Introducción
La «cultura digital» es un nuevo campo de investigación y de aplicación, que se refiere a la versión digital del patrimonio cultural: desde las artes visuales (pintura, escultura), las artes escénicas (música, teatro, danza) y los medios de comunicación (televisión, cine), hasta los entornos artificiales (arquitectura) y los entornos naturales (bajo la forma de paisajes culturales).
La cultura digital incluye, a su vez, los nuevos medios que nacieron en el ámbito digital, como las reconstrucciones de realidad virtual, el arte por Internet y las nuevas narraciones interactivas. También, las versiones digitales, los contenidos y las funciones de las instituciones patrimoniales (bibliotecas, museos y archivos). Al igual que los museos y las instituciones patrimoniales, la cultura digital asume el reto de coleccionar, contextualizar, conservar y transmitir.
El objetivo es potenciar el desarrollo de las TIC y sus aplicaciones para la construcción de la denominada sociedad del conocimiento, ofreciendo a todos los ciudadanos la posibilidad de aprovechar al máximo los recursos que ofrecen las tecnologías. Más en concreto, el objetivo es plantear un mapa temático de investigación en cultura digital. Nos planteamos una exploración de los efectos e implicaciones de los medios digitales con respecto a la cultura, del análisis de cómo se ve afectado el conocimiento, el pensamiento crítico y la enseñanza en el ámbito de las TIC. En la emergente sociedad, basada en el conocimiento a través de lo digital, una de nuestras tareas esenciales es meditar sobre el efecto del uso innovador de las TIC, especialmente con la evolución de Internet, que está conduciendo a nuevas formas de acceso, de aprendizaje, de trabajo y de creatividad. Partimos de la hipótesis de que la era digital supone una nueva etapa en la construcción del conocimiento humano, no sin advertir que esta etapa bebe sus fuentes en preocupaciones humanísticas y tecnológicas que se han manifestado a lo largo de los siglos y que ahora alcanzan un nuevo estadio. (Colorado Castellary, 2010)
Pero cuando hablamos de «cultura digital» estamos destacando los «contenidos» al mismo nivel que los «medios», por muy novedosos que estos sean. Las «nuevas tecnologías», que ya no son «nuevas» a pesar del acelerado desarrollo de nuevos programas y soportes, ocupan un lugar paralelo frente a la necesidad de contenidos de la industria hipermedia. De hecho, es el propio medio, con su lenguaje específico de integración y de interactividad, el que impulsa a crear nuevos contenidos acordes con dicho lenguaje.
A su vez, la cultura digital no sólo debe apostar por el impacto de la introducción de las tecnologías en la enseñanza y en la transmisión de la cultura, en muchos casos marcada por cierto determinismo tecnológico, sino por el estudio profundo del desarrollo de nuevos contenidos, en una adecuada calidad vinculada a los nuevos medios y a su diseño. Desde esta perspectiva, puede decirse que la brecha digital denunciada por la UNESCO no se solucionará simplemente con un despliegue tecnológico, pues prevalecerá la fractura cognitiva si no se desarrolla un esfuerzo paralelo en los contenidos adaptados al medio digital (BINDE, 2005).
En la emergente sociedad basada en el conocimiento a través de lo digital, una de las tareas esenciales es analizar el efecto innovador de las TIC, especialmente con la evolución de Internet, que está conduciendo a nuevas formas de acceso, de indagación, de aprendizaje y de creatividad.
Conceptos Básicos
Patrimonio cultural
El patrimonio cultural es el reflejo de la actividad humana que nos documenta sobre la cultura material, histórica y artística de distintas épocas, y que, por su condición ejemplar y representativa del desarrollo de la cultura, es necesario conservar. (UNAM, 2008)
Los diferentes géneros que lo componen:
- Inmuebles.
- Pintura de Caballete.
- Obra Gráfica.
- Escultura.
- Murales.
- Libros.
- Numismática.
- Aparatos máquinas e instrumentos.
- Arte popular.
- Piezas arqueológicas.
