Factoraje como instrumento financiero

Consiste en la adquisición de créditos provenientes de ventas de bienes muebles, de prestación de servicios o de realización de obras, otorgando anticipos sobre tales créditos, asumiendo o no sus riesgos. Por medio del contrato de factoraje un comerciante o fabricante cede una factura u otro documento de crédito a una empresa de factoraje a cambio de un anticipo financiero total o parcial. La empresa de factoraje deduce del importe del crédito comprado la comisión, el interés y otros gastos.

Las empresas de factoraje suelen ser bancos, cajas de ahorro u otras compañías especializadas. Además del anticipo financiero, la compañía de factoraje puede:

  • Asumir el riesgo crediticio
  • Asumir el riesgo de cambio, si la factura es en moneda extranjera
  • Realizar la gestión de cobranza
  • Realizar el cobro efectivo del crédito y asesorar a su propia compañía aseguradora
  • Asesorar al cliente sobre la salud financiera de los deudores

El factoraje suele ser utilizado por las PYMEs para satisfacer sus necesidades de capital circulante, especialmente en los países en los que el acceso a préstamos bancarios es limitado. El factoraje es útil a las PYMEs que venden a grandes empresas con elevados niveles de solvencia crediticia.

Políticas de cobro

Las políticas de crédito deben tener como objetivo elevar al máximo el rendimiento sobre la inversión. Las políticas que otorgan plazos de crédito muy reducidos,  normas crediticias estrictas y una administración que otorga o rechaza el crédito  con lentitud restringen las ventas y la utilidad de manera que a pesar de la  reducción de la inversión en Cuentas por Cobrar, la tasa de rendimiento sobre la  inversión de los accionistas será más baja de la que se puede obtener con niveles  más altos de venta y Cuentas por Cobrar.

El otorgamiento de crédito trae como consecuencia: las pérdidas por cuentas  incobrables, los costos de investigación del crédito del cliente, los gastos de  cobranza y el financiamiento de las Cuentas por Cobrar.    La investigación y  operación de estos factores disminuyen la tasa de rendimiento sobre la inversión  de los accionistas.

Para evaluar el crédito, los administradores deben considerar:

  1. La Solvencia moral del acreditado,
  2. La Capacidad financiera de pago,
  3. Las Garantías específicas,
  4. Las Condiciones generales de la economía
  5. La Consistencia del cliente
  6. La Cobertura

La información se obtiene de varias fuentes incluyendo la experiencia anterior.    Si  la cuenta es nueva es una práctica normal el solicitar: estados financieros  dictaminados, declaraciones de impuestos si no se tienen estados financieros,  cartas de solvencia de las instituciones de crédito con las que opera.    Es práctica  usual y muy recomendable el establecer comunicación con otros proveedores del  cliente.

Los informes de intercambio revelan la formalidad de los pagos del cliente, los  montos del crédito, los problemas que se han vivido y también los clientes que han  sido puestos en listas negras por insolventes.

El volumen principal de las ventas a  crédito de bienes de consumo se hacen a  través de la práctica comercial de cuenta  abierta.    Al cliente se le abre una  cuenta en donde se registran sus transacciones sin pedir un reconocimiento formal de sus deudas como pagarés o letras de cambio.

En caso de disputa, la empresa cuenta con el pedido del cliente, la factura o contra recibo, y los documentos de embarque que en la mayor parte de las veces está firmado por el cliente por la aceptación de la recepción de las mercancías.

En ventas a crédito en bienes de capital o de uso duradero como pueden ser  maquinaria, equipos, automóviles, vehículos, refrigeradores, televisiones, etc., la  venta generalmente se documenta con títulos de crédito que pueden ser  negociados con posterioridad con  instituciones de crédito.    El cargar intereses  por el crédito otorgado o por falta de pago oportuno en la fecha de vencimiento, es  una práctica común.

La empresa traducirá su información de crédito en clases de riesgo.

El crédito debe pulverizarse, no es conveniente tener un solo cliente, debe  diversificarse para que los riesgos de falta de cobro no afecten a la empresa en  forma importante.

  • La Solvencia moral del acreditado: Es una medida cualitativa y  representa la probabilidad de que el cliente pague puntualmente sus  obligaciones.    Este factor es muy importante: ¿El cliente hará un esfuerzo  si es necesario para pagar sus deudas? ¿O el cliente es incumplido en sus  vencimientos?.

La formalidad de los tratos comerciales cliente-proveedor  tiene un significado muy importante en el otorgamiento del crédito y en los negocios.

  • La Capacidad financiera de pago: Es una medida cuantitativa y  representa la capacidad del cliente para pagar.    Se examina a través de  información financiera del cliente, interpretándose a través de la técnica de  análisis financiero para conocer el resultado de las razones de liquidez,  solvencia y otras, tomando en cuenta en su caso la experiencia que se ha  obtenido en las relaciones comerciales.    Cuando los montos son muy  significativos, es necesario obtener información del cliente sobre la generación de flujos de efectivo futuros para medir la capacidad de pago que el cliente tiene para cubrir el crédito solicitado.
  • Las Garantías específicas: Pueden constituirse con las propias garantías del bien o con otros bienes dados en garantía como seguridad de pago del crédito solicitado.    Estas garantías apoyan en forma importante el crédito  solicitado.
  • Las Condiciones generales de la economía en que opera: Tiene un significado especial y reconoce las tendencias generales de la empresa o de ciertas áreas de la economía que puedan influir en la capacidad del  cliente para cumplir con sus obligaciones, como recesiones del país, restricciones del gasto público, apertura o cierre de fronteras, etcétera.
  • La Consistencia del cliente: se puede decir que es la Duración,  constancia y permanencia del cliente, de conformidad con los giros  mercantiles y actividad que desarrolla.
  • La Cobertura: Son los Seguros que tiene la empresa, o que exige a su  cliente, para compensar las posibles pérdidas por cuentas incobrables.

La venta de cuentas por cobrar

Las cuentas por cobrar registra los aumentos y las disminuciones derivados de la venta de conceptos distintos a mercancías o prestación de servicios, única y exclusivamente a crédito documentado (títulos de crédito, letras de cambio y pagarés) a favor de la empresa y para esto existe programas para llevar a cabo las operaciones.

Por lo tanto se dice que esta cuenta presenta el derecho (exigible) que tiene la entidad de exigir a los suscriptores de los títulos de crédito el pago de su adeudo (documentado)derivado de venta de conceptos diferentes de las mercancías o la prestación de servicios a crédito; es decir, presenta un beneficio futuro fundadamente esperado.

Factoraje de descuento

El manejo inteligente del crédito es indispensable para la competitividad y el crecimiento de los negocios de hoy. El factoring, es una herramienta financiera cada vez más aprovechada para proporcionar liquidez a su empresa, evitarse engorrosos trámites burocráticos de apertura de líneas crediticias, y permitirles mayor flexibilidad en las ventas a crédito a sus clientes.

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Pérez Hernández Irene. (2013, junio 25). Factoraje como instrumento financiero. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/factoraje-como-instrumento-financiero/
Pérez Hernández Irene. "Factoraje como instrumento financiero". gestiopolis. 25 junio 2013. Web. <https://www.gestiopolis.com/factoraje-como-instrumento-financiero/>.
Pérez Hernández Irene. "Factoraje como instrumento financiero". gestiopolis. junio 25, 2013. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/factoraje-como-instrumento-financiero/.
Pérez Hernández Irene. Factoraje como instrumento financiero [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/factoraje-como-instrumento-financiero/> [Citado el ].
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