Hannah Arendt y su pensamiento político

Hannah Arendt (Linden, Hanóver, Alemania,14 de octubre de 1906 – Nueva York, Estados Unidos, 4 de diciembre de 1975), teórica política alemana, muchas veces llamada filósofa, aunque ella siempre rechazó dicha etiqueta, señalando que esta disciplina se ocupa de «el hombre», en singular. Ella se describía como una teórica de la política, porque sus obras se centran en que «los hombres», no «el hombre», viven en la Tierra y habitan el mundo.

Su aportación sobre la naturaleza de la política en el siglo XX sigue siendo de referencia por su originalidad, su honradez y su falta de retórica propagandística.

Hannah Arendt es una de las más grandes pensadoras del siglo XX, de origen judío nació en Hannover en 1906. Fue discípula de Heidegger, Husserl y Jaspers. Fue una mujer que ha pensado la política desde la condición humana y la vida del espíritu.

Vivió en Alemania hasta 1933 y, en 1941, tras la ocupación alemana de Francia se estableció en Nueva York. Fue profesora de las Universidades de Berkeley, Princeton, Columbia y Chicago. También se desempeñó como directora de investigaciones de la Conference on Jewish Relations (1944-1946) y como colaboradora de diversas publicaciones periódicas como Review of politics, Jewish Social Studies, Partisan Review y Nation.

Falleció en 1975 y fue enterrada en el Bard College en Annandale-on-Hudson, Nueva York, donde su primer esposo, el filósofo Günther Anders enseñó muchos años.

Análisis de fragmento titulado ¿Que es la política?

Esta autora, hermosa, por cierto, por ser mujer, comienza el fragmento con una idea bastante explícita sobre lo que para ella es la política “…la pluralidad de los hombres”. Y expresa que el no haber encontrado una respuesta filosófica a esta pregunta radica exclusivamente en que para “…todo el pensamiento científico solo hay el hombre…” quizá una especie de “individualización” como el planteado por Beck.

Según esta autora, una de las mayores dificultades para el pensamiento político se desprende de la incidencia de la teología y la filosofía y, más aún, del pensamiento científico porque éstos se ocupan del hombre, del universal y por tanto sus enunciados serían correctos si sólo hubiera un hombre u hombres idénticos.

Pero la política se basa en el hecho de la pluralidad, trata del estar juntos y los unos con los otros de los diversos. (es decir, a partir de su diversidad). Los hombres se organizan políticamente según determinadas comunidades esenciales (…) a partir de un caos absoluto de diferencias. Este principio de la política es básico en su pensamiento, al punto de manifestarse decididamente contra aquellos que pretenden pensar los cuerpos políticos sobre el modelo de la familia y el parentesco y alude la importancia de la familia en ello. Las familias se fundan como la única alternativa para la diversidad en un mundo que se ha vuelto inhóspito y extraño, de lo que se deriva el deseo de establecer parentescos. Pero tal idea conduce a la ruina de la política en la medida en que se pierde su cualidad fundamental, la pluralidad. Desde el punto de vista de la sociología, la raíz fundamental de los problemas humanos esta en el nacimiento de la familia, es el núcleo principal del hombre que convive y coexiste en el mundo.

Arendt desmiente al Zoon politicon, afirma que no existe una esencia política del hombre. El hombre es a-político. La política nace en el Entre-los-hombres, por lo tanto completamente fuera del hombre. […] La política surge en el entre y se establece como relación.

Arendt arremete contra la incidencia de la religión cuando alerta del peligro que conlleva la universalización derivada del genérico El hombre y la relación de semejanza, primero con el creador y luego con los otros, que condujo a Hobbes a deducir su consecuencia, la guerra de unos con otros. La solución de Occidente a esta imposibilidad política dentro del mito occidental de la creación es la transformación de la política en historia o su sustitución por ésta. De este modo la pluralidad se diluye en un individuo que también se denomina humanidad. No duda en calificar la historia como monstruosa e inhumana cuando se impone a la política.

Responde esta encuesta sobre consumo de redes sociales. Nos ayudará a brindarte mejor información.

¿Usas sitios de redes sociales para encontrar información académica o laboral?*

¿Usas sitios de redes sociales para encontrar información académica o laboral?*

¿Qué sitios de redes sociales utilizas para investigación académica o laboral*

¿Qué sitios de redes sociales utilizas para investigación académica o laboral*

Puedes seleccionar las opciones que quieras.

