Si le preguntáramos a la sociedad occidental de los años 50,60, cual era su preocupación colectiva, sin dudar habrían respondido: la amenaza externa, la invasión comunista, la integralidad como nación, la defensa de los espacios, la escasez de petróleo, y el creciente aumento en la juventud del pelo largo y la minifalda.
A vista esos años de los cuales no hay mucha distancia parecen de la edad de piedra. Hoy nadie piensa en los territorios ya que la idea global nos ha dado otra perspectiva habitacional.
La amenaza externa solo existe en virtud de ataques terroristas, y la crisis del petróleo quedo atrás ya que el tema del agua hoy es mucho más crucial… Y la defensa de la nacionalidad quedo supeditada no solo por la idea global sino por una fuerte aparición de las identidades regionales.
Ya no importa mucho ser argentino o peruano o boliviano o español y póngale la nacionalidad que quieran… Lo importante hoy de un conflicto regional no es la nacionalidad, sino la administración descentralizada y la libertad del suelo en donde vivo.
Por otro lado, se han globalizados síntomas de enfermedades.
No es tan importante el SIDA O LA GRIPE AVIAR en la tasa de morbo –mortalidad mundial, como la incidencia social en cuestiones como LA ANOMIA, EL AUSTIMO Y EL MARASMO. SINTOMAS Y SIGNOS DE LA ALDEA GLOBAL.
La anomia es una ausencia y colapso de valores, el bien y el mal están en el mismo plano.
El autismo te somete a la introspección permanente. A la soledad hacia dentro.
El marasmo es la muerte por la falta de amor y de afecto.
Las tres causas como jinetes apocalípticos atacan al mundo relacional del individuo.
El ser humano ha sido catalogado como homo erectus, homo habilis, homo sapiens. No caben dudas hoy, que es un “homo relacional”
Una vida de relación pequeña te hará pequeño, una vida de relación sana, madura, estable, te dará frutos emocionales que aumentaran la sinergia interna de tu vida.
Ahora las emociones también se enferman y hay que sanarlas.
De ahí que los indicadores de marginalidad y maldad no valen de nada si no detectamos que la delincuencia, la pobreza, el maltrato, la droga la autodestrucción en síntesis, solo son síntomas de abandono, falta de afecto y emociones lastimadas.
Reconozcamos que nuestras sociedades y en particular la de nuestro continente, han sido abusadas por líderes y sistemas maltratadores, desde sus orígenes.
Organizando sistemas abusivos, mentirosos, sin amor. Basados en ideas y paradigmas de escasez, pobreza y temor.
La psicología moderna se ha cansado de predicar que el maltratador, el abusivo, solo es un ser que fue abusado y maltratado en algún momento de su vida. Un temeroso que no sabe hacer otra cosa de la ha recibido.
El liderazgo actual no necesitara tanto de mejoras económicas, ni legales, ni políticas (no estarían nada mal) para avanzar en el tratamiento de los problemas actuales, sino de gente que quiera hacerse cargo de la gente. De personas que sepan tomar cuidados de los sentimientos de otros y de sus angustias de sus carencias para luego resolverlas en un ámbito de paz y sanidad.
Una sociedad sana tendrá un encomia, de progreso. Una sociedad en donde la ideología de la escasez de paso a una etapa de prosperidad, trabajo y progreso.
El líder actual tendrá que luchar contra el individualismo, enseñar a trabajar en equipo. Enseñar que el conjunto obtiene mejores resultados que la parte aislada, pero que el reconocimiento y defensa de la parte es fundamental y esencial para la supervivencia del sistema.
El liderazgo actual esta llamado a romper paradigmas, Es decir esquemas mentales anquilosados que han atado a millones de personas por siglos. Y así crear nuevos, que sirvan a los tiempos de reconocimiento y restitución que estamos necesitando.