su historia está condenado a repetirla”…

Gran tarea tenemos los docentes de enseñar a los estudiantes a ser libre pensadores, pero reconocemos lo difícil que es hoy día, donde cada vez más tenemos que ceñirnos a un manual temático, previamente estipulada, sin tener en cuenta la realidad de nuestro entorno. Pero sólo los valientes como Sócrates, (quien dio su vida por una enseñanza libre-pensadora), lograrán generar en los jóvenes de hoy tantas expectativas. ¿Cómo lograr ese objetivo? Sócrates nos enseña que con una buena argumentación podemos abrir el mundo, todo empieza allí precisamente, es por eso que la practica argumentativa es fundamental ya que nos enseña a identificar premisas que pueden ser falsas o verdaderas, una vez hemos logrado eso podemos entonces profundizar más en ese análisis.

El estudio que nos presenta  la estadounidense Martha Craven Nussbaum es relevante ya que nos dice dónde podemos consultar una biografía y textos para abarcar el tema, tanto así que nos sugiere  la filosofía para niños, sabemos que Sócrates prefiere enseñar a jóvenes, pues tienen la mente más abierta y dispuesta a cuestionar y cuestionarse. Hay que resaltar también los valores socráticos del buen ciudadano: un ser activo, crítico, curioso y capaz de oponer resistencia a sus pares, de esta manera tendremos jóvenes menos inducidos a la droga, alcohol o prostitución, etc; nuestra sociedad nos lo exige, debemos estar “preparados para preparar” al hombre o mujer del mañana con una capacidad de discernir, de argumentar y de ser libres pensadores, de aquí que  lograremos tener personas en la política y no politiqueros, personas que elijan bien a sus representantes, ciudadanos de bien, que puedan colocarse en el lugar del otro, argumentar y no dañar con palabras hirientes o sarcasmos como está acostumbrado ciertos dirigentes de partidos políticos que amenazan la convivencia en paz y generan odio en vez de lo que tratan de impulsar con sus manos en el corazón; Así será posible transformar esta sociedad, pero no solo se trata de transformar la sociedad, pues el primer cambio está en nosotros, tenemos que ser personas autenticas, reales, activas y sobre todo no quitarnos la posibilidad de ser cada vez más humanos y menos técnicos, más pacíficos y menos belicosos, amantes del amor y no del odio y las guerras.

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Cisneros Pedro. (2016, septiembre 13). La pedagogía de la argumentación y el despertar del liderazgo estudiantil en Colombia. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/la-pedagogia-la-argumentacion-despertar-del-liderazgo-estudiantil-colombia/
Cisneros Pedro. "La pedagogía de la argumentación y el despertar del liderazgo estudiantil en Colombia". gestiopolis. 13 septiembre 2016. Web. <https://www.gestiopolis.com/la-pedagogia-la-argumentacion-despertar-del-liderazgo-estudiantil-colombia/>.
Cisneros Pedro. "La pedagogía de la argumentación y el despertar del liderazgo estudiantil en Colombia". gestiopolis. septiembre 13, 2016. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/la-pedagogia-la-argumentacion-despertar-del-liderazgo-estudiantil-colombia/.
Cisneros Pedro. La pedagogía de la argumentación y el despertar del liderazgo estudiantil en Colombia [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/la-pedagogia-la-argumentacion-despertar-del-liderazgo-estudiantil-colombia/> [Citado el ].
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