Si hay algún deporte que despierta la pasión entre las mayorías, ese es el fútbol, considerado el deporte más popular en el mundo, cuyo ícono por muchos años fue Edson do Nascimento, mejor conocido como Pelé, y por muchos expertos, como el mejor futbolista de la historia.
Pero este deporte, no solamente entusiasma a sus aficionados, sino que también a los comerciantes que se ven beneficiados de sus encantos. De acuerdo a la consultora Deloitte en su informe “Football Money League”, el fútbol podría considerarse la decimoséptima economía mundial, y en países como España, cuyo fútbol es de fama mundial, este deporte es su principal industria de entretenimiento. Según un estudio de la consultora KPMG, el fútbol es capaz de generar en ese país europeo, 140,000 empleos a tiempo completo lo que sin duda tiene un impacto muy positivo en su PIB.
Si consideramos el fútbol como un país, sería similar a la economía de Países Bajos, considerado en el 2016, como el diecisieteavo país más rico del mundo, con un PIB de $770 mil millones anuales, según el FMI, representando cerca del 1% del PIB mundial y superior a economías como Argentina, Colombia y Chile, lo que nos brinda un panorama más claro de la importancia del fútbol en términos económicos. Es tanto así el atractivo de sus finanzas, que la FIFA no se ha escapado de contaminarse con actos de corrupción, como el famoso caso de FIFA Gate, el más grande de la historia del fútbol.
El dinero que circula en un país no anfitrión, como impacto de un campeonato mundial, como fue Rusia 2018, (el más caro de la historia, con un costo de $14,200 millones de dólares), está muy relacionado con varios factores. El primero de ellos y el más relevante, es cuando el país en cuestión es uno de los 32 clasificados. En segundo lugar, el fanatismo ciudadano hacia uno de los países participantes, como por ejemplo, Alemania, Brasil, Argentina y España, como los favoritos entre los latinos y muy seguramente de los salvadoreños.
Estos factores determinan la intensidad de la audiencia y el interés que el campeonato tendrá a nivel de país, pues a medida que avanzan estos equipos, la emoción y el interés avanzan con ello y por ende el consumo de productos relacionados. ¿Cómo afecta esto la economía de un país? Son cientos de negocios los que se ven beneficiados de este lucrativo deporte y los más creativos e ingeniosos se llevan la mejor porción del pastel, siendo tres los principales rubros que obtienen jugosas ganancias: restaurantes, almacén de electrónicos (TV) , y la industria publicitaria. Sin embargo, de forma indirecta, también hay otros beneficiados, aunque en menor escala, como es las agencias de viajes, la industria textil y el gobierno. La primera, aprovechando a ofrecer paquetes turísticos como valor agregado al evento per se; la segunda, promocionando camisetas deportivas de los equipos con más seguidores y fanáticos; y la tercera, con una mejor recaudación de impuestos al consumo.
El mejor generador de empleos, de los rubros mencionados, es el sector de restaurantes, quienes se han visto obligados a incrementar planilla dada la excesiva demanda de espacio durante los eventos.
Ahora bien, los efectos del mundial Rusia 2018, no solamente se hacen visibles en la venta de bienes y servicios, sino que también impacta la productividad dentro de las empresas y organizaciones, quienes no quedan impunes a sus efectos y cuyos empleados, aunque no todos interesados en el deporte, no quieren quedar excluidos de las conversaciones que giran alrededor de la mesa. Es así, como la impuntualidad, distracciones en el puesto de trabajo y el ausentismo son los tres grandes enemigos de la eficacia y la eficiencia que tanto se busca en toda organización.
Se estima, que en un evento de esta naturaleza, el ausentismo laboral puede alcanzar el 20%, según Manpower, y la productividad verse reducida en un 60% según la consultora Watch & Act. Pero afortunadamente, este fenómeno, aunque muy contagioso, es temporal, por lo que es recomendable aprovecharlo en vez de luchar contra su corriente, permitiendo la convivencia durante algunos partidos importantes, mejorando así el clima laboral y potenciando las relaciones interpersonales, actividades que al final se verán reflejadas en empleados más motivados, mejor trabajo en equipo, sentido de pertenencia y mayor compromiso hacia la institución que representan.