Es difícil estimar la cantidad de agua que se necesita para mantener estándares de vida aceptables o mínimos; sin embargo, la ONU considera que cuando la disponibilidad per cápita alcanza valores inferiores a los 1.000 m3/hab/año, la situación de escasez es crítica, y una vez que un país sufre de escasez, ésta puede amenazar la producción de alimentos, obstaculizar el desarrollo económico y dañar los ecosistemas.
INTRODUCCIÓN
La demanda generada por el sistema naturaleza-economía-población en una determinada región, a lo largo de un cierto período de tiempo, puede ser satisfecha por el suministro que es capaz de realizar el sistema climático. Cuando el aporte resulta inferior a la necesidad se está en presencia de una deficiencia hídrica que pudiera o no devenir en sequía, en tanto que la existencia de ella ocurre a partir de que la precipitación resulta inadecuada para una actividad especifica, o se produzca la falta de abastecimiento para satisfacer los requerimientos (Rivero, 2000).
La insatisfacción de la demanda de agua o sequía resulta una de las causas fundamentales de desastres a escala mundial dejando a su paso severos trastornos medioambientales, económicos y socio-políticos. Cada año desaparecen millones de hectáreas de tierras productivas y se registran pérdidas millonarias debido a la degradación de los suelos y la decreciente productividad agrícola.
Los desastres son, en gran medida, problemas no resueltos del desarrollo. En el caso de aquellos causados por la falta de agua, se debe a que los modelos imperantes ignoran el manejo sostenible de este recurso, exponen a las comunidades a los riesgos de dicho fenómeno. Es difícil determinar con precisión como los humanos están alterando el ciclo hidrológico, no obstante, las relaciones entre el medio ambiente, el desarrollo y las sequías son suficientemente claras.
La misma está considerada como el principal azote climático, ya que existen muy pocas regiones en el mundo que no la padezcan (Howard, 1980).
Un ejemplo claro de lo antes expuesto lo tenemos en el año 1959, este fenómeno en el noreste de Brasil obligó a varios millones de personas a abandonar sus hogares para no morir de hambre. Los datos presentados por los expertos demuestran que, entre 1991 y 2000, sólo las sequías fueron responsables de más de 280.000 pérdidas de vidas humanas, representando el 11% del total de desastres relacionados con el agua.
En ciertas partes de Africa han sido letales, de hecho a principios de los años 70 del siglo XX, cientos de miles de personas murieron por dicha causa en la porción Sub-Sahariana. Según hechos y pronósticos, en el período 1997 – 2020, podría obligar a unos 60 millones de personas a desplazarse desde las zonas desérticas del Norte de este continente y Europa (UNESCO, 2003).
En nuestro país se hacen cada vez más evidentes los problemas asociados al fenómeno de la sequía, pues el nivel del agua se ha reducido mucho, lo que significa graves problemas para el abasto de agua para la población, dificultades en los renglones económicos de la pesca, la agricultura, la frecuencia de aparición de grandes incendios, la reducción de la cobertura boscosa, pérdida de la diversidad biológica, en fin toda la economía sufre los efectos de la sequía.
Expertos en la materia sostienen que aunque es evidente que la acción del hombre interviene en los procesos naturales, y la sequía es fundamentalmente una consecuencia normal de la variabilidad meteorológica que caracteriza al clima, de una región determinada, cuando es prolongada, puede convertirse en desastre por su alcance espacial, que abarca extensas áreas y afecta a gran cantidad de personas, causando graves problemas económicos y sociales. La sequía es un fenómeno de lento desarrollo pero no menos nefasto que otros desastres, ya que tiene una mayor duración.
Como es conocido, la sequía resulta una de las causas fundamentales de desastre a escala mundial, causando severos trastornos al medio. Aunque su ocurrencia no provoca el impacto violento de las grandes catástrofes como los tsunamis, terremotos y huracanes, sí ocasiona una degradación lenta de la calidad de vida de población y la naturaleza.
Según el Centro de Investigaciones sobre Epidemiología de los Desastres (CRED) con sede en Bruselas, en el período (1992–2001), en Asia, perdieron la vidas más de 420.000 personas por causas de las sequías y por la hambruna, cifra que representa el 80% de las muertes por desastres naturales en todo el mundo (ver gráfico # 1).
Dicho fenómeno se sitúa entre los desastres naturales que mayor número de muertes y damnificados producido en el mundo, en el mencionado decenio.
Por otra parte, en Centroamérica los devastadores efectos de la sequía que azotó la región en el año 2001 son comparables con los efectos del huracán Mitch en 1998 (Según el Centro de Investigaciones sobre Epidemiología de los Desastres (CRED) con sede en Bruselas, en el período (1992–2001), en Asia, perdieron la vidas más de 420.000 personas por causas de las sequías y por la hambruna, cifra que representa el 80% de las muertes por desastres naturales en todo el mundo (ver gráfico # 1).
