A veces un esquema demasiado estructurado durante el día, puede resultar una verdadera amenaza para la espontaneidad de algunas personas, todo depende de su personalidad. Sin embargo los horarios y la disciplina no están peleados con la creatividad, por el contrario: el orden en la vida personal y profesional favorece los procesos creativos.
La concentración es un factor esencial para el trabajo creativo. Algunas etapas del proceso creativo exigen un nivel de abstracción más alto: cuando se está diseñando una nueva estrategia, cuando se está planeando un proyecto y hasta cuando se está cuadrando un presupuesto; se demanda el foco completo de nuestra atención.
El psicólogo positivo Mihaly Csikszentmihalyi ha identificado una “zona” donde experimentamos el flujo de ideas casi de manera automática y sin esfuerzo y la ha llamado “Flow” o “Estado de Flujo”. Este estado se alcanza cuando aplicamos un alto nivel de conciencia y entrega en la tarea que estamos realizando. Se caracteriza porque perdemos la noción del tiempo y nos encontramos completamente absorbidos y concentrados en el momento. Cuando estamos en ‘’Estado de Flujo” podemos alcanzar la cúspide de nuestro desempeño creativo y maximizar nuestro potencial.
Que lo urgente no te quite el tiempo para lo importante
Las constantes interrupciones y las expectativas de que seamos “multi-tasking” desenfocan constantemente nuestra atención fragmentándola y dividiendo nuestra energía, lo que nos aleja del “Estado de Flujo”. Atender varios asuntos a la vez puede volverse una adicción, y cuando nos sentimos un poco “desocupados” entonces empezamos a pensar que debemos aprovechar el tiempo y usamos nuestros “smart phones” en las comidas, o tratamos de leer o trabajar en la computadora mientras vemos televisión o devolvemos una llamada.
Generalmente cuando no somos ordenados, no asignamos un tiempo para atender nuestros asuntos “urgentes”, y estos acaban invadiendo otros aspectos de nuestra vida. Lo que nos genera la sensación de que nunca tenemos tiempo para hacer nada de lo que realmente nos importa y nos llena.
Lograr lo extraordinario requiere creatividad y tiempo
Lo extraordinario ocurre en el momento en que nos planteamos metas que nos inspiran cómo: entrenar para correr un maratón, tomar un nuevo curso o diplomado, desarrollar un nuevo proyecto o simplemente invertir tiempo de calidad en nuestras relaciones. Es cuando aspiramos a ir más allá de lo que hacemos regularmente, que logramos salirnos de nuestra zona de confort y sentirnos de nuevo entusiasmados y vivos.
Alcanzar lo extraordinario demanda un espacio sagrado en nuestra agenda, demanda desafiar nuestro potencial, pero sobretodo demanda activar nuestra creatividad e imaginación para poder desarrollar nuevas alternativas de crecimiento y mejora en nuestras vidas.
Si tu motivación interna no se encuentra tan encendida, es hora de preguntarte: ¿Cuándo fue la última vez que te diste el tiempo para hacer algo extraordinario?
Fuentes:
- Flow, Mihaly Csikszentmihalyi.
- Time Management for Creative People, Mark McGuinness.