Seguro que cuando te planteas tu estrategia profesional (que espero que te plantees, y no vayas simplemente de trabajo en trabajo sin saber lo que quieres), tienes en cuenta cosas como la satisfacción personal, tu familia, el sueldo, el lugar, compañeros de trabajo, posibilidades de promoción, etc.
Puede que hasta hayas respondido a la pregunta (típica de coach : ) ¿que harías si el dinero no fuera un obstáculo para ti? Pero, ¿te has preguntado alguna vez cómo influyen tus ideas y creencias sobre el bienestar económico en tu trayectoria profesional? La respuesta tiene más importancia de lo que crees, ya que podrías limitar tu potencial profesional si no tienes claras tus prioridades y necesidades financieras; o si no eres sincera sobre el dinero que necesitas para sentirte lo suficientemente segura como para ir tras tu carrera ideal. ¿Te lo has planteado alguna vez?
En el libro “The authentic career”, Maggie Craddock lo explica muy bien. Algo que menciona es que hay muchas personas atrapadas en trabajos que no les llenan porque piensan que no se pueden permitir dejarlo; cuando en realidad, si se analiza objetivamente, el verdadero problema no es económico, sino emocional. No es el dinero en sí, sino lo que tú asocias con tener dinero: placer, seguridad y poder. Por eso es importante que entiendas el impacto emocional que tu situación financiera tiene sobre ti, para que no caigas en esa trampa.
Es fácil pensar que no puedes dedicarte a lo que te gusta por temas económicos, pero sabes de sobra que hay gente que con los mismos o menos medios que tú lo ha hecho. Personas que, para sacar adelante su negocio u otro tipo de proyectos, han logrado recortar gastos y readaptarse; y si ellos pueden tu también. Sólo tienes que analizar bien tu relación con el dinero, para que no te des cuenta demasiado tarde de que, en realidad, sí podías haber hecho otra cosa. Como dice Maggie Craddock (de nuevo traducción libre mía):
“En la vida algunas cosas son caras económicamente y otras lo son emocionalmente. Prácticamente cualquier cosa es demasiado cara si se interpone entre tú y tu habilidad para darte cuenta de tu potencial.”
Tu relación con el dinero puede hacer que pases años cambiando de trabajo o de ideas de negocio que considerabas ideales, al primer signo de inestabilidad financiera. Por eso es fundamental que conozcas bien tus límites, necesidades y expectativas y, por supuesto, las de tu familia, si la tienes. Así que empieza a plantearte, por ejemplo:
● Cuánto dinero necesitas al mes y al año para vivir (empieza a analizar todos los gastos que tienes).
● Si necesitas un sueldo estable y regular para sentirte segura, o podrías vivir con poco si supieras que a largo plazo iba a haber una mejora.
● Si tus ideas sobre el dinero te limitan, o bien respaldan tu satisfacción personal y profesional.
● Hasta qué punto asocias el dinero con tu satisfacción personal.
Una vez tengas las respuestas y conozcas la importancia que le das al dinero, y cuánto y cómo lo necesitas para sentirte segura, podrás tomar mejores decisiones profesionales.