- Piezas Paleontológicas
Sociedad del conocimiento
En una ‘sociedad del conocimiento’ las estructuras y procesos de la reproducción material y simbólica de la sociedad están tan impregnados de operaciones de conocimiento que el tratamiento de información, el análisis simbólico y los sistemas expertos cobran primacía frente a otros factores de reproducción como capital y trabajo. Las ‘sociedades del conocimiento’ no son simplemente sociedades con más expertos, más infraestructuras y estructuras tecnológicas de información sino que la validez del concepto depende de la verificación de que la producción, la distribución y la reproducción del conocimiento ha cobrado una importancia dominante frente a los otros factores de las reproducción social.
Una de las características de la ‘sociedad del conocimiento’ es la transformación radical de la estructura económica de la ‘sociedad industrial’, de un sistema productivo basado en factores materiales hacia un sistema económico en que los factores simbólicos y basados en conocimiento son dominantes. Factores cognitivos, creatividad, conocimiento e información contribuyen cada vez más a la riqueza de las empresas.
Otra característica es la científicación de áreas esenciales de la sociedad: (STEHR, 2000)
- Sustitución de otros formas de conocimiento por la ciencia;
- Tendencias hacia la constitución de la ciencia como fuerza productiva directa;
- Constitución de un sector político específico (política de educación y ciencia)
- Constitución de un nuevo sector productivo (producción del conocimiento)
- Transformación de las estructuras de poder (debate de la tecnocracia)
- Transformación de la base legitimadora del poder hacia el conocimiento especial (poder de expertos)
- Tendencia hacia que el conocimiento se constituya como factor básico de la desigualdad social y de la solidaridad social.
- Transformación de las fuentes dominantes de conflictos sociales.
La ‘sociedad del conocimiento’ no está solamente caracterizada por la ampliación del conocimiento verificado sino también por el creciente conocimiento del no-conocimiento y las incertidumbres y las inseguridades producidas por ello. El conocimiento en general y más específicamente el conocimiento de los expertos son sometidos a un proceso de reflexión y revisión continua, y de esta forma las reglas y las suposiciones de la sociedad se ponen cada vez más a menudo en cuestión. Las ‘sociedades del conocimiento’ se distinguen por poner a disposición de cada vez más actores nuevas y más amplias opciones de acción, y al mismo tiempo por la creciente puesta en duda de las estructuras de acción generalizadas y homogeneizadas.
En una ‘sociedad del conocimiento’ se erosionan las estructuras reguladoras de forma más rápida y este tipo de sociedad está caracterizada por el desarrollo de nuevas reglas. Por lo tanto, las ‘sociedades del conocimiento’ ganan en estabilidad, pero también en inseguridad y fragilidad. En las ‘sociedades del conocimiento’ no se constituyen necesariamente unidades sociales e intelectuales homogéneas, sino que ellas son caracterizadas por la existencia paralela o conjunto de diferentes formas de organización y pensamiento social.
Una ‘sociedad del conocimiento’ no es necesariamente más igualitaria que la ‘sociedad industrial’. Teniendo en cuenta, que la ‘sociedad del conocimiento’ sigue estando, según los diversos analistas, dominada por los principios básicos del capitalismo, se prevé que se seguirán reproduciéndose las desigualdades sociales y se producirán nuevas desigualdades. Por lo tanto, sería más conveniente hablar de un ‘capitalismo de conocimiento’ o ‘economía del conocimiento’, teniendo en cuenta que los principios básicos de las sociedades avanzadas siguen siendo la acumulación de capital y que se pretende someter la generación y el uso del conocimiento a las reglas del mercado.
Sistema
Entendemos por sistema una serie estructurada o integrada de procesos para manejar información o datos caracterizados por un procesamiento repetitivo de inputs, actualización de datos y generación de outputs.
Hipermedia
Es el término con el que se designa al conjunto de métodos o procedimientos para escribir, diseñar o componer contenidos que integren soportes tales como: texto, imagen, video, audio, mapas y otros soportes de información emergentes, de tal modo que el resultado obtenido, además tenga la posibilidad de interactuar con los usuarios.