Dicho fenómeno se sitúa entre los desastres naturales que mayor número de muertes y damnificados producido en el mundo, en el mencionado decenio.
Gráfico # 1: La Sequía y sus efectos entre los Desastres Naturales a nivel Mundial. Según Finanzas & Desarrollo (2003).
La sequía es un fenómeno nocivo, conocido desde los inicios de la sociedad, un poderoso enemigo natural que puede ser estudiado desde diferentes aristas, lo que dificulta la existencia de una definición única, pero con la existencia de un denominador común para todas, la escasez de lluvia.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) definió la sequía como: “un período de condiciones meteorológicas anormalmente secas y suficientemente prolongado, como para que la falta de precipitación cause un grave desequilibrio hidrológico” (OMM No 82, 1992).
Según los impactos que producen, dicha organización ha identificado cuatro tipos de sequías:
Meteorológica: Cuando la precipitación es muy inferior a lo esperado en una amplia zona y para un largo período de tiempo.
Agrícola: Cuando la cantidad de precipitación y su distribución, las reservas en agua del suelo y las pérdidas debidas a la evaporación se combinan para causar disminuciones considerables del rendimiento de los cultivos y del ganado.
Hidrológica: Ocurre cuando hay un déficit continuo en la escorrentía en superficie y alcanza ésta un nivel inferior a las condiciones normales o cuando disminuye el nivel de las aguas subterráneas.
Social o Económica: Se atribuye a efectos naturales, pero también sociales. Está representada por la escasez de agua inducida por una falta de balance.
ANÁLISIS DE LA SEQUÍA EN CUBA
En la segunda mitad del siglo XX, el clima en Cuba ha transitado hacia condiciones que están caracterizadas por el incremento de la temperatura superficial del aire y una mayor influencia del evento El Niño / Oscilación del Sur (ENOS), pudiendo apreciarse el aumento de la frecuencia e intensidad de eventos de sequías moderadas y severas; el incremento de la proporción de totales de lluvia en invierno, asociadas a eventos de grandes precipitaciones, así como mayor capacidad destructiva de las líneas de tormentas prefrontales y tormentas locales severas. Estas condiciones, en el decenio en curso, se han intensificado.
En nuestro país la evaporación es elevada, con valores de hasta 2 300 mm en el Valle del río Cauto y en la costa sur de Guantánamo. Las magnitudes más bajas de este importante componente del balance hídrico corresponden a las regiones montañosas donde alcanzan alrededor de los 1 100 mm anuales.
El análisis espacial de la repetibilidad de los déficit en los acumulados anuales de las lluvias durante el período 1971-1990 reflejó importantes afectaciones al sur de la provincia de Pinar del Río, La Habana, Sancti Spíritus y Guantánamo, así como otras regiones específicas en el país, en las cuales el período de retorno es de dos veces cada cinco años, e incluso una vez cada dos años como es el caso de la porción más Suroriental de Guantánamo.
El cálculo de los índices de aridez climáticos ha revelado la existencia de núcleos semiáridos en la porción sur de Santiago de Cuba y Guantánamo, mientras que las zonas subhúmedas abarcan buena parte de la región oriental, las costas de Camagüey y algunas otras zonas aisladas del país.
Estos elementos, ponen de manifiesto la urgente necesidad de que en Cuba se preste cuidadosa atención a los reiterados y nocivos eventos de sequía, que combinados con altas tasas de evaporación originan el agotamiento de los suelos y la disminución de las reservas de agua subterráneas. En ocasiones incluso, las fuertes tensiones ejercidas sobre la vegetación y el clima en general, se agravan mucho más, cuando la sequía es interrumpida por episodios de lluvias torrenciales que son causantes de intensos procesos erosivos en los suelos que para entonces presentan una pobre cubierta vegetativa y un alto drenaje superficial.
El uso y manejo de las tierras es la causa fundamental de la desertificación en el país, lo cual, combinado con los ambientes secos y subhúmedos secos han originado que del área total de tierras, el 53,8% está afectada por la salinidad; el 23,9% por la erosión; en el 14,5% actúan ambos factores a la vez y 7,7% presenta degradación de la cubierta vegetal.
En el año 1959 la cantidad de agua embalsada en Cuba era solamente de unos 28 millones de m3, actualmente esta cifra es superior a los 9 mil millones de m3. Indudablemente el rol de las presas es muy importante para evitar las inundaciones y almacenar agua para distintos usos tales como abasto a la población, agricultura, acuicultura, entre otros. No siempre la construcción de estas obras hidrotécnicas resuelven las demandas de agua, bien porque no existe la obra donde tiene lugar la alimentación pluvial o porque el agua embalsada no es utilizada a su máximo limite de explotación.
