La dualidad monetaria ha llevado a las Empresas Cubanas a una doble contabilidad, registrándose doblemente el mismo hecho económico asociado a dos monedas distorsionándose tanto los resultados productivos como los ratios financieros e indicadores de eficiencia y haciendo mucho más difícil el proceso de planificación sobre bases reales. El presente trabajo pretende analizar algunos fenómenos económicos y de registro contable y financiero que se presentan en empresas que operan en las dos monedas.
1. Causas y condiciones
Con el desplome del campo socialista, principalmente la Unión Soviética, Cuba pierde de manera abrupta más del 70% de su comercio exterior, aprovechando esta coyuntura, el gobierno norteamericano recrudece el bloqueo económico, buscando rendir por hambre a la isla y llevarla al colapso político, lo que provocó un drástico retroceso en el proceso de creación de bienes y servicios en Cuba que además tuvo una expresión en la desaceleración – y en algunos años – en la paralización casi total del proceso inversionista, imposibilitando la sustitución de una base tecnológica obsoleta, poco eficiente y mal aprovechada en la mayoría de los casos. En consecuencia, se incrementó a niveles inmanejables el déficit fiscal. Este pobre respaldo productivo propició un elevadísimo incremento de la inflación pasando la tasa de cambio de 7 pesos por dólar a casi 140 pesos por dólar en menos de un año.
En estas condiciones y como única salida para mantener la Revolución y ya no el Socialismo como sistema integral, sino “las conquistas del Socialismo” como expresara un día el Comandante en Jefe, se comienza a producir un proceso transformador “sui generis” orientado de manera urgente a poner fin al galopante deterioro económico y al rescate del sistema sociopolítico con las nuevas condiciones existentes. Cuba necesitaba con urgencia y sin reparos abrirse al mundo, rediseñar y diversificar su anémico comercio exterior permitiendo la apertura al capital extranjero y en consecuencia la entrada de divisas al país. Había que crecer desde adentro, desarrollando el turismo, permitiendo el aumento de las remesas y asumiendo las consecuencias de un incremento de la desigualdad social y sobretodo la pérdida de la función del salario como elemento regulador y motivacional del trabajo.
En este contexto comienza el proceso de la dualidad monetaria en la economía cubana, donde en agosto de 1993 se despenalizó la tenencia de divisas por parte de personas naturales y se abrió la posibilidad de tener cuentas bancarias en dólares estadounidenses (USD), también se inician la ventas minoristas en USD de entidades estatales a la población. Alrededor de esa fecha la dolarización empezó igualmente a extenderse en el sector empresarial, fenómeno que siempre se dio de manera parcial en tanto los salarios, las pensiones y otros elementos menos apreciables se mantuvieron en pesos, igualmente la salud, educación y muchas otras instituciones continuaron operando solo en pesos cubanos.
Diez años después, en julio del 2003, se convirtieron a pesos convertibles (CUC) las cuentas bancarias de las empresas e instituciones del estado que se habían dolarizado. En octubre del 2004 la medida alcanza al comercio minorista cuando las tiendas que habían fijado sus precios en USD, lo hacen en CUC. Con el tiempo se originó una negativa segmentación en la economía entre los que podían contar con el aseguramiento en CUC y los que basaban su actividad en solo pesos cubanos (CUP), estos últimos dependían de la redistribución central del CUC y de que estuvieran incluidos dentro de las prioridades en uno u otro momento, por consiguiente cada vez más se fue extendiendo el área de actividad en CUC en detrimento de las que generaban pesos cubanos, hasta llegar a la necesidad, en ese propio año 2004, de poner orden en los objetos sociales de las empresas y limitar las actividades que se realizaban en CUC.
Al año siguiente, 2005, con la reevaluación de las tasas de cambio de las monedas nacionales se incentivó la desdolarización también de las cuentas bancarias de la población. Así, el CUC, una moneda que se había mantenido circulando marginalmente desde el 1994, sustituyó las funciones de medio de pago y depósito de reservas del dólar estadounidense dentro de la economía cubana.