Que tipo de dispositivo usas al utilizar redes sociales*

Que tipo de dispositivo usas al utilizar redes sociales*

¿Cuántas cuentas de redes sociales tienes?*

¿Cuántas cuentas de redes sociales tienes?*

¿Cuántas horas a la semana le dedicas a las redes sociales?*

¿Cuántas horas a la semana le dedicas a las redes sociales?*

Por otra parte, la incidencia del prejuicio y el valor del juicio tienen mucho interés el modo en que Arendt despeja las sospechas que se ciernen sobre lo político en nuestro tiempo y que se derivan de los prejuicios que despierta. Es preciso aclarar que para esta autora el prejuicio excede el ámbito personal, idiosincrásico, y alcanza una dimensión colectiva, razón por la cual los prejuicios representan por sí mismos algo político: no tienen su origen en la arrogancia de los intelectuales ni son debidos al cinismo. No podemos ignorarlos porque forman parte de nosotros mismos y no podemos acallarlos porque apelan a realidades innegables y reflejan fielmente la situación efectiva en la actualidad y sus aspectos político. Precisamente en esos años la realidad ineluctable de la bomba atómica y los medios de aniquilación al servicio de la política ofrecían un campo abonado para pensar la política con razonable suspicacia y la pendiente hacia la catástrofe parecía inevitable. La forma de apreciar la política de la autora esta enmarcada con los recuerdos “fúnebres” de su juventud, producto de las guerras en Europa.

Arendt no considera que los prejuicios contra la política interior y exterior sean nuevos, la idea que de que la primera es una sarta fraudulenta y engañosa de intereses e ideologías mezquinos y que la segunda fluctúa entre la propaganda vacía y la cruda violencia es muy antigua, pero lo que constituye el tono peculiar en la actualidad de estos prejuicios, es la huida hacia la impotencia, el deseo desesperado de no tener que actuar. Este rasgo peculiar de la modernidad responde a la identificación de poder y violencia que se ha inducido a partir de la carrera de armamentos, y la cual yo relaciono con la apreciación de política, poder y Estado del gobierno de nuestro país.

En este punto formula lo que para ella es la base del pensamiento político: la capacidad de juzgar, que se trata de revitalizar para no permanecer sumidos en la impotencia o guiados por prejuicios. Arendt adjudica la vigencia de los prejuicios al hecho de haber sido anteriormente juicios y por lo tanto se trata de redescubrir su contenido de verdad.

Pero qué significa “juzgar” para Arendt? Juzgar remite a dos acepciones contradictorias: Por una parte, alude al subsumir clasificatorio de lo singular y particular bajo algo general y universal, al medir, acreditar y decidir lo concreto mediante criterios regulativos. En tales juicios hay un prejuicio: se juzga sólo lo individual pero no el criterio ni su adecuación a lo que mide. Por otra parte, juzgar puede aludir a algo completamente distinto cuando nos enfrentamos a algo que no hemos visto nunca y para lo que no disponemos de ningún criterio.

A la hora de reflexionar sobre el poder Arendt asegura que el fenómeno fundamental del poder no es la instrumentalización de una voluntad ajena para los propios fines, sino la formación de una voluntad común en una comunicación orientada al entendimiento. El poder se deriva básicamente de la capacidad de actuar en común.

Finalmente, podemos agregar, que la concepción política de la autora está centrada en la pluralidad del hombre y en la libertad del hombre, una política humana para la vida, y básicamente orientada en la comunicación como pilar del entendimiento y del consenso.

Cita esta página

Rincón Soto Idana Berosca. (2009, noviembre 27). Hannah Arendt y su pensamiento político. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/hannah-arendt-y-su-pensamiento-politico/
Rincón Soto Idana Berosca. "Hannah Arendt y su pensamiento político". gestiopolis. 27 noviembre 2009. Web. <https://www.gestiopolis.com/hannah-arendt-y-su-pensamiento-politico/>.
Rincón Soto Idana Berosca. "Hannah Arendt y su pensamiento político". gestiopolis. noviembre 27, 2009. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/hannah-arendt-y-su-pensamiento-politico/.
Rincón Soto Idana Berosca. Hannah Arendt y su pensamiento político [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/hannah-arendt-y-su-pensamiento-politico/> [Citado el ].
Copiar

Escrito por:

Imagen del encabezado cortesía de amywiddowson en Flickr