La gestión en el espacio educativo

Cuando pensamos la Educación como una parte fundamental del engranaje social y cuyo principal imperativo descansa sobre los principios fundamentales de la calidad y la igualdad, debemos asumir los constantes cambios a los que se somete y atender a las demandas de los nuevos tiempos.

La educación de hace 30 años no responde a las exigencias de la sociedad de hoy, muchas veces catalogada como Post- moderna y altamente tecnificada. Ésta estaba basada en el principio de la “administración escolar”, modelo que presenta una serie de dificultades que desarticula el espacio educativo y que impide que todos los actores participen colaborativamente.

El modelo de la administración escolar supone una serie de premisas, basadas en los siguientes aspectos:

Burocratización – Anonimato – Jerarquización Piramidal – Superposición De Tareas – Lentitud De Procesos – Pérdida De Tiempo.

Según otros análisis, aplicables a nuestra realidad , las escuelas que utilizan el modelo de administración escolar tienden a tener ciertos “rasgos críticos” al no funcionar como colectivos con metas y tareas comunes, con un desarrollo del ejercicio docente aislado, un equipo directivo o de liderazgo concentrado en el ámbito administrativo y sin una cultura de “rendimiento de cuentas” (accountability). Es decir, el espacio educativo que desarrolla un modelo basado en la administración burocratiza las prácticas, que son manejadas “desde arriba”, ejecutando y validando la centralización del sistema y cerrando las escuelas a cualquier posibilidad de innovación.

La gestión como desafío

El desafío para modificar la “cultura organizacional”, radica en transformar la perspectiva de “hacer educación” en una propuesta con visión de futuro, humanizada y capaz de adecuarse a los cambios y demandas de la sociedad. La escuela puede asumir el reto de modificar la perspectiva administrativa hacia una de gestión, sólo si existe claridad y voluntad de asumir el cambio de paradigma, asumiendo los riesgos y desafíos en forma conjunta e involucrando a toda la comunidad educativa.

Desde el Estado se ha mirado con interés el cambio hacia la gestión, ya que el Ministerio de Educación intentó modificar la estructura de administración escolar a través del Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación (SACGE), proponiendo el modelo de Calidad de la Gestión Escolar, cuya principal premisa era que “la sistematicidad de las acciones, la vinculación de sus procesos y la obtención de metas, los procesos de revisión permanente y de ajuste a sus estrategias y la evaluación de sus resultados son las condiciones de una gestión de calidad” . Sin embargo, la estructura vertical parece no responder a la realidad concreta de las escuelas, los agentes internos no asimilaron la tarea conjunta y se mantuvo la estructura lineal y jerarquizada.

Con anterioridad, la “Comisión Erasmus” definió cuatro principios en gestión educacional: Liderazgo, Productividad, Visión Holística y Trascendencia . Estos principios suponen cambios estructurales en la forma de responsabilizarse de los procesos educativos y en la manera de asumir el liderazgo basado en competencias que requieren capacidad reflexiva permanente, creatividad y capacidad de negociar en los conflictos que se desarrollan en la organización educativa. La labor del liderazgo se perfila como un desafío constante a la comunicación organizacional y a la retroalimentación de saberes y competencias.

La diferenciación entre gestión y administración la podemos señalar en tres ejemplos, que claramente están arraigados en la cultura organizacional de las escuelas:

El liderazgo directivo en las escuelas

Administración escolar

Gestión escolar

Está basado en la transmisión de información proveniente de los organismos superiores, es de tipo vertical y fiscalizador de las rutinas establecidas.  Poco abierto a analizar, de manera reflexiva y colaborativa, en conjunto con la comunidad educativa, ciertos puntos de interés como por ejemplo: los resultados de las mediciones de la calidad de la educación.  Las labores administrativas de los docentes superan a la centralidad en lo pedagógico (completación de libros de clases, disciplina, rutinas impuestas, etc.). Tampoco existe el concepto de  “rendición de cuentas”. Centrado en el ámbito pedagógico y con la clara convicción que el trabajo colaborativo, reflexivo y sistemático mejora la calidad de los aprendizajes de los alumnos.  Aquí se involucra a toda la comunidad educativa en espacios de trabajo y reflexión, con una organización de relaciones horizontal. El liderazgo directivo “acompaña” la labor docente, no la fiscaliza, ya que sus aportes son validados con un compromiso férreo por la mejora de los aprendizajes y resultados.  Es un líder asociado al “saber hacer”.  Existe una cultura de “rendición de cuentas” hacia toda la comunidad educativa.

Ejercicio docente

Administración escolar

Gestión escolar

Los docentes trabajan de manera aislada, con una cultura escolar que propicia el trabajo individual y fragmentado del resto de las disciplinas que se enseñan en la escuela.  Desarrolla un trabajo “a puertas cerradas” centrado en la cobertura curricular, más que en la calidad. Trabajo docente desprivatizado, colaborativo y articulado con otros subsectores, teniendo una mirada holística de la enseñanza.  Se desarrolla un trabajo “a puertas abiertas”, donde se potencia la retroalimentación de saberes, cuyo foco principal es entregar una educación de calidad y con buenos resultados.  Impulso hacia un “nuevo profesionalismo docente”.

Desarrollo de proyectos de innovación

Administración escolar

Gestión escolar

En este aspecto, la administración escolar tiende a ver con recelo cualquier innovación que rompa la rígida estructura de la organización escolar.  Generalmente, los proyectos desarrollados son aquello impuestos por los organismos superiores e implementados para cumplir burocráticamente con la exigencia, por lo que no existe perdurabilidad en el tiempo ni seguimiento al desarrollo de éstos. La gestión escolar propicia el desarrollo de proyectos de innovación pedagógica, con el objetivo de mejorar los aprendizajes y de establecer una mirada con visión de futuro, involucrando el trabajo en equipo, los principios de eficiencia y eficacia.  La innovación es mirada como un proceso que debe ser evaluado constantemente y adaptado a la realidad y necesidades de las escuelas.

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Gacitúa Lidia Fabiola. (2009, julio 10). La gestión en el espacio educativo. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/la-gestion-en-el-espacio-educativo/
Gacitúa Lidia Fabiola. "La gestión en el espacio educativo". gestiopolis. 10 julio 2009. Web. <https://www.gestiopolis.com/la-gestion-en-el-espacio-educativo/>.
Gacitúa Lidia Fabiola. "La gestión en el espacio educativo". gestiopolis. julio 10, 2009. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/la-gestion-en-el-espacio-educativo/.
Gacitúa Lidia Fabiola. La gestión en el espacio educativo [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/la-gestion-en-el-espacio-educativo/> [Citado el ].
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