El tercer estado internacional

Oswaldo de Rivero, diplomático peruano, profesor de Estudios de Londres; ex Presidente de la Conferencia de Naciones Unidas; ex Representante del Perú en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas; en su libro “EL MITO DEL DESARROLLO”, afirma que esta expresión gustan usarla los mal llamados países “en vías de desarrollo”, conformados por sociedades atrasadas, que finalmente son indispensables para un pequeño grupo de países altamente desarrollados pueden mantener su consumo y una calidad de vida de “primer mundo”.

En este artículo, incorporo algunos de sus profundos razonamientos que, a mi criterio reflejan la realidad de lo que el Embajador Rivero denomina “El tercer Estado internacional”, conceptos que Iberoamérica y -fundamentalmente Uruguay- tiene mucho para reflexionar.

Cuando los actuales gobernantes siguen hablando y soñando, con utopías similares a las de los tiempos inmediatos a la lograda libertad política de los países iberoamericanos; aunque borrosamente se intuyera la necesidad de una inmediata integración , cada instante que pasa se hace patente que frente a la aristocracia de las potencias industrializadas, y, fundamentalmente “al gran poder de la nueva aristocracia transnacional y la supranacional de las políticas del FMI y del Banco Mundial, el poder de los llamados países en desarrollo es marginal”.

En dos artículos anteriores (CRÓNICAS, 8 y 22 de julio/05), hemos dado por entendido que los países subdesarrollados, faltos de inversión nacional o extranjera, con grandes tasas de desempleo como sucede actualmente en TODOS los países de Sudamérica; agravada la situación económica por ser en casi su totalidad exportadores de materias primeas con precios poco remunerativos, se enfrentan a una situación social degradante, les será difícil, solo con la buena voluntad de planes de emergencia social que no cuentan con una base bien asegurada, sino transitoria.

¿Y América Latina?

Dice Rivero a quienes se siguen engañando son utopías sin fundamento: “La política vicaria de la vieja aristocracia estatal industrializada a favor de la nueva aristocracia transnacional no se limita tan solo a la apertura de los mercados de India y China, sino que también trata de dominar los mercados de América Latina, sectores asiático y África. En esto consiste la lógica de la actual globalización”.

El hecho que más debe preocupar al gobernante, es que ante esta real situación, las empresas de esta nueva “aristocracia no estatal” tienen cada vez más poder mundial, pero, paradójicamente no asumen responsabilidades internacionales. De ahí el deterioro de los organismos políticos como Naciones Unidas con su Consejo de Seguridad, la OEA, la ASEAN, la ACP, entre otros, que se siguen contemplando en una suerte de espejo mágico del siglo XX.

¿Y las responsabilidades?

Contrariamente a la antigua aristocracia de las grandes potencias (siglo XIX y mitad del XX) que trataron de balancear sus ambiciones nacionales con responsabilidades internacionales, a juicio de Rivero: “…actualmente Los ejecutivos de las empresas transnacionales contemporáneas no quieren establecer ningún vínculo entre sus negocios globales y los problemas que muchas veces el mismo origen, tales como el desempleo (caso iberoamericano) el deterioro ecológico (forestación en tierras fértiles para la agricultura), en muchos casos con complicidad con regímenes opresores (siglo XX: países centroamericanos, africanos, Asia Menor, Plan Cóndor en Sudamérica).

Es válido otro razonamiento del Emb. Rivero: “Será muy raro que estos nuevos barones transnacionales consideren el respecto de los derechos humanos en algunos países de los continentes citados, para decidir sobre sus inversiones, o casi imposible que el problema en Nigeria (por ej.) las lleve a decidir la no utilización de una nueva tecnología que haría ahorrar mano de obra.

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Para los ejecutivos de las transnacionales los problemas globales sociales, económicos y ecológicos (caso de las plantas de celulosa en el Uruguay, como lo ha sido hace varias décadas en Argentina, son una tarea exclusiva de los gobiernos, quienes deben resolverlos sin interferir en sus mercados, ya que ellas sólo se sienten responsables ante sus accionistas, aunque nada se sabe quiénes son ellos.

La pérdida de confianza popular

Desde el momento que el poder de las transnacionales se hace más anónimo y paralelamente más poderoso, hasta con poder de decisión en cuanto a fijar el valor de la moneda de una país del mundo, así como los precios de los alimentos de la energía (caso actual del petróleo) y de los alimentos (la OMC permanece en silencio), existe el peligro que plantea el Emb- Rivero: “La esencia misma de la democracia comienza a erosionarse porque los ciudadanos no pueden intervenir en la economía de sus propios países, ni se sienten representados porque sus gobiernos no y tienen poder algunos para cambiar la situación, sino que además se comportan como vicarios de estos intereses.

¿Y el futuro de Iberoamérica?

La viaje estructura política que se visualizada en Iberoamérica como en Argentina (con lamentables enfrentamientos políticos femeninos), en Brasil (nuevo partido político tambaleando en la corrupción) ; Perú (cayendo al 4% el respecto popular hacia su Presidente); Uruguay (sin política de Estado ni proposiciones pragmáticas en lo interno y en el internacional); Bolivia (golpe tras golpe), Paraguay (sumiso a Estados Unidos al igual que Chile) ; Ecuador que parece existir sólo en el mapa; Venezuela con un “líder” que lanza largas proclamas sin otro respaldo que el precio de su petróleo); Colombia amparada son su “Plan estadounidenses”.

Los países de aquel “Tercer Mundo” han perdido, con el fin de la Guerra Fría, no sólo su renta estratégica y aunque lo nieguen siguen devotamente el credo del consenso de Washington.

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Quagliotti de Bellis Bernardo. (2005, septiembre 18). El tercer estado internacional. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/el-tercer-estado-internacional/
Quagliotti de Bellis Bernardo. "El tercer estado internacional". gestiopolis. 18 septiembre 2005. Web. <https://www.gestiopolis.com/el-tercer-estado-internacional/>.
Quagliotti de Bellis Bernardo. "El tercer estado internacional". gestiopolis. septiembre 18, 2005. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/el-tercer-estado-internacional/.
Quagliotti de Bellis Bernardo. El tercer estado internacional [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/el-tercer-estado-internacional/> [Citado el ].
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Imagen del encabezado cortesía de ell-r-brown en Flickr