Historia y evolución ideológica del concepto Emprendedurismo

Hoy por hoy, en el argot económico de prácticamente todo el mundo, aunque con matices bien diferenciados de cada región, el término “Emprender”, ha ido obteniendo fuerza gracias a estrategias publicitarias ya sea de los gobiernos, instituciones mercantiles y bancarias, las cuales han mediatizado su significado o simplemente la han usado como herramienta de difusión para diferentes fines.

Sin embargo, el emprendimiento es un movimiento que se ha teorizado desde hace tiempo y vale la pena encuadrarlo desde diferentes perspectivas y pensamientos.

Emprender es una palabra que deriva en sí mismo de dos vocablos latinos: “in” y “prehendere” que puede significar en español: tomar, recoger u obtener (wiktionary, 2016).

Con esa base etimológica y el transcurrir de los tiempos, se tiene noticia de que los franceses acuñaron el término equivalente “entrepreneur” y posteriormente los ingleses adoptaron el término nombrándole “entrepreneurship” (enciclopediadetareas, 2016).

En ambos casos, la significancia del término describe el comportamiento y las habilidades que requieren las personas con potencial de éxito en una empresa o actividad concreta que han decidido comenzar, enfrentar y evidentemente emprender.

Por otro lado, desde el siglo XX, investigadores han intentado explicar el fenómeno de la creación de empresas y cómo esta influye en el desarrollo económico local, regional y nacional, por ello se volvió un tema típico de las ciencias humanistas y económico/administrativas.

Aunque no hay un consenso absoluto acerca de la definición y las características del emprendedurismo (más adelante se explicará por qué en este artículo), el concepto es considerado tan antiguo como la misma economía entendida como ciencia.

Se sabe que el término “emprendedor” fue introducido a comienzos del siglo XVIII por el economista francés Richard Cantillon (Origen y desarrollo del concepto emprendedor, 2007). En su obra, define al emprendedor como un “agente que compra medios de producción a precios determinados con el fin de combinarlos dentro de un nuevo producto” (Origen y desarrollo del concepto emprendedor, 2007).

Paralelamente, el economista francés Jean-Baptiste Say contribuyó a la definición de Cantillón incluyendo la idea de que el emprendedor ha de ser un “líder” (Say, 2003). Say menciona que un emprendedor es “alguien que une a otras personas con el fin de crear un organismo único de producción” (Schumpeter, 1951).

En los años subsecuentes, economistas británicos tales como el famoso filósofo y economista, considerado uno de los mayores exponentes de la economía clásica Adam Smith, o David Ricardo y John Stuart Mill, manifestaron en sus obras, el concepto de emprendedor, refiriendo a este, bajo los términos relacionados con la gestión empresarial.

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Mientras que Smith y Ricardo dejan entre ver en sus obras, una visión un tanto subvaluada a cerca del emprendedurismo para la economía, por su parte, Mill acentúa la importancia del emprendedor como factor clave para el crecimiento económico global de las comunidades económicas en expansión.

Según el pensamiento de Mill, afirma que el emprendedurismo requiere “habilidades no ordinarias” y lamenta que no exista una correcta palabra equivalente en el idioma inglés que signifique de forma específica el término originario del francés: entrepreneur (Schumpeter, 1951).

Posteriormente, y gracias a los esfuerzos de Mill para reivindicar el lugar del emprendedor en la economía, Alfred Marshall en 1890, fue el primer pensador moderno quien, mediante sus obras, reconoció formalmente el papel del emprendedurismo en la economía.

En su tratado: Principios de Economía, Marshall afirma que hay “cuatro factores de producción: tierra, trabajo, capital y organización (Enciclopedia de economía: economia48, 2016).”

En el mismo, refiere que “la organización es el factor de coordinación, el cual une a los otros factores” (Enciclopedia de economía: economia48, 2016), y Marshall cree que el emprendedurismo es el elemento motriz de la organización.

Marshall refiere de igual forma sobre la organización creativa, explicando cómo los emprendedores crean nuevas commodities (todo bien que es producido en masa por el hombre, o del cual existen enormes cantidades disponibles en la naturaleza, que tiene valor o utilidad y un muy bajo nivel de diferenciación o especialización (Boggiano, 2009)), que mejoran “el plan de producción de una vieja commodity” (The Concise Encyclopedia of Economics (traducido), 2016).

