En una entrada anterior (Educación e Innovación: una dicotomía peligrosa), veíamos cómo existe una disfunción clara entre los valores o principios que rigen el sistema educativo y aquellos otros precisos para avanzar en el camino de la innovación. Esa entrada acababa cuestionando sobre cuáles son los factores de cambio que van a incidir sobre la educación y la forma de acceder y gestionar el conocimiento y las posibles soluciones a esta falta de adecuación entre lo que se ofrece y que se necesita, es decir.
¿Cuáles son los factores de cambio que inciden en la forma de acceso y diseminación del conocimiento?
De entre ellos destacamos a tres:
1.- Tecnología. La educación se transforma gracias a la tecnología. La digitalización de contenidos facilita el acceso a los mismos en el modo deseado por el usuario, luego estaríamos ante un factor de cambio a considerar.
2.- Motivación económica. ¿Hay alguien dispuesto a pagar por la educación al margen de las propuestas oficiales? La realidad nos muestra que sí, luego estamos ante otro factor de cambio.
3.- Motivos para la formación. ¿Cuáles son los motivos por los que las personas desean formarse? La gente desea acceder al conocimiento, acceder a la red como medios para la consecución de una oportunidad laboral, de mejora o de inicio.
¿Existen formas alternativas para satisfacer estas necesidades?
Sí. A través de Internet es posible acceder al conocimiento, mediante la formulación de las preguntas adecuadas. Otra forma de acceder al conocimiento es a través del contacto con muchas personas. En este sentido, el acceso a las redes sociales permite el contacto simultáneo con mucha gente de diversa índole, lo que en sí mismo constituye una alternativa a las formas tradicionales de acceso al conocimiento.
El tercer aspecto que nos impulsa hacia el conocimiento es el acceso al mundo laboral, la posibilidad de obtener oportunidades de trabajo. El modelo educativo en ocasiones se complementa con la realización de prácticas que generan distorsiones. Fernando De la Rosa afirma que “Si durante las prácticas la remuneración percibida es de 10; una vez finalizadas pretendo que me paguen 100. Es muy difícil que nadie lo haga, en la medida en que carezco de la experiencia necesaria para satisfacer las necesidades del contratante y compensar el coste añadido que supone el alquiler de mis servicios o conocimientos.”
Desde una perspectiva de mejora de la competitividad de una sociedad, la educación es un factor clave. La acción conjunta de los factores de cambio descritos anuncia que la educación y el acceso y gestión del conocimiento va a sufrir importantes cambios en el tiempo. Parece razonable pensar que la salida de la crisis vendrá con una transformación a largo plazo de los sistemas de formación, que contrasta con la aproximación cortoplacista que hacemos en el presente, tratando de resolver desequilibrios estructurales con medidas coyunturales.
El cambio de sistema, de principios y valores relacionados con la educación parece por tanto inevitable. Si sabemos que va a pasar ¿Cómo nos gustaría que fuera ese cambio?
Dado que a mayor nivel educativo produce gente capaz de elegir mejor y por ende más libre y que los negocios para ser exitosos requieren la gestión eficiente de los recursos disponibles (entre ellos las personas), convendría que todo el mundo tuviera una especie de plan de gestión personal.
¿Cómo debería de ser la educación del futuro? ¿Qué principios habría de respetar para ser efectiva y acorde con los requerimientos del mundo de los negocios?
La educación orientada a los negocios debería de ser:
a) Open. Abolir la figura del profesor capaz sólo de ofrecer una visión personal del tema. El colectivo, la inteligencia de todos juntos es mucho mayor que la de cualquier profesor.
b) Accesible. Todos deberíamos de tener una formación básica en negocios. Por ej. Cuando vamos a un banco, tienes que tener condiciones básicas sobre qué recursos tienes y cuáles no. La educación en negocios debería de ser una asignatura más en primaria.
c) Social. Entendida como un valor a introducir en las empresas, las cuales no tienen en su misión devolver a la sociedad más valor que el que reciben de la misma.
Se ha perdido de vista la visión de largo plazo, que ayudará a que la empresa perviva durante más tiempo.
Esta falta de adecuación queda muy bien ilustrada en el vídeo adjunto, en el que el profesor Sala i Martí deja en evidencia la importancia del fútbol en el mundo actual.