A pesar de los esfuerzos realizados por introducir tecnologías más eficientes y modernizar los sistemas de riego, todavía se emplean numerosas técnicas poco efectivas, un ejemplo es en la producción de arroz, cuyos valores de eficiencia han llegado en ocasiones hasta el 33.6% (INRH-CENHICA,1999).
De todos los desastres causados por fenómenos naturales, las sequías, son las que tienen mayor impacto económico y pueden afectar al mayor número de personas. Los terremotos y ciclones pueden tener una gran intensidad física pero son de duración corta y su impacto geográfico es limitado. El número de muertes ocasionadas por dichos desastres puede ser muy alto si resultan afectadas áreas densamente pobladas. En contraste, las sequías afectan grandes extensiones geográficas, llegando a cubrir países enteros o regiones de continentes, y pueden durar varios meses o, en algunos casos, hasta varios años. Invariablemente, tienen un impacto directo y significativo sobre la producción alimenticia y la economía en general.
Las afectaciones más grandes de la sequía se reportan en el sector agrícola, ganadero, forestal y en otros cultivos agrícolas. En todo el mundo no ocurre lo mismo.
Sector Agrícola
Aunque las inundaciones y otros cataclismos provocan mayor conmoción social, los daños económicos de la sequía parecen de superior magnitud, a juzgar por los desembolsos de la Empresa del Seguro Estatal Nacional (ESEN).
En los últimos cinco años, las indemnizaciones pagadas por el área de Seguros Agropecuarios a los agricultores y ganaderos afectados por la carencia de lluvias (más de 218 millones de pesos) duplican a las indemnizaciones por huracanes (unos 111 millones). «Incluso, en un año de ciclones como 2001 la sequía nos hizo pagar más de 60 millones de pesos, mientras por los destrozos provocados por el Michelle pagamos unos 40 millones», comenta Roberto Vázquez, subdirector de la Unidad Estratégica de Negocios de la ESEN.
Sector Ganadero
La ausencia de precipitaciones provoca la muerte anual de varios miles de cabezas de ganado vacuno, equino y ovino-caprino, al agotarse las fuentes de abasto de agua, lo cual perjudica también a plantaciones forestales jóvenes.
Hoy en las vastas llanuras cubanas la estrategia es proteger los vacunos, sobre todo, la masa hembra joven e integrar voluntades para mover miles de cabezas hacia lugares con determinado nivel de aseguramiento en agua y alimentos, recursos imprescindibles para el sostenimiento de los animales. Una inmensa masa ganadera es atendida llevándole agua a través de pipas, otra cantidad se depaupera y hay que sacrificarla. Dentro de la estrategia para preservar la ganadería se utilizan como áreas de forraje plantaciones de caña de demolición.
Por los pronósticos de los científicos y estudiosos del clima, los ganaderos saben que habrá que coexistir con la sequía, de ahí que estén trabajando para buscar una salida definitiva a los problemas del agua, con molinos de viento, limpieza de diferentes tipos de bombas y la ayuda cooperada del Centro Integrado de Tecnología Aplicada (CITA), de Recursos Hidráulicos.
Sector Forestal
Un estrés de agua prolongado puede causar graves daños en el ecosistema forestal como, por ejemplo, su defoliación y el deterioro de las copas de los árboles y, como consecuencia, la reducción del espesor de los anillos corticales y de la producción de madera.
Los árboles que sufren los efectos de la sequía se verán afectados, con más frecuencia, por plagas y enfermedades secundarias de insectos y hongos. En el caso de las sequías hay que prestar una atención especial a los incendios forestales por la gran magnitud de pérdidas económicas y ecológicas que pueden acarrear.
En las zonas en donde la contaminación es menor, la resistencia de los árboles contra la sequía es mayor, mientras que en aquellas otras en las que la concentración de partículas contaminantes en el aire es mas elevada, los efectos de la sequía también se intensifican.
Según el reciente informe ejecutivo del IPCC (Programa Internacional de Cambio Climático), la mayor defoliación surgió en las regiones Subatlántica y Continental en donde, respectivamente, el 38% y el 34% de los árboles sufrieron daños. Los bosques en estas zonas de transición, de subhúmedas a subáridas, son muy sensibles a la frecuencia de las sequías.
PERSPECTIVAS DEL SISTEMA DE PREDICCIÓN DE LA SEQUÍA PARA LOS SECTORES MÁS AFECTADOS Y ACCIONES
Se están perfeccionando los métodos de predicción que se utilizan a través de proyectos. La información es utilizada para trazar medidas estratégicas, por ejemplo la siembra de caña de azúcar. También se anuncian los períodos más críticos de la sequía a fin de que se dicten medidas tácticas de ahorro de agua y de siembra de cultivos menos consumidores del líquido.
Agravada por una sequía que cada año se prolonga varios meses en las cinco provincias orientales, en Cuba se aplican medidas alternativas para el mejor aprovechamiento del riego y el drenaje de los suelos, en la búsqueda del mayor rendimiento de las plantaciones agrícolas.
A ese propósito, se añaden progresivamente el uso de materias orgánicas sustitutas de fertilizantes industriales para alimentar la tierra y el empleo del bombeo mediante sistemas electroenergéticos destinados a abaratar los costos en la irrigación de las áreas.
Con diferentes métodos aún sometidos a procesos racionales de consumo de combustible y materias primas, la Isla debe rebasar este año los resultados que la ubican con poco más del 60 por ciento del total de las actuales plantaciones cultivables alimentadas por el riego y el drenaje.
Más de 60 proyectos encaminados a la lucha contra la desertificación desarrolla la ONG cubana Sociedad Cultural José Martí, cuya estrategia prioriza la creación de jardines, bosques y áreas protegidas. Su función radica en proteger la diversidad biológica en general, particularmente las especies en peligro de extinción, y conservar los suelos, ante el grave peligro se que cierne sobre el planeta. Sus acciones buscan revertir la situación en la cuenca del Río Cauto, el mayor de Cuba, y la zona de Imías, en Guantánamo, por ser las provincias orientales donde más se siente esta afectación.
Para conocer la problemática se agrupan las acciones en: Factores Favorables y Factores Desfavorables.
Factores Desfavorables.
- Poca conciencia ambientalista de los pequeños agricultores.
- Violación y no cumplimiento de regulaciones para minimizar el impacto negativo que generan los procesos productivos al medio. Ejecución de proyectos, obras y acciones no sometidas al proceso de evolución de impacto ambiental desconociendo la legislación ambiental vigente. Ineficiencia en los mecanismos institucionalizados para orientar y fiscalizar esta actividad. Inadecuada conducción y aplicación del proceso inversionista.
- Falta de políticas y/o de un programa ambiental en los Organismos productivos involucrados.
- Insuficiente educación, capacitación y divulgación de la protección ambiental. Insuficientes políticas de educación y divulgación ambiental en los sectores económicos directamente vinculados con el tema. Insuficiente inclusión de la dimensión ambiental en los programas de capacitación de los organismos productivos.
- Manejo inadecuado de las tecnologías de cultivos. Carencia de un sistema de extensionismo que le llegue a todos los productores. Falta de sensibilización, indisciplina tecnológica. Desarraigo de las tecnologías tradicionales y conocimientos locales.
- Falta de ordenamiento territorial.
- Insuficiente ritmo de aplicación de medidas antierosivas.
- Violación de la disciplina tecnológica.
- Insuficiente ritmo en el saneamiento de cárcavas de variedades dimensiones
- Calentamiento Global.
- Elevada evaporación y existencia de núcleos semiáridos en la porción sur de Santiago de Cuba y Guantánamo.
- Deforestación.
- Agricultura migratoria
- Mal manejo de los suelos en la montaña (pastoreo incontrolado, aumento de las tumbas, desbroce y quema)
Factores Favorables.
- Presencia de una Comisión Provincial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía formada por todos los organismos provinciales y donde tienen en cuenta acciones a corto, mediano y largo plazo.
- Amplia divulgación sobre la sequía, tanto televisiva, radial, prensa escrita así como entrevista a los especialistas del tema.
- Monitoreo de los incendios forestales.
- Existencia de Planes de Reforestación de los cuerpos de agua y las Fajas Hidrorreguladoras teniendo en cuenta el uso de especies frutales y plantas autóctonas del lugar.
- Se continúa la producción y aplicación de biofertilizantes, humus de lombriz y compost en función de los planes de siembra y producción a pesar de las condiciones de sequía imperantes así como el uso de abonos verdes e incorporación de restos de cosecha.
- Cultivo de plantas resistentes a la sequía (yuca, plátano burro)
- Se construyen y rehabilitan molinos de para mejorar el abastecimiento de agua a las instalaciones de la ganadería.
- Sistema de Predicción, monitoreo y alertas tempranas de la ocurrencia de sequías, más fortalecido.
- Evaluación de impacto ambiental producido por la sequía.
- Interés del Gobierno en resolver los problemas relacionados con la sequía.
- Existencia de Políticas Internacionales de lucha contra la sequía.
- Creciente concientización en el sector ciudadano.
BIBLIOGRAFÍA
- Lapinel, B. y Roque A., R (2003): Sexta sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas, La Habana, Cuba.
- – Bases para la Planeación de la Sequía, Universidad de Nebraska en Lincoln, Nebraska. URL
- – The Basics of Drought Planning: A 10-Step Process.
- – Ganaderos de Camagüey
- – Reportan daños por sequía en Guantánamo
- sequía-cuesta.html
- Ensañamiento con los orientales