La estructura hipermedia de estos contenidos, califica especialmente al conjunto de los mismos, como herramienta de comunicación e interacción humanas. En este sentido, un espacio hipermedia es un ámbito, sin dimensiones físicas, que alberga, potencia y estructura las actividades de las personas, como puede verse en casos como, entre otros: Redes sociales, Plataformas de colaboración online, Plataformas de enseñanza online, etc.
En el plano conceptual, Hipermedia designa a medias que puedan bifurcar o ejecutar presentaciones. Además, que respondan a las acciones de los usuarios, a los sistemas de pre ordenamiento de palabras y gráficos y puedan ser explorados libremente. Dicho sistema puede ser editado, graficado, o diseñado por artistas, diseñadores o editores.
Para Ted Nelson, la idea de que dichas medias manejen múltiples espacios simultánea o secuencialmente, hace que las medias se llame híper-media. En donde el prefijo híper, es un término prestado por las matemáticas para describir los espacios multidimensionales. El hipertexto se considera un subconjunto de los hipermedias y ésta a su vez de los multimedios según palabras de Woodhead en 1991. Para Dale en 1997 el hipertexto se utiliza para indicar las conexiones entre los documentos de naturaleza textual e hipermedias se refieren a la conexión entre los documentos de diversos tipos de medios.
Digitalización
La digitalización es el proceso de convertir información analógica en formato digital. Los materiales que se convierten pueden adoptar varias formas: cartas, manuscritos, libros, fotografías, mapas, grabaciones sonoras, microformas, películas, efemérides, objetos tridimensionales, etc.
El objetivo de la digitalización es mejorar el acceso a los materiales. Para tal fin, muchos de los materiales digitalizados pueden ser buscados a través de bases de datos en internet.
Para que los materiales puedan ser digitalizados existen varias maneras de capturarlos: por medio de escáner, fotografía digital, grabación digital, etc. una amplia variedad de equipamiento está disponible para ayudar en este proceso.
Cultura digital
La Cultura Digital es el estudio de los aspectos sociales, culturales, éticos y estéticos de la tecnología de la Información y la Comunicación. El enfoque principal es la interacción entre cultura y tecnología.
La cultura digital también estudia los diversos fenómenos sociales asociados a la Internet y otras nuevas formas de comunicación. Este concepto por lo general, no solo se refiere a las culturas de las comunidades virtuales, sino que se extiende a una amplia gama de temas culturales relacionados con los ciber- temas.
La cultura digital puede ser puramente una cultura en línea o puede abarcar ambos mundos físicos y virtuales. Es decir, que la cultura digital es una cultura que se repite frecuentemente de las comunidades en línea, no es sólo la cultura que resulta de uso de la computadora, pero la cultura que está directamente mediada por la computadora.
Por otra se ha criticado al internet y las nuevas tecnologías por crear una brecha en la forma de socializar entre las personas, ya que estas se vuelven cada vez más solitarias y el contacto humano desaparece.
La cultura digital y el uso de las nuevas tecnologías también han creado cambios en el entorno socioeconómico de las personas ya que se ocupan de emplear los medios más rápidos, facilites, económicos para realizar negocios.
Mundo de información, ¿Qué sirve y que no?
Dada la avalancha comunicativa que inunda nuestras sociedades técnicamente avanzadas, es cada vez más patente la necesidad de aprender hábitos o mecanismos cognitivos de filtrado y de selección de mensajes.
Desarrollar tales mecanismos, si se hace desde buenos criterios, es uno de los síntomas de autonomía en lo comunicativo, o sea, de ciudadanía mediática o audiovisual (Conill & Gonzálvez, 2004).