A finales del 2008 y como consecuencia del enorme desbalance financiero existente en el país, provocado por la crisis financiera mundial (la más profunda de los últimos 80 años desde el crack bancario de 1929) y además por el paso de tres huracanes, dos de ellos de inmensas proporciones que devastaron más del 50% del territorio nacional, agotando por primera vez el total de las reservas estatales, la dirección del país se ve en la imperiosa necesidad de congelar todas las cuentas en CUC de las empresas, centralizando todas las operaciones de comercio exterior, al tiempo que renegociaba nuevos créditos y refrescaba las principales deudas del país.
Esta medida necesaria e impostergable en su aplicación, creó una brecha entre el dinero real y el dinero contable, toda vez que los saldos que mostraban las cuentas de banco de las empresas no respondían a disponibilidad real para asumir las diferentes obligaciones. Surge entonces una nueva figura monetario financiera que es la que permite a las empresas del país contar con dinero real (al margen del dinero contable) para realizar sus operaciones de comercio exterior, la llamada “carta de liquidez” (CL) que es la que permite a las empresas contar con “capacidad de liquidez” (CL) para pagar sus deudas con proveedores extranjeros. Se habla entonces, y con total sentido práctico, de dos tipos de CUC: El real, amparado en el CL correspondiente, y con capacidad real de pago al exterior, y el virtual contable, sólo con alcance nacional, válido para honrar obligaciones entre cuentas aperturadas en el sistema bancario nacional.
Generalmente los análisis que se hacen de la dualidad monetaria tienden a anteponer los efectos negativos que este fenómeno ha tenido en la población – sobre todo en su impacto social – con la existencia, por un lado de dos monedas desproporcionadas en sus equivalencias, y por el otro, de dos circuitos monetarios por separados que implican dos mercados diferentes y donde las retribuciones salariales ocurren en la depreciada moneda nacional, con la cual accedes a un mercado insuficiente en ofertas y sobredimensionado en sus precios, en comparación al poder adquisitivo real del salario. Visto a partir de estas realidades, se tiende a asociar las desigualdades en los ingresos con la dualidad monetaria; Sin embargo los problemas con la distribución de los ingresos, y la causa principal de estos desequilibrios, no parecen ser un fenómeno puramente monetario. Realmente las mayores dificultades que se producen por la coexistencia de dos monedas en Cuba, se encuentran en el insuficiente aporte de la esfera productiva, encargada de producir todos los bienes y servicios del país, donde la empresa estatal, sigue teniendo y tendrá el peso fundamental.
Las diferentes situaciones en términos monetarios que se pueden encontrar en el sistema empresarial son:
- Empresas que operan solo en CUC
- Empresas que operan solo en CUP
- Empresa que operan en CUC y CUP
En el presente artículo se analizan algunos fenómenos económicos y de registro contable- financiero que se presentan en empresas que operan en las dos monedas.
2. Impacto económico-financiero del efecto “doble moneda”, en las empresas cubanas
La dualidad monetaria ha llevado a las Empresas a una doble contabilidad, registrándose doblemente el mismo hecho económico asociado a dos monedas distorsionándose tanto los resultados productivos como los ratios financieros e indicadores de eficiencia y haciendo mucho más difícil el proceso de planificación sobre bases reales.
Desde el punto de vista financiero la ya compleja situación existente se agravó con la inexistencia de normativas financieras y de registro y control contable que procedimentara e implementara este particular y obligó a trabajar la economía del país – sobretodo la contabilidad – de manera experimental e improvisada, en un contexto donde no existían, para esta nueva realidad económica, respuestas anticipadas y totalmente coherentes desde el punto de vista práctico.
Por otro lado, las empresas cubanas, casi en su totalidad, mezclan en sus elementos de gastos tanto una moneda como la otra, al incurrir en gastos materiales casi totalmente en CUC y en gastos salariales en pesos cubanos (CUP) en todos los casos, en una relación “artificial” de 1 a 1, la que evidentemente distorsiona la formación de precios reales de los productos y servicios, los costos reales y los verdaderos niveles de eficiencia y productividad.
Se ha producido, por tal motivo, un enorme freno al proceso de perfeccionamiento que persigue en su planteamiento esencial, el incremento de la eficiencia y la productividad de las empresa cubanas. Resulta totalmente imposible alcanzar este precepto con un modelo de dualidad monetaria que evalúa por igual al CUC y al CUP y distorsiona cualquier análisis de eficiencia, determinación de costos reales y precios.