Dicho autor cree que los emprendedores deben tener una comprensión transversal de sus industrias, y ellos deberán ser líderes naturales.

En suma, los emprendedores, según Marshall, deberán tener la habilidad de prever cambios en la oferta y la demanda y estar dispuestos a actuar en tales previsiones de riesgo en la ausencia de información completa (The Concise Encyclopedia of Economics (traducido), 2016).

Como Mill, Marshall sugiere que las habilidades asociadas con el emprendedurismo son raras y limitadas en su origen.

Él afirma que las habilidades del emprendedor son “tan grandes y tan numerosas que muy poca gente puede exhibir todas ellas en un muy alto grado” (The Concise Encyclopedia of Economics (traducido), 2016).

Marshall, sin embargo, sostiene que a las personas se les puede enseñar a adquirir las habilidades necesarias para convertirse en emprendedores.

El mismo Marshall describe desde entonces que las oportunidades para los emprendedores son frecuentemente limitadas por el entorno económico que les rodea (llámese competencia con las grandes potencias mercantiles y productoras de servicios, así como políticas económicas desiguales).

Finalmente, Marshall afirma que, aunque los emprendedores comparten algunas habilidades comunes, todos los emprendedores son diferentes, y sus éxitos dependen de las situaciones económicas en las cuales ellos intentan sus emprendimientos (The Concise Encyclopedia of Economics (traducido), 2016).

Desafortunadamente, aunque muchos economistas modernos aceptan que el emprendedurismo es necesario para el crecimiento económico de los países, sobre todo de los que están en vías de desarrollo, ellos mismos debaten sobre el rol que los emprendedores juegan en generar el crecimiento económico.

Así, por ejemplo, defensores del emprendedurismo actual sugieren que el rol del emprendedor es el ser un portador de riesgo frente a la incertidumbre y la información imperfecta de la realidad económica (Knight, 1921).

Frank Hyneman Knight considerado como un gran defensor del emprendedurismo moderno, comenta en su obra: Riesgo, Incertidumbre y Beneficio, que un emprendedor “estará dispuesto a afrontar el riesgo de la nueva aventura si él cree que hay una oportunidad significante para una ganancia” (Knight, 1921).

Y, aunque muchas teorías sobre el emprendedurismo aceptan que hay un componente inherente de riesgo al comenzar un negocio o darle seriedad a una idea, la teoría de convertirlo en un portador de riesgo por sí sola, no explica por qué algunas personas se aventuran a ser emprendedores y otros no.

Un caso de lo anterior es Ludwig von Mises, quien afirma en su obra La Acción Humana que “cualquier persona que soporte el riesgo de pérdidas o cualquier tipo de incertidumbre, podría ser llamado un emprendedor (Mises, 2011)”.

De este modo, se considera un tanto limitado el papel del emprendedor, debido a que su única característica de valor es ser alguien que está dispuesto a arriesgarlo todo en busca de conseguir un fin y no contempla que, para llegar a ese grado de gallardía, se requiere un perfil idóneo de personalidad, preparación y una meta económica clara, por lo que el riesgo puede ser un factor a considerar, pero no es el único.

Otro enfoque moderno del emprendedurismo, es el que afirma que el rol del emprendedor es ser un innovador.

Según refiere el ucraniano Harvey Leibenstein, “la característica necesaria del emprendedor es que ellos son llenadores de vacíos: ellos tienen la habilidad de percibir donde falla el mercado y de desarrollar nuevos bienes o procesos que el mercado demanda pero que no están actualmente siendo provistos” (Leibenstein, 1974). Pensemos en casos tan concretos como Steve Jobs o Mark Mark Zuckerberg por referir algunos conocidos ejemplos.

Adicionalmente, a partir de las teorías antes mencionadas de Say y de Cantillon, Leibenstein suma a su postura que el emprendedor tiene también la habilidad para combinar diferentes elementos de valor a las nuevas innovaciones con el fin de satisfacer la demanda no cubierta del mercado (Leibenstein, 1974).

Así, a través del tiempo, estudiosos de diferentes disciplinas en las ciencias sociales y económicas se han encontrado con un amplio número de interpretaciones y definiciones para conceptualizar dicho movimiento.

Por ejemplo, algunos pensadores han identificado el emprendedurismo como “la función de llevar a cuestas una incertidumbre” (entiéndase la falta de seguridad al llevar una obra o actividad determinada a buen fin); otros autores han referido que emprender se relaciona con la coordinación de recursos productivos (obviamente en lo que respecta al tenor administrativo), otros más recientemente, con la introducción de innovación en los procesos (como pueden ser métodos de producción o satisfacción/creación de necesidades) y aún otros con lo relacionado a la adquisición de capital económico para iniciar y/o potenciar un negocio” (Hoselitz, 1952).

Por tanto, se puede observar que al parecer no existe en la actualidad una definición simple a cerca de emprendedurismo que sea aceptado por todas las ciencias concurrentes al tema, más bien va a depender del enfoque y la perspectiva desde el cual se estudie al emprendedor, la corriente o la realidad concreta desde donde se analice.

Expliquémoslo mejor: emprender pues, no necesariamente significará lo mismo para un economista que para un sociólogo e inclusive un experto psicólogo. Esto sucede porque emprender se entiende desde diferentes perspectivas las cuales van suponen el comportamiento dinámico de las personas (entiéndase sus habilidades, capacidad de tomar decisiones bajo presión, etc.), las empresas que diseñan y promueven (las puede haber altruistas o basadas en la generación de un bien particular o común), así como los resultados sociales/económicos que ellas generen (básicamente la generación de capital).

Para finalizar, mediante la combinación de las teorías mencionadas, se podría afirmar que, en lo general, los emprendedores son a lo largo de la historia, portadores de riesgo, coordinadores y organizadores, visionarios, líderes e innovadores o imitadores creativos (Enciclopedia de tareas, 2016).

Aunque estas características son solo fragmentos de un sinnúmero de teorías que tratan de explicar históricamente el ser del emprendedurismo, mediante el fomento de dichas cualidades y habilidades, es posible en la teoría, alterar la capacidad de oferta emprendedora de un país, así como promover bienestar y éxito financiero individual y social del mismo.

Referencias

Boggiano, M. A. (20 de Agosto de 2009). eblog.com. Obtenido de www.eblog.com.ar

Enciclopedia de economía: economia48. (noviembre de 2016). Obtenido de www.economia48.com Enciclopedia de tareas. (Noviembre de 2016). Obtenido de www.enciclopediadetareas.net/ enciclopediadetareas. (Noviembre de 2016). Obtenido de http://www.enciclopediadetareas.net/

Hoselitz, B. F. (1952). Entrepreneurship and Economic Growth. American Journal of Economics and Sociology, 97–110.

Knight, F. H. (1921). Risk, Uncertainty, and Profit (traducido). Boston: Hart, Schaffner & Marx.

Leibenstein, H. (1974). An Interpretation of the Economic Theory of Fertility (Traducido). Journal of Economic Literature, 72–83.

Mises, L. v. (2011). La Acción Humana: Tratado de Economía. madrid: Unión Editorial.

Origen y desarrollo del concepto emprendedor. (04 de Agosto de 2007). El Nuevo Diario.

Say, J.‐B. (2003). Œuvres complètes (traducido). París: Economica.

Schumpeter, J. A. (1951). Essays on Economic Topics. Estados Unidos.

The Concise Encyclopedia of Economics (traducido). (2016). Londres: Cambridge. wiktionary. (Noviembre de 2016). Obtenido de https://es.wiktionary.org

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Valdez Dorado Adrián R.. (2016, noviembre 17). Historia y evolución ideológica del concepto Emprendedurismo. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/historia-evolucion-ideologica-del-concepto-emprendedurismo/
Valdez Dorado Adrián R.. "Historia y evolución ideológica del concepto Emprendedurismo". gestiopolis. 17 noviembre 2016. Web. <https://www.gestiopolis.com/historia-evolucion-ideologica-del-concepto-emprendedurismo/>.
Valdez Dorado Adrián R.. "Historia y evolución ideológica del concepto Emprendedurismo". gestiopolis. noviembre 17, 2016. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/historia-evolucion-ideologica-del-concepto-emprendedurismo/.
Valdez Dorado Adrián R.. Historia y evolución ideológica del concepto Emprendedurismo [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/historia-evolucion-ideologica-del-concepto-emprendedurismo/> [Citado el ].
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