La ESC y los políticos

Imagínate que vives en un país que después de largos años de sacrificios para sus habitantes, ha podido alcanzar un estándar económico medianamente aceptable. País que los economistas definen como “en vías de desarrollo”. ¿Desarrollo en qué? Todos pensamos en términos materiales, es decir en términos económicos. Es así como hoy estamos cortando la rama del árbol sobre la cual estamos sentados.

Nos encontramos frente a un cruce de caminos: tú, nuestro vecino, las empresas, el sistema económico y político, el estado. Este cruce de caminos nos obliga a tomar una resolución hacia donde seguir: a lo destructivo y negativo o en dirección a lo constructivo y positivo. “Contaminación, estrés, congestión vehicular, poco tiempo para la familia, poder adquisitivo, rentabilidad, tarjeta de crédito, guardias, alarmas, centros comerciales, depresión, psiquiatra, auto nuevo, inflación, fluctuaciones monetarias, valores cambiantes de las acciones, corrupción, drogas, alcohol, etc., etc., etc.” ¿Con qué frecuencia escuchamos estas expresiones?

Sin que tomes real conciencia, representan a muchas «microformas» de vida, con matices distintos, las que pertenecen a un todo que es la sociedad tecnócrata en la que vivimos. Por lo tanto, al leer estas líneas, tu próxima decisión guardará relación con tu predisposición frente a la reflexión, introspección y análisis, de lo que eres hoy y lo que realmente quieres y esperas del mañana.

En este mismo país existen muchos problemas insolutos, uno de los cuales es la delincuencia. ¿Qué se hace? Se construyen cárceles de todo tipo: unas modernas y otras no tanto; unas con capacitación del delincuente y otras hiperpobladas; unas para militares y otras con anexos para terroristas, otras para presos de alta peligrosidad y otras para delincuentes comunes. En muchos casos, todos mezclados. El resultado: la delincuencia sigue en aumento. Políticos y burócratas exclaman: ¡el sistema judicial está obsoleto! Vociferantes agregan algunos: ¡a los asesinos hay que darles pena de muerte y también debemos aumentar el número de policías en la calle! Unos más intelectuales comentan: ¡nuestro sistema educacional es el culpable! Otros proponen: ¡con equidad social los problemas de delincuencia se reducirán!

Es probable que todos posean algo de razón. Pero la pregunta central es que si sobrepoblamos el país con cárceles, ajusticiamos a los asesinos y violadores a muerte o cárcel perpetua, modificamos el código y los procedimientos penales, reformamos el sistema educacional aumentando horas de clases, dejamos en manos de unos pocos empresarios solidarios la capacitación laboral y reinserción social de una fracción mínima de los reos y dependemos de alguna idea específica de algún político de turno: ¿estaremos resolviendo el problema central con los delincuentes reincidentes?

Alguien que orientaba sus sentidos en la desactivación de cuellos de botella tuvo otra idea: si nuestro problema inmediato es que los delincuentes no vuelvan a caer en sus fechorías, no basta con enseñarles cualquier oficio al azar, artesanal o dependiente de empresarios interesados en utilizar mano de obra barata y cautiva, para lograr su futura inserción laboral, sino ofrecerles una capacitación que sea útil y deficitaria en nuestra sociedad. A partir de esta premisa, él pensó primero en un grupo de capacidades ociosas o mal aprovechadas existentes en este país:

  • un desierto de grandes extensiones y ampliamente improductivo
  • agrónomos y técnicos agrícolas sin empleo, mal remunerados o desmotivados en su actual trabajo
  • delincuentes sin capacitación laboral productiva para ellos mismos y para la sociedad, la mayoría de ellos vegetando en árceles esperando la hora para salir y volver perfeccionados a su actividad delictual
  • economía en zona desértica altamente dependiente de la minería

Con relación a estas capacidades ociosas señaladas, luego analizó aspectos positivos sobresalientes ya existentes:

  • universidades y centros tecnológicos, que han desarrollado métodos de cultivo de hortalizas en este tipo de zonas, deficitarias en agua de riego apropiada
  • métodos de riego por goteo para el ahorro de agua, sistemas para obtener este elemento de la neblina, así como otras fuentes vía pozos profundos
  • factibilidad de efectuar transferencia tecnológica con países como Israel, quienes han desarrollado eficientes metodologías de cultivo de hortalizas en el desierto
  • tecnología de la hidroponía que posee grandes logros en cultivos como la lechuga y con menor desperdicio de recursos hídricos que en métodos de cultivo tradicionales
  • existencia de tecnologías de química y bioquímica ecológica
  • zona desértica con el mayor número de días soleados en el país y quizás en el mundo entero

Finalmente concluyó: para grandes terrenos desérticos, el estado se asocia con privados. El estado provee los terrenos, «cárceles-granja-desérticas» de cientos de hectáreas y la capacitación básica del delincuente y futuro agricultor, así como los sistemas de seguridad. El privado aporta la tecnología de cultivo, los medios hídricos y la comercialización de la producción.
A los “ex-delincuentes” más destacados se les otorga la concesión de una superficie de terreno, la cual se extiende por el período de su condena y de acuerdo a su éxito y esfuerzo, se le traspasa luego esa propiedad. Posteriormente incluso podría trasladar a sus parientes cercanos, lo que contribuiría a afianzar el concepto de familia, educar a sus hijos y contribuir a la tan necesaria descentralización de las grandes ciudades, típica de América Latina. Los delincuentes menos destacados, podrán trabajar como ayudantes de los más promisorios, aprendiendo el oficio agrícola en forma paulatina. ¡Así se matarían varios pájaros de un tiro! …Y sólo concentrándose en el cuello de botella más cercano fluyen ideas como ésta.

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Esto no tiene nada que ver con socialismo, cristianismo, capitalismo. Esto tiene que ver con estrategia, …pero no con cualquiera. El cambio de pensamiento y gestión, que evolucione de una nueva estrategia basada en los Principios Básicos de la ESC, son un «destapador» para redescubrir el sentido común que todos poseemos y a través de éste, reorientar la vida hacia la solución de los problemas que conforman el cuello de botella de una persona, empresa, sector social, etc.

El problema de la mayoría de los políticos es que existe una tremenda distancia entre su retórica y sus actos. Algunos realmente poseen buenas intenciones, pero el problema es que todos los políticos se orientan a ganar elecciones, justificándose que con ese poder podrán solucionar los problemas y administrar a un país. Esto, por supuesto anteponiendo su dogma político, en algunos casos influenciados por filósofos de antaño, en otros por creencias religiosas y en los más radicales el pensamiento es claramente anárquico. A la corrupción prefiero ni siquiera referirme.

A partir de la ESC se crea una posición media entre el capitalismo, el cristianismo y el socialismo. Se distingue de los comportamientos capitalistas egoístas, porque no se orienta hacia el bien propio sino hacia el bien de un grupo objetivo. Algunos gobiernos más y otros menos, dispersan sus esfuerzos y medios ayudando arbitrariamente a todos los necesitados posibles. No sólo no les ayuda como pudiera hacerlo, sino se convierte a si mismo en un ente sin eficiencia, de bajo éxito y con poder relativo. No sólo se daña a sí mismo, sino a toda la sociedad, ya que al perder lo valioso del poder, deja el camino libre a los más egoístas. Argumentando querer servir a la comunidad, estos políticos buscan el apoyo de los altruistas e ignorantes, para así adquirir poder.

Dejemos de ver solo los propios problemas en lugar de ver los problemas de los demás. Dejemos de ver al grupo objetivo como enemigo sino como amigo, no como medio de explotación sino como grupo, cuyo problema debemos resolver con todas nuestras fuerzas y mejor que los demás. Podría definirse como una inversión del pensamiento, del modo egoísta al social. Esto te recordará al cristianismo y al socialismo. Pero existe una diferencia marcada: aquí no se trata que ames al otro como a ti mismo y esta sea cualquier persona, como tampoco desperdiciando la ayuda arbitrariamente en muchas personas. “El otro” en el contexto que quiero transmitirte, es un grupo objetivo bien delimitado y la ayuda se concentra en resolver uno de sus problemas más urgentes. “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, concepto válido pero idealista, sin embargo el concepto “Merécete el amor de tu prójimo”, desarrolla una psique con mayor inspiración de comportamiento social realista.

El socialismo es una utopía, ya que cada individuo se vuelve ineficiente e importante con la dispersión de la ayuda, ya que intenta resolver muchos problemas a la vez y no realiza ninguno de manera eficiente. Pero si concentrara correcta y no teóricamente la ayuda en un sector cuyo problema más urgente está claramente identificado, el proceso de transformación se realizará más rápida e intensamente. Sobre la base del resultado y un entorno dinámicamente cambiante, luego se aborda el siguiente problema. Automáticamente sucedería lo que los sociólogos exigen desde siempre: la concordancia entre la capacidad y el poder, es decir, mientras más eficiente sea tu ayuda, mayor será tu poder. Con esto los decentes y más activos serían los poderosos, no así los más charlatanes y demagogos como suele suceder mayoritariamente en nuestro tiempo. En lugar de proseguir con “el experimento renovado” pero utópico de solidarizar con toda la humanidad, el primer paso realista es solidarizar con un grupo objetivo comprensible, ocupándose de este en forma intensa. Con la mayor integración de necesidad y rendimiento crece la eficiencia.

Esta inversión hacia el pensamiento extrovertido posee efectos psíquicos asombrosos, los cuales solo pueden explicarse por la teoría, de que se trata de un comportamiento intencional de la evolución, apoyado por la naturaleza en miles de aspectos. Hablando en términos psicológicos: las impresiones se volverán más densas, más profundas y más innegables; además, la reticulación se intensificará. Con la concentración, repetición y con el fundamental eco del grupo objetivo, los sentidos se desarrollarán y agudizarán en una medida hoy inimaginable.
Según todos los indicios puede pensarse que con la concentración intensa en desactivar un cuello de botella bien delimitado, pero de un grupo objetivo muy definido y con la repetición concomitante y frecuente de las mismas percepciones, deliberaciones y actos, se desarrollarán capacidades que hasta ahora solo se dan accidentalmente y son consideradas sobrenaturales: telepatía (transmisión de pensamientos), clarividencia (ver cosas ocultas), precognición (prever el futuro) y psicoquinesis (materialización, es decir, realización de ideas). Sin importar lo natural o sobrenatural, cuando los políticos logren crear una interacción entre su comportamiento y el eco, afinarán mejor las necesidades y deseos de su grupo objetivo con su propia experiencia.

Estarán pensando que esto ya se hace desde hace mucho tiempo. Efectivamente se logra con bastante éxito en otros ámbitos, puesto que gracias a la creciente especialización vivimos mucho mejor que nuestros antepasados y trabajamos menos.
El único error y debido al prejuicio muy arraigado contra la especialización, este principio convincente y comprobado en cuanto a su eficiencia no es desarrollado más consistentemente, sino que mayoritariamente como sociedad se le genera oposición.
No necesitamos al estado para que nos salve de la crisis inminente. Solo tenemos que mejorar nuestra propia estrategia, obligando primero a nuestro medioambiente inmediato y así sucesivamente.

El problema central de la sociedad con división de trabajo, es integrar de una manera óptima los miles de millones de procesos individuales de aprendizaje, razonamiento y trabajo. Explicado en forma simplificada: si cada uno de nosotros encauzara sus sentidos y esfuerzos en la solución del cuello de botella más agudo de un grupo objetivo específico, la sincronización de estos infinitos procesos siempre cambiantes resultará automáticamente. Simplemente por el hecho de que cada uno se orienta en los problemas más urgentes del grupo más cercano, los rendimientos se integran con una precisión cada vez mayor, aumentando su eficacia. De esta forma se diferencian los perfiles de rendimiento, originando una menor competencia. Todos nos quejamos de que nuestra realidad dista mucho de ser perfecta. ¿Y qué hacemos para influir con real eficacia en el cambio?

Lo siguiente es válido cada para uno de nosotros y con mayor responsabilidad aún, para todos los políticos que dicen representarnos para aumentar nuestro bienestar y felicidad:
en nuestro quehacer social, cada uno de nosotros siempre poseerá muchos tipos de grupos objetivo: los hijos, la familia o parte de ella, amigos, colegas, clientes, grupos sociales necesitados…., la lista es interminable y todos, absolutamente todos interactúan con los demás, cibernéticamente. Necesitaremos el eco de nuestros grupos objetivo acerca de nuestro comportamiento, como también requeriremos la confirmación de éxito como activador motivacional. Asimismo deberemos reconocer los fracasos o frustraciones, como avisos que los deseos o necesidades del grupo objetivo y nuestro rendimiento no engranan suficientemente.
Puntualizando, necesitaremos esa retroalimentación para que:
– entendamos bien las cosas
– nuestro accionar recobre relevancia social, es decir, que sea de utilidad real
– nos inspiremos en ese eco para realizar mayores deliberaciones, las que viceversa inspiren a nuestros grupo objetivo

También podemos sacar la conclusión de manera inversa: cuando no recibamos retroalimentación o esta sea deficiente, no entenderemos el porqué de los hechos, faltándonos la inspiración producida por el eco positivo o negativo del receptor. En la interacción de dinámica grupal entre p.ej. una empresa y su grupo objetivo, ambos se inspirarán no solo conscientemente, sino también de modo subliminal: la lo estimulará con mejoras en su oferta y el eco la alentará y financiará, o bien, por medio de su fracaso la obligará a crear una solución mejor. Como consecuencia resulta un proceso de aprendizaje mutuo. Este proceso de aprendizaje se origina en lo inmaterial. Lo que inicialmente reconocemos es solo la punta del “iceberg”.

Desde hace mucho tiempo se sabe que los rendimientos del cerebro humano pueden aumentar considerablemente con los métodos de la mnemotécnica. Esto consiste en:

  • Repeticiones frecuentes
  • Ligar artificialmente la experiencia memorizada para asociarla mejor y más confiablemente.
  • Lograr concentrar los sentidos y experiencias en un objetivo bien definido, logrando así la repetición frecuente de manera automática, viviendo las experiencias más intensamente y logrando un entrelazamiento denso

Todo lo antes expuesto, fue lo que llevó a una solución como la de las cárceles a esta persona que orientaba sus sentidos en desactivar cuellos de botella. No fue una idea genial repentina, fue la aplicación de una estrategia de vida cibernéticamente activa, con métodos memotécnicos y orientado de manera concentrada en la solución del problema más candente de grupos objetivo muy definidos.

Si cada uno de nosotros empieza por si mismo a proceder de esta forma, se solucionarán muchos problemas por si mismos. Si los políticos entendieran que deben proceder de igual manera para no sucumbir como zánganos burócratas alejados de las realidades, muchos problemas sociales ya estarían resueltos.

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Gevert Ricardo. (2004, octubre 28). La ESC y los políticos. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/la-esc-y-los-politicos/
Gevert Ricardo. "La ESC y los políticos". gestiopolis. 28 octubre 2004. Web. <https://www.gestiopolis.com/la-esc-y-los-politicos/>.
Gevert Ricardo. "La ESC y los políticos". gestiopolis. octubre 28, 2004. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/la-esc-y-los-politicos/.
Gevert Ricardo. La ESC y los políticos [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/la-esc-y-los-politicos/> [Citado el ].
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