Así como solo se tiene una oportunidad para causar una buena impresión, solo se tiene una ocasión para perder la credibilidad ante alguien que quiere confiar en nuestra empresa, institución, producto, servicio o marca.
Esto se puede constatar por las ideas, valores, emociones, conductas y discursos que prevalecen en la sociedad guatemalteca como parte de su imaginario social.
El imaginario social que tiene el mercado guatemalteco se ha comprendido como las ideas que producen valores, apreciaciones, gustos, ideales y conductas de las personas o clientes que conforman una cultura y que es efecto de una compleja red de relaciones entre los discursos y prácticas sociales que se evidencian cuando se comunica el individuo con la sociedad.
En Guatemala se han marcado una diversidad de culturas que se manifiestan en costumbres y tradiciones que en la vida cotidiana marcan cómo nos relacionamos, nos entendemos y regulamos entre todos las conductas que tenemos, lo que se aprueba o se rechaza.
Es en la forma como nos comunicamos y hablamos en la que podemos encontrar un fiel testimonio de esas ideas circundantes y los parámetros que utilizamos para entender a la sociedad, el mundo y la vida en general.
Específicamente, un indicador de análisis del discurso se puede encontrar en los refranes siendo frases de origen popular repetidas tradicionalmente de forma invariable, en la cual se expresa un pensamiento moral, un consejo o una enseñanza.
Así como comúnmente hemos oído la frase “Solo hay una oportunidad para causar una buena impresión”, que alude a la relevancia que tiene la percepción para generar un primer juicio que dirija la opinión y conducta que tengamos hacia un objeto, persona o entidad, es más frecuente encontrar refranes o dichos que aluden a la confianza perdida.
Entre ellos podemos encontrar: “Hazte fama y échate a dormir”, “Árbol que nace torcido jamás su tronco endereza”, entre otros.
Si bien es cierto que hay muchas interpretaciones de estos dichos, las mismas se han relacionado con más frecuencia a una apreciación negativa en la que se pone en tela de juicio la credibilidad que se le da a personas, empresas o marcas que nos han trasladado su propuesta y la misma no ha sido sostenible, por lo que cualquier audiencia procede a cambiar su opinión, retirar su confianza y criticar su credibilidad.
Hoy este tema de creer o no en algo o alguien es tan susceptible de cambio pues la oferta de productos y servicios es tan grande que si no existe una identificación con la marca, empresa o persona es tan fácil como que a la primera oportunidad que estas fallen se retirará la credibilidad en ellas y nunca más se volverá a adquirir ese producto, servicio o propuesta.
Por eso es que si se tiene solo una vez para causar una buena impresión, también bastará una sola ocasión para perder esta y la credibilidad, por lo que se hace necesario apostarle no solo al mercadeo del producto o servicio sino también a la construcción de una reputación basada en brindarle al cliente una experiencia positiva, a través del personal que los atiende y asesora, y una opinión favorable sostenida en el tiempo; es decir, una IMAGEN PÚBLICA sólida.