Introducción
Durante muchos años los gobiernos mexicanos que han ocupado la dirección del país han implementado diferentes reformas que ayuden a contribuir al crecimiento y desarrollo de la nación, desafortunadamente en la actualidad si realizáramos un parámetro con las diferentes reformas que se han hecho en el pasado y la que se está proponiendo en la actualidad por nuestro Presidente Enrique Peña Nieto, podemos encontrar que no existe mucha diferencia entre la presente y las pasadas, que sin duda alguna se enfocan más hacia la protección del capitalismo, dejando al descubierto a la clase más vulnerable de la sociedad, es decir, a los que menos tienen.
La reforma de Peña Nieto
La reforma que nuestro presidente actual propone, según su criterio y su visión, dictamina que esta nueva reforma traerá grandes beneficios en términos económicos a la sociedad mexicana, ya que según ellos someterán a un orden más estricto y riguroso las finanzas de la nación. (Videgaray, 2013) dice: “Fortalecer la capacidad financiera del Estado, simplificar el pago de impuestos, garantizar que quien gana más pague más al fisco y combatir la informalidad, son los objetivos de la Reforma Hacendaria”. Como podemos darnos cuenta, nuevamente el gobierno mexicano trata de sacar y de explotar al máximo a la sociedad mexicana con este nuevo reglamento, que dictamina que quien gane más debe pagarle más, esto sin duda alguna nos deja imposibilitados para la creación de microempresas, que muchas veces nacen en el seno familiar y que son las que más fuentes de empleo generan a la sociedad menos capacitada para desarrollarse en un ámbito laboral. Si bien recordamos, en nuestro país existen millones de personas que se desarrollan económicamente en el ámbito informal, debido a que muchos de ellos no cuentan con la preparación académica para poder emplearse en un trabajo digno que garantice la sustentabilidad y desarrollo de los mismos.
La Reforma Hacendaria de Peña Nieto ha adquirido un modelo con iniciativas y propuestas de crecimiento y desarrollo, pero no nos muestra ni nos da las bases ¿de qué manera o de qué forma? la sociedad mexicana obtendrá beneficios de dicha reforma, o ¿cuáles van a ser los medios? por el cual la población podrá apoyar dicha iniciativa, debido que si analizamos nuestro país en el presente año no creció ni un punto porcentual, esto nos muestra un panorama deplorable de la situación económica del país y que sin duda alguna lo que se aproxima no es nada positivo a lo que nuestro gobierno expone en su reforma. (Reagan, 2010) dice: “El contribuyente es la única persona que trabaja para la Administración sin tener que aprobar oposiciones”. Compartimos la idea de Reagan, ya que la nueva reforma busca alcanzar sus propios objetivos en materia de recaudación, esto nos abre nuevamente a una realidad de que los mexicanos somos solamente contribuyentes a las ideas y objetivos de nuestro gobierno, pero que sin duda alguna no recibimos ninguna remuneración o beneficio por la misma, lo cual nos sigue condicionando a ser cada día una sociedad más dependiente de nuestro gobierno, debido a que cada día que pasa, él toma las decisiones en pos del beneficio de pocas personas.
Si bien podemos decir, la educación pública a nivel universitario en nuestro país no es la más eficiente, mucho menos existen los espacios disponibles para que la juventud mexicana estudie, y con la nueva reforma hacendaria, esto se convertirá cada día en un obstáculo más fuerte para que menos personas puedan cursar una carrera, ya que si bien recordamos, en nuestro país cada año egresan miles de jóvenes de las preparatorias que buscan un lugar en las universidades públicas del gobierno para poder cursar una carrera y desafortunadamente no se encuentran los suficientes espacios para que todos puedan estudiar, es por esto que muchos se ven en la penosa necesidad de buscar instituciones educativas de carácter privado para poder cursar una licenciatura, y si a esto le atribuimos los altos costos de dichas instituciones más el impuesto que nuestro gobierno propone, dificultará más el crecimiento y desarrollo de la sociedad mexicana. (Kiam, 2009) dice: “No puedes vender nada que tú mismo no estuvieras dispuesto a comprar”. Podemos asegurar que nuestro gobierno en un futuro no muy lejano no compraría a ningún universitario egresado de universidades públicas para ponerlo como dirigente de una de sus empresas, debido a que él mismo sabe que la calidad de la educación que imparte el estado es deficiente, y de igual manera no cumple con las características y exigencia que demandan las competencias internacionales, es por esto que podemos decir de forma contundente, que la reforma hacendaria no apoya en absoluto en materia económica la educación de nuestro país, sino viceversa, nos obstaculiza con sus altos impuestos a que se pueda cursar una carrera que ayude a fomentar la cultura socioeconómica de nuestro país.
Conclusión
En términos generales podemos decir que la Reforma Hacendaria de Enrique Peña Nieto no traerá con ella grandes beneficios para la sociedad mexicana, mucho menos se reflejará en el crecimiento y desarrollo de las familias debido a los altos impuestos que se pagarán en materia financiera de la sociedad, así mismo obstaculiza de forma trascendental la iniciativa de poder crear y generar micronegocios que contribuyan al bienestar socioeconómico, ya que los altos índices que hay que pagar por ellos son muy altos, y si a todo esto le atribuimos los impuestos que se proponen a la educación, al consumo de energéticos, entre otros, podemos definir que los mexicanos nuevamente no se están acentuando en una plataforma que los impulse hacia un mejor estilo de vida y sobre todo que nos ayude a convertirnos en forma definitiva y sustancial en un país de primer mundo.