Israel un país dinámico y emprendedor

Hoy en día, el emprendimiento es vital para generar oportunidades, innovación y nuevos mercados. Por ello, se debe considerar que, para que una startup siga a flote, es necesario crear un ecosistema que les ayude a vencer la incertidumbre y el miedo al fracaso, así como enfrentar un riesgo mayor y tener el talento adecuado.

Estos puntos son los que mencionan en el video Recorre Israel con Conecta con el Mercado de ICEX (2018), en donde los israelitas están más conscientes que a mayor riesgo mayor oportunidad y que la generación de I+D es fuente de nuevas oportunidades.

Cabe mencionar que Israel es la cuarta economía de oriente próximo y que a pesar de su falta de materias primas y los conflictos políticos y sociales que tiene, ha concentrado su capital en dos de sus fortalezas que son la educación y la inversión en I+D, lo que equivale a un 4.5 del PIB. Por ello existen un gran número de startups de base tecnología, lo que lo hace atractivo a otros países y quieran invertir. Es por ello que el 84% de su capital es extranjero.

Como dato curioso, sus socios estratégicos en la parte tecnológica son Estados Unidos, China e India, quienes se han posicionando como los países que están evolucionando en la tecnología y la alta tecnología.

Como se mencionó anteriormente, existen varios factores los cuales son fundamentales para crear una startup. En Israel se crean anualmente entre 1000 – 1500 startups. Por ello es importante que una startup tenga el sentido de comunidad en donde comparten sus ideas, incluso con los que son su competencia. Otro es el talento que existe, pues como se menciona Israel invierte mucho en la educación y la mentalidad (Jutzpá: es un término yiddish que alude al descaro y osadía) de sacar las cosas a delante.

El ecosistema es base para que toda startup se pueda mantener. Por ello las universidades, el gobierno y los centros de I+D, juegan un papel importante. No solo se involucran estas tres entidades sino también la sociedad haciendo una tetra hélice que los lleve a la competitividad.

Por esa razón, es primordial invertir en la tecnología en todos los sectores, pero lo que hace especial a Israel es el sector industrial, como en las industrias aérea, de navegación y ferroviaria, pero sin separarse de la base agroalimentaria. Esta última puede ser una oportunidad de negocio en cualquier país, ya que los nuevos consumidores están dispuestos a probar cosas nuevas. Lo importante es seguir las normativas del país a donde se quiera exportar, ya que así tendrá una mejor aceptación dentro del consumo local y su distribución puede ser a gran escala, es decir, que entre a cadenas de supermercados y en diversos puntos de venta. Otro punto para buscar estos canales de distribución son las ferias de negocios, los cuales ayudan a que tu producto o servicio sea conocido y a su vez conozcas a tus futuros distribuidores o clientes.

En comparación con Israel en donde el capital viene de inversionistas, en México el 89% de los emprendedores empiezan con dinero propio, y solo el 3% reciben inversión formal. El 33% de los emprendedores tienen entre 25 y 34 años. El 75% de las startups cierran antes de terminar su segundo año de vida. Así como en Israel, la forma de trabajo ha cambiado, ya que en México un 52% trabaja desde su casa o en un coworking. Lo que sí es alarmante es que solo el 14% de las empresas nuevas obtienen ingresos del mercado internacional, cosa contraría a Israel. Con estos datos nos damos cuenta que México cuenta con una oportunidad de crecimiento y que sus startups se desarrollen, sin embargo el ecosistema aún es muy pobre. La falta de visión de algunas empresas, universidades y gobierno hace que esto sea un proceso más lento.

Hace unos años trabajé muy de cerca junto a emprendedores y detecté tres problemas. El primero es falta de innovación, es decir, todos los proyectos eran tradicionales. No está mal, pero al carecer de innovación, estas startup competían por precio y no tenían un diferenciador. El segundo era la falta de talento ya que muchos de estos proyectos eran ideas y no sabían cómo hacerlas y mucho menos ejecutarlas. Y el tercero es la falta de inversión, ya que muchos inician con su capital propio, como dicen las estadísticas. Pero también la falta de inversionista o la cultura de la inversión aun es baja, ya que no se quiere arriesgar y se quiere lograr un retorno rápido de lo invertido.

También logré identificar cosas positivas aunque muy pocos lo hacen, una de ellas es el trabajo colaborativo y no tenerle miedo a la competencia. Otro punto es que son más conscientes y están dispuestos a aprender. Y por último, existen ya muchos medios y canales con los cuales se pueden capacitar y aprender sobre cualquier tema.

Por lo tanto, lo que podemos copiar de Israel es la tetra hélice para generar un entorno favorecedor. Otros puntos son buscar productos/servicios que se adapten al mercado, conocer el sector, ya sea a través de una feria o de una persona (agente comercial o colaborador) que conozca el mercado al que se quiere incursionar y por último la inversión. Educar a los inversionistas y a la sociedad sobre los beneficios de invertir y quitar el miedo al fracaso.

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Zamora Díaz Dalia. (2019, junio 18). Israel un país dinámico y emprendedor. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/israel-un-pais-dinamico-y-emprendedor/
Zamora Díaz Dalia. "Israel un país dinámico y emprendedor". gestiopolis. 18 junio 2019. Web. <https://www.gestiopolis.com/israel-un-pais-dinamico-y-emprendedor/>.
Zamora Díaz Dalia. "Israel un país dinámico y emprendedor". gestiopolis. junio 18, 2019. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/israel-un-pais-dinamico-y-emprendedor/.
Zamora Díaz Dalia. Israel un país dinámico y emprendedor [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/israel-un-pais-dinamico-y-emprendedor/> [Citado el ].
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