La tecnología está cambiando la forma en que recibimos y comprendemos la información. Internet está reforzando la tendencia actual a buscar activamente lo que la persona desea ver, leer o escuchar, antes que atenerse a lo que han seleccionado editores o productores. Sin embargo, la fascinación por el efecto transformador de todo esto permite olvidar que reportajes a la antigua y caros, todavía son esenciales. De hecho, organizaciones defensoras de la libertad de prensa han registrado pérdidas a nivel mundial, su poder e influencia menguan y su acción se ve cuestionada día a día. (MOELLER, 2009).
Precisamente uno de los grandes cometidos de la educación en la cultura digital y audiovisual es, así lo entiendo, luchar contra cierta afinidad digital múltiple creada al calor de los nichos digitales o las cámaras de eco electrónicas.
La única diferencia entre la capacidad de percepción de un adulto y la de un recién nacido es que el primero ya sabe discriminar entre toda la información recibida sensorialmente y clasificarla. Dicha posibilidad existe gracias al proceso de aprendizaje que vivió el individuo, y que adiestró sus capacidades innatas para tal fin.
Ese entrenamiento consiste en “identificar o diferenciar los rasgos del campo visual, lo que constituye más una operación intelectual que estrictamente sensorial”.
La tecnología en la organización
Comercio electrónico
Consiste en la compra y venta de productos o de servicios a través de medios electrónicos, tales como Internet y otras redes informáticas. Originalmente el término se aplicaba a la realización de transacciones mediante medios electrónicos tales como el Intercambio electrónico de datos, sin embargo con el advenimiento de la Internet y la World Wide Web a mediados de los años 90 comenzó a referirse principalmente a la venta de bienes y servicios a través de Internet, usando como forma de pago medios electrónicos, tales como las tarjetas de crédito.
Ventajas del comercio electrónico:
Mejoras en la distribución: La Web ofrece a ciertos tipos de proveedores (industria del libro, servicios de información, productos digitales) la posibilidad de participar en un mercado interactivo, en el que los costos de distribución o ventas tienden a cero, como por ejemplo en la industria del software, en la que los productos pueden entregarse de inmediato, reduciendo de manera progresiva la necesidad de intermediarios.
Comunicaciones comerciales por vía electrónica: Actualmente, la mayoría de las empresas utiliza la Web para informar a los clientes sobre la compañía, aparte de sus productos o servicios, tanto mediante comunicaciones internas como con otras empresas y clientes; esto facilita las relaciones comerciales, así como el soporte al cliente, ya que al estar disponible las 24 horas del día, las empresas pueden fidelizar a sus clientes mediante un diálogo asincrónico que sucede a la conveniencia de ambas partes.
Beneficios operacionales: El uso empresarial de la Web reduce errores, tiempo y sobrecostos en el tratamiento de la información. Los proveedores disminuyen sus costos al acceder de manera interactiva a las bases de datos de oportunidades de ofertas, enviar éstas por el mismo medio, y por último, revisar de igual forma las concesiones; además, se facilita la creación de mercados y segmentos nuevos, el incremento en la generación de ventajas en las ventas, la mayor facilidad para entrar en mercados nuevos, especialmente en los geográficamente remotos, y alcanzarlos con mayor rapidez.
Facilidad para fidelizar clientes: Mediante la aplicación de protocolos y estrategias de comunicación efectivas que le permitan al usuario final del portal web de la compañía plantear inquietudes, levantar requerimientos o simplemente hacer comentarios con relación a los productos o servicios de la misma, y si y solo si estos comentarios son debidamente procesados se puede crear un elemento importante para lograr la fidelización de los clientes, y en consecuencia aumentar la re-compra de productos y servicios, así como también la ampliación del rango de cobertura en el mercado.
Fig. 1: ingresos por medio del comercio electrónico. (AMIPCI, 2012)
Publicidad en internet
En esencia, la «publicidad en internet» es una forma de comunicación impersonal que se realiza a través de la red y en el que un patrocinador identificado transmite un mensaje con el que pretende informar, persuadir o recordar a su público objetivo acerca de los productos, servicios, ideas u otros que promueve. Todo esto, con la finalidad de atraer visitantes hacia su sitio web, posibles compradores, usuarios, seguidores, por citar algunos. (Thompson, 2006)
Marketing aprovechando las redes sociales.
