La escritura, esa habilidad que permite dejar huella, escribir historia, hablar de la vida pública o personal de alguien, es incluso un medio que permite expresar nuestros mayores deseos y por qué no, nuestros mayores miedos.
La escritura dio inicio a la humanidad, creó una era para el ser humano, fue el medio por el cual nuestros antepasados nos llenaron de historia, nos dejaron ver una parte de sus vidas, de las cosas buenas y malas sucedidas en el pasado. Además, sirvió para crear mundos de fantasía que hoy se siguen creando.
El dibujo, también es un medio de expresión, es tal vez más antiguo que la escritura. Antes de escribir los niños hacen dibujos, no dibujos profesionales pero sí “mamarrachos” que les permite expresar cómo se sienten o cómo ven a las personas a su alrededor.
La escritura y el dibujo unidos permiten un mayor alcance en nuestra expresión, como lo mencionaba anteriormente, estos nos permiten expresar deseos y miedos pero también como sentimos y vemos a las personas a nuestro alrededor, y de esto se trata este texto.
Los docentes tienen un acercamiento especial a la vida de sus estudiantes, por medio de dibujos o escritos pueden llegar a saber más de los niños que lo que ellos pretenden mostrar al mundo. Realizar talleres de escritura y dibujo creativo permite que los estudiantes revelen traumas, miedo que tienen o que les han creado, o por el contrario que revelen cosas como qué les gustaría ser en un futuro, quiénes son sus mejores amigos o cómo se sienten respecto a las personas que lo rodean.
Se sabe que los docentes no son siempre psicólogos y que lo referido anteriormente está fijado en el campo de la psicología, pero el convivir mucho tiempo con otra persona, permite llegar a cierto grado de conocimiento y a darse cuenta de que algo va mal o es sospechoso. Así que como docentes hay que utilizar esa vena de psicólogos que algunos tienen, para, de esta manera descubrir qué pasa con los estudiantes y como se les puede ayudar.
Hay ciertos libros con los cuales se puede trabajar con el fin de que los estudiantes se sientan más cercanos a la escritura y al dibujo. A continuación tenemos los libros y cómo se podrían llegar a trabajar para lograr el objetivo anteriormente mencionado.
- Casa de las estrellas. Javier Naranjo. 2005
Este libro es un diccionario poco común, si bien trae las palabras con sus definiciones, las definiciones allí encontradas no son científicas como las de un diccionario. Las definiciones en este libro fueron escritas por niños, ellos definían la palabra de acuerdo a lo que conocían y al contexto en el que se encontraban.
- Animalario universal del profesor Revillod. Miguel Murugarren y Revillod. 2004
Animalario está compuesto por ilustraciones de animales cuyos cuerpos están divididos por dos líneas lo que permite que se forman nuevos animales con las partes de los que ya existen.
- Ejercicios de estilo. Raymond Queneau. 1947
Aquí encontramos una anécdota contada de 99 maneras diferentes.
- El libro de los seres imaginarios. Jorge Luis Borges. 1957
Borges nos introduce en el mundo de los seres imaginarios escribiendo esta enciclopedia de los seres que se encuentran alrededor del mundo y de los cuales hemos escuchado hablar en cuentos, libros y películas.
Estos cuatro libros son muy diferentes en su formato y contenido, pero todos ellos nos permiten llegar a los niños y llegar a que ellos se expresen y traten de expresar su realidad de manera fantástica como se hace en estos libros.
Casa de las estrellas permite que los estudiantes definan cada cosa que ellos conocen, según como ellos la conocen y no como siempre se les ha dicho que es. Es de esperar, si se utiliza este libro y se realiza este tipo de ejercicios, que encontremos estudiantes quienes definan familia como algo malo, oscuro, lleno de conflictos y peleas o que incluso signifique soledad, o de manera opuesta, que la definan como apoyo, compañía, amor, etc. Ejercicios tan sencillos como este permiten que los estudiantes plasmen su realidad en letras.
Ejercicios de estilo permite que los estudiantes compartan una anécdota con sus compañeros y docentes y que la cuenten de diferentes maneras, esto permitirá que busquen expresarla de un modo negativo o positivo, de acuerdo a cómo se sientan al momento de escribirla y modificarla de las maneras que nos presenta Raymond Queneau, es importante tener en cuenta que algunos de los ejercicios son muy complejos, por tanto se debe seleccionar previamente que tipo de estilos usar de acuerdo a la edad y grado en el que se encuentran los estudiantes.
Por otra parte está el libro de los seres imaginarios. Darles a conocer a los estudiantes esta enciclopedia, les mostrará cómo se puede describir a un ser de manera diferente, y también les permitirá identificar que hay tanto seres buenos como malos y que las características que los definen los pueden diferenciar a los unos de los otros. Permitir que los estudiantes tomen personas de la vida real y les den características como las que tienen los seres de este libro, mostraran de qué manera ven ellos a sus amigos, familiares, docentes, etc.
Estudios psicológicos han mostrado que los niños tienden a plasmar sus traumas en escritos o dibujos ya que no se sienten seguros contándoles los mismos a adultos porque temen que estos adultos también se conviertan en parte de sus pesadillas. La escritura y el dibujo se muestran como lo más cercano que tienen para expresar sus sentimientos.
En el aula de clase se pueden llegar a encontrar dibujos que se verán como sádicos o sexuales para que los haya realizado un niño de corta edad, se debe tratar de llegar al trasfondo de dibujos como esos para identificar por qué tipo de problema está pasando el niño que hace que dibuje este tipo de cosas. Así mismo sucede con la escritura, hay docentes que han leído textos con historias que si se les pregunta a los estudiantes sólo salieron de su imaginación, pero que si se analizan más detenidamente se encuentran textos donde los adultos son los personajes principales y en muchos casos estos adultos son los malos de la historia, y luego encontramos a otro adulto que ellos identifican como su salvador/a o como un ángel que los protege.
Este tipo de actividades permiten identificar cosas que pueden resultar extrañas en la vida de los estudiantes, es importante que si esto pasa, el docente se remita a los padres de familia y de ser necesario a un psicólogo con el fin de que pueda apoyar al estudiante y ayudarlo a expresar y superar tal vez su trauma o llegar a identificar un posible trastorno que puedan padecer. Así mismo si se ve que los escritos y los dibujos son muy buenos y expresan deseos a futuro y que son realizables se debe apoyar y motivar al estudiante para que continúe por ese camino y realice un mejor trabajo.
De ser posible, se deberían realizar este tipo de actividades por lo menos una vez al mes y recolectar los trabajos en carpetas individuales para estudiar más a fondo el cambio en los trabajos realizados continuamente e incluso en un periodo de tiempo más extenso que sólo de un año si se tiene la oportunidad.