La coexistencia de estas dos monedas presenta particularidades interesantes, al convivir en paralelo pero manteniendo sus propios circuitos de circulación. Se crea así, además de una dualidad monetaria, una división monetaria : Por un lado, un sector que opera en moneda nacional (educación, salud, seguridad social) y que dependen de las asignaciones en divisas, que como resultado de los mecanismos de redistribución central, le sean asignados, y otro que opera en moneda convertible con márgenes de consumo y “ventajas económicas” más palpables, teniendo en cuenta que la moneda nacional solo cubre objetivos salariales sin un respaldo en el mercado en la misma moneda, salvo los productos del agro y de la canasta básica fundamentalmente.
Otro aspecto que se ha presentado es la devolución de un contravalor en CUP por el aporte realizado en CUC. Si distinguimos el canje de moneda del aporte, y de no existir destinos adicionales para el peso cubano, entonces resulta contradictorio recibir un contravalor en CUP, cuyo efecto es acumularse en la cuenta de la empresa, distorsionar los flujos de efectivo en unidades monetarias y mantener inmovilizado dicho recurso monetario.
El eufemismo de “1 a 1” no ha podido contener la emigración de la fuerza laboral calificada hacia los centros que estimulan en CUC, realmente valorado 24 veces más que el peso a escala del mercado real interno.
Por otro lado la doble moneda complicó extraordinariamente, el ya complejo y entramado mundo del registro contable de los hechos económicos. Dualidad monetaria no solo significó doble moneda de curso legal, significó doble documentación primaria, doble registro y doble emisión de los estados financieros básicos de la contabilidad, llegándose a hablar incluso de tres monedas, cuando ambas se totalizan en la mencionada relación virtual de 1 a 1 y surge así la llamada “Moneda Total”.
2.1 Problemas más relevantes identificados
2.1.1 Control interno
- Inexistencia de un marco conceptual claro y transparente y de normativas precisas para el registro contable de los hechos económicos, en los que participan las dos monedas a la vez, quedando en la mayoría de los casos a decisión de las entidades el registro contable de los mismos a nivel de cuentas, subcuentas y elementos, distorsionándose el principio contable de exposición final, trayendo como resultado que los Estados Financieros no siempre queden bien vinculados en su estructura monetaria.
- En la actualidad es imposible trabajar los registros y controles económicos sin la utilización de modernas aplicaciones informativas. Las empresas de avanzada hace mucho tiempo trabajan la gestión de la empresa como un todo integral con sistemas de gestión integral como el SAP, EXACT, EXPERTISE, REAL VISUAL ACCOUNTING, entre otros, que además integran la contabilidad a este proceso. Ninguno de estos sistemas es cubano y no están parametrizados para asumir y solucionar problemas de índole nacional no recogidos en normas contables internacionales.
2.1.2 Presupuesto
El presupuesto de ingresos y gastos en divisas (PIGD) como herramienta principal del planeamiento y control de la gestión de la empresa y su correspondencia con los registros contables existentes, presentan dificultades prácticas derivadas en lo fundamental de la concepción de las partidas presupuestarias donde conceptos como ingresos, cobros, pagos y gastos se superponen entre sí, coexistiendo las llamadas cuentas nominales con las cuentas reales.
2.1.3 Proceso de toma de decisiones
El necesario proceso de toma de decisiones por parte de los directivos de las empresas, a partir de los Estados Financieros muchas veces quedan sesgados, son superficiales o incompletos, ya que la información contable disponible en las dos monedas no queda en muchos casos, bien articulada y estructurada.
2.1.4 Finanzas
Se duplica necesariamente el trabajo de la tesorería empresarial, al coexistir dos monedas, dos cuentas bancarias, 2 registros o estados de cuentas, dos conciliaciones bancarias y la elaboración de dos flujos de cajas.
2.1.5 Subsistema de cobros y pagos
Se afecta directamente el subsistema de cobros y pagos. Téngase en cuenta que un solo documento primario (factura de venta) genera dos derechos de cobro, uno por cada moneda, que han de controlarse de forma independiente y serán honrados en su momento de forma independiente por el cliente.
2.1.6 Inventarios
Igualmente los métodos de valoración de inventarios se ven afectados al ocurrir una sola recepción física que debe registrarse en dos recepciones contables y en las salidas de inventarios muchas veces una de las monedas queda “colgada” en almacén, pues su costo se prorratea y se lleva al precio como un porciento de la otra moneda.
2.1.7 Activos Fijos Tangibles (AFT)
El cierre y pase a AFT de las inversiones en proceso no tiene en cuentas, en la mayoría de los casos, la capitalización de los gastos en CUP. Al activarse (darle alta) esta se efectúa casi siempre en CUC para poder asociar la depreciación anual a una moneda, buscando artilugios nada profesionales para diferir la moneda nacional (CUP).
2.1.8 Pago de Impuestos
- Entre los métodos estipulados para calcular el impuesto sobre utilidades, existe uno que trae consigo que muchas empresas dejen de aportar al fisco en una u otra moneda. Esta forma de pago tiene en cuenta la proporción sobre las ventas en MONEDA TOTAL (MT) de las ventas en CUC y en CUP dentro de la masa de utilidades en ambas monedas (MT) lo que provoca que, aún teniendo pérdida en alguna de las monedas, en ocasiones hay que pagar impuesto cuando no se ha generado utilidades en ella y viceversa. En ocasiones se aporta menos al fisco de lo que realmente se genera en alguna de las monedas.
- Otro método legislado para calcular el impuesto sobre utilidades es el que calcula el aporte en igual proporción a la que las utilidades en ambas monedas representan en la utilidad imponible (es el que más se utiliza). Una evidencia palpable de lo anterior lo tenemos la contabilización de las ventas de los servicios a los programas sociales financiados por cuenta única en CUC, donde se produce una distorsión en el Estado de Resultado de la empresa ya que se fijan los ingresos en CUP y los costos en CUC, pero estos CUC no representan una erogación para la empresa por lo que al final del período la empresa puede tener pérdida contable en CUC no así desde el punto de vista financiero, además de una utilidad excesiva en CUP.
Cuando se calcula el impuesto por monedas separadas, teniendo en cuenta lo anterior, solo se paga impuesto en CUP dejándose de aportar por concepto de impuesto y aporte a la Caja Central una masa de dinero importante, que es retenida por la empresa sin las debidas autorizaciones y consecuentemente recursos temporalmente libres, que no pueden ser reinvertidos.
2.1.9 Solicitud de préstamos
En situaciones como la anteriormente explicada, la distorsión en el Estado de Resultado promueve un cuestionamiento por las Entidades Bancarias al momento de cualquier solicitud de préstamo pues se está reflejando una pérdida en CUC ficticia debido al impacto de la doble moneda.
2.1.10 Estado de origen y aplicación de fondos
El flujo de recursos financieros es un proceso continuo, que se desarrolla en dos sentidos de dirección (entrada-salida) y que implica que para cada utilización de fondos debe existir una fuente que previamente lo haya generado. Igualmente en el transcurso de las operaciones económicas continuamente se están presentado cambios en los valores del activo, pasivo, patrimonio y cuentas nominales.
Es precisamente el Estado de Origen y Aplicación de Fondos, el que garantiza conocer de donde provienen los fondos y en que se invierten, así como las causas de la variación patrimonial de la empresa. Este estado financiero requiere de cierta experiencia técnico profesional para poder manejarlo de forma adecuada y correcta, pero el mismo no ha sido posible implementarlo de manera estable, por las enormes complicaciones que introduce la dualidad monetaria que imposibilita un balance equilibrado entre las fuentes y los destinos financieros. Ejemplo: Las operaciones de contravalor en CUP por los aportes en CUC constituye un elemento totalmente extraeconómico en el cual la empresa no incurrió en operación económica alguna, donde al recibirse recursos que la empresa no ha generado, ni ha solicitado en préstamos, se descuadra el obligatorio balance entre el origen y los destinos de los fondos.
3. Conclusiones
Los autores de este artículo son del criterio que la eliminación de la dualidad monetaria será, en cualquier variante y escenario, un proceso de mediano plazo, (3 – 5años) y solo será posible si se vuelve a dotar de todo su contenido y poder adquisitivo al peso cubano, es decir debe transitar por su reevaluación y ello solo se logrará si se recupera la eficiencia de la economía y se produce la reanimación productiva a escala nacional. Un peso cubano que de nuevo sea fuerte lleva asociado un ajuste del funcionamiento de nuestro sistema socialista.
Esto se traduce en ajuste en la política de precios, reformulación – sobre nuevas bases – de la organización del trabajo y los salarios, eliminación de los subsidios y gratuidades, la reestructuración de la base productiva. En fin, se debe efectuar un ajuste integral que implicará discusiones de conceptos como el sentido de propiedad: qué quedará en poder del Estado? qué se puede y se debe privatizar?, qué política de incentivos y estímulos aplicar?. Dicho de otra forma, habrá que dar pasos sólidos – sin ligerezas pero sin treguas – que sirvan, no para arriesgar, sino para consolidar los logros sociales de la Revolución.
La implementación gradual de los lineamientos económicos y sociales lo va confirmando hasta la fecha y ya se prevén, dentro de la concepción teórica y conformación práctica del Plan Técnico Económico y Presupuesto Anual del Estado para el 2014, importantes medidas encaminadas a la consecución de estos objetivos básicos.
Lo confirma igualmente las recientes palabras del compañero Raúl en la reciente clausura del 1er período de sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, efectuada el 7de julio del 2013, cuando expresó: “…Sobre el particular puedo comunicarles que han proseguido los estudios para la supresión de la dualidad monetaria de forma ordenada e integral, lo cual nos permitirá acometer transformaciones de mayor alcance y profundidad en materia de salarios y pensiones, precios y tarifas, subsidios y tributos. En pocas palabras, lograr que todos los ciudadanos aptos se sientan incentivados a trabajar legalmente a partir de restablecer la vigencia de la ley de distribución socialista, “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo”, lo que propiciará terminar con la injusta “pirámide invertida”.
4. Recomendaciones
En tanto continúen las condiciones en el país que hagan necesario mantener la existencia de una dualidad de moneda en las relaciones monetario-mercantiles entre las empresas cubanas, se recomienda:
- Que se analicen los Balances y Estados Financieros por cada moneda, sin mezclarse y consolidarse las mismas, atendiendo a que responden a hechos económicos de naturaleza diferentes.
- La implementación de Normas Contables más precisas que obliguen a las empresas a reflejar los hechos económicos en la estructura monetaria en que los mismos tienen lugar, buscando en todos los casos que las mismas estén armonizadas con las normas internacionales de información financiera.
- Continuar desarrollando sistemas informáticos cubanos que garanticen que el procesamiento de la información en todos los subsistemas contables de una respuesta satisfactoria, al emplear la doble moneda.
- Confeccionar el presupuesto de ingresos y gastos en CUC (PIGD) en términos de ingresos y gastos (cuentas nominales) para que resulte comparable con la contabilidad sin mezclar elementos de cuentas reales.
- Regular que para el cálculo del impuesto sobre utilidades solo se utilice el método que calcula el pago en cada moneda en igual proporción a la que las utilidades en ambas monedas representan en la utilidad imponible y no en igual proporción a la que ambas monedas representan en el volumen total de los ingreso.
Bibliografía
Materiales consultados:
- Lic. Pedro Bermejo Cardoso, Consultor DISAIC: “LOS EFECTOS D ELA DOBLE MONEDA EN LAS RELACIONES MONETARIO MERCANTILES ENTRE LAS EMPRESAS DE LA ECONOMÍA NACIONAL”.
- Dr. Pavel Vidal Alejandro: “La dualidad monetaria y la política cambiaria”.
- M.A: Luis René Fernández Tabío, Centro de Estudios sobre Estados Unidos (CESEU): “La dolarización en la economía cubana”.
- Dr. Luis del Castillo Sánchez: “La problemática de la dualidad monetaria y su incidencia en el sistema empresarial (Parte 1 y 2)”.
- Periodista Ariel Terrero Escalante: “Hipnótica dualidad”.