Los anuncios en televisión, prensa o radio son menos eficaces que la publicidad segmentada, basada en el conocimiento de los gustos personales de cada consumidor. Las redes sociales (MySpace, Facebook, LinkedIn, etc.) pueden aportar este conocimiento, ya que cada miembro publica por iniciativa propia sus gustos, preferencias, aficiones, fobias e ilusiones. Además, se relaciona con otras personas, lo que añade información sobre él mismo. En base a este perfil, el sistema podría mostrar a cada persona publicidad relevante según su perfil; y hacerlo simultáneamente para cada individuo de la red. Pero, ¿realmente funciona así?
Lo cierto, es que a día de hoy, las ventajas de la hipersegmentación son más teóricas que prácticas.
Hasta ahora, lo que ha funcionado es la publicidad segmentada, pero sobre grupos, no sobre individuos. No es evidente que atacar a los individuos sea más rentable, porque, aunque sea más eficaz (y eso todavía hay que probarlo), también es mucho más caro. Además del coste de entregar a cada persona un mensaje distinto (lo que ofrecen las redes sociales), hay que considerar el coste de crear esos mensajes, una labor muy intensiva en tiempo y recursos.
Las redes sociales son el servicio de Internet que más ha crecido en los últimos años. MySpace o Facebook tienen más de 100 millones de usuarios mensuales cada uno; en Estados Unidos el 37% de usuarios adultos participa en estas plataformas; y en España, el 83% de los jóvenes internautas utiliza redes sociales y un 25% está registrado en más de una red.
¿Cómo funciona?
Las posibilidades para utilizar redes sociales dentro de una estrategia de marketing son variadas. Veamos algunos ejemplos en las redes más populares:
Facebook ofrece varias opciones al anunciante, respetando siempre un criterio: no más de dos anuncios por página.
Facebook Pages: la opción más sencilla. La marca crea un perfil en la red y puede interactuar con los usuarios. Es gratuito.
Social Ads: anuncios que incorporan la participación de los usuarios, aportando credibilidad a la campaña. Por ejemplo, si estás promocionando una nueva colonia de Calvin Klein, y un usuario (llamémosle Elena) se hace “fan” de la marca, sus contactos podrían ver un mini-banner con la imagen de Elena y un mensaje: “Elena es fan de Calvin Klein. Descubre su nueva fragancia aquí”.
Beacon: los usuarios reciben información sobre las compras que sus amigos hacen en otras webs, fuera de Facebook. Una recomendación indirecta, ya que si tu amigo compra algo, quizá a ti también te interese.
Aplicaciones: se puede construir una aplicación (un programa que se instala como una herramienta más dentro de Facebook), para que los usuarios la utilicen. Por ejemplo, la aplicación de una web de viajes permite reflejar en que países del mundo has estado y colocarlo en tu perfil.
Encuestas: para conocer la opinión de los usuarios, se pueden lanzar encuestas y obtener resultados en muy poco tiempo.
Insights: un sistema de medición sobre los servicios anteriores, para conocer los detalles sobre los usuarios que interactúan con tus campañas.
Hasta ahora, la Inversión de marketing en redes sociales es pequeña, en torno a un 5% del total de inversión online, y no se espera que ese porcentaje crezca mucho en los próximos años…
Hoy por hoy es un crimen el que las organizaciones no aprovechen a las redes sociales como una estrategia e márquetin, tal parece que existe una desconfianza en la efectividad de dicha inversión. Lo que es cierto es que poner en marcha una campaña publicitaria a través de la radio o publicidad en espectaculares resulta mucho más caro que hacerlo mediante alguna red social, como Facebook por citar alguna. Ya no hablemos de los costos de publicitarse por medio de anuncios en la televisión donde el tiempo al aire resulta excesivamente caro.
Los sistemas de información
Desde hace tiempo ya diversos autores han contextualizado a la información dentro de la Ciencia de la Administración, y a su vez dentro de la planificación y de la toma de decisiones como la conversión de la información en acción.
Una forma de diferenciar a los sistemas de información es la siguiente: (SENN, 1992)
- sistemas para el procesamiento de transacciones.
- sistemas de información administrativa.
- y sistemas de información para la decisión.
Frecuentemente se ha utilizado el término informatización como sinónimo de sistemas de información. Y aunque la mayoría de los autores están de acuerdo en asumir que un sistema de información requiere un adecuado proceso de informatización, lo que también está claro es que no en todos los casos la construcción de un sistema de información lleva aparejado el uso de tecnologías de la información. (GIL PECHUAN, 1997)
Sin embargo, asumimos que hoy en día cualquier sistema de información, por pequeño que sea requiere de unos mínimos procesos de automatización.
También parece adecuado señalar que las distintas aplicaciones informáticas que funcionan por separado impiden la adecuación de un sistema de información, de manera que como señala Gil Pechuan para que el sistema de información exista «deberá contemplar el diseño de un sistema integrado que relacione las informaciones generales por las diversas aplicaciones funcionales de la empresa y que permita así, mejorar los procesos de toma de decisiones» (GIL PECHUAN, 1997).
Realizada la aclaración anterior, asumimos que la aplicación de los sistemas de información al ámbito de la empresa, aunque puede orientarse a cualquier tipo de organización, incluye los siguientes tipos:
- Los Sistemas de Información para la Gestión (SIG), o Management Information Systems (MIS).
- Sistemas Soporte a la Decisión (SSD), o Decision Support Systems (DSS).
- Sistemas de Información para Ejecutivos (SIE), o Executive Information Systems (EIS).
Sistemas de información para la gestión (mis).
Los Sistemas de Información para la Gestión son un conjunto de herramientas que combinan las tecnologías de la información (hardware + software) con procedimientos que permitan suministrar información a los gestores de una organización para la toma de decisiones.
Podemos afirmar que estos sistemas se componen de tres funciones; la recopilación de datos, tanto internos como externos; el almacenamiento y procesamiento de información; y la transmisión de información a los gestores.
Parece que el uso de los sistemas de información para la gestión dejaban incompletas las necesidades informativas de los gestores de las empresas, surgiendo, así, distintos sistemas para la toma de decisiones. Describiremos los Sistemas Soporte a la Decisión, y los Sistemas de Información para Ejecutivos.
Sistemas soporte a la decisión (dss).
es un sistema de información interactivo basado en ordenador que utiliza normas y modelos de decisión, que junto con una base de datos soporta todas las fases del proceso de toma de decisiones, principalmente en decisiones semiestructuradas bajo el control total de aquellos que se dedican a tomarlas.
Características que permiten diferenciar a un DSS del que no lo es:
- El DSS soporta todas las fases del proceso de toma de decisiones: inteligencia, diseño, elección e implementación.
- El soporte se realiza a varios niveles de los equipos de gestión, desde los altos ejecutivos a los gestores de base.
- Soportan varios niveles de decisiones interdependientes o secuenciales y una variedad de procesos y estilos de toma de decisiones.
- Y son fáciles de usar.
Sistemas de información para ejecutivos (eis).
Los EIS’s han sido confundidos en sus orígenes con los DSS’s. Dicho problema se ha debido a la confusión existente sobre a qué tipo de nivel directivo iban enfocados cada uno. Los EIS’s orientados a la alta dirección aparecen cuando los ejecutivos de las compañías requieren datos para tomar decisiones pero no pueden dedicar tiempo para extraer la que necesitan del conjunto total recibido. (FRIEND, 1988)
A groso modo este tipo de sistemas son un software, con un sistema de recuperación amigable que provee información electrónica a los directivos con un acceso rápido a la información que forma parte de las áreas clave de la empresa, ayudando a realizar las actividades de gestión para conseguir los objetivos de la empresa. (BIRD, 1992)
Características de un EIS:
- Son sistemas usados por los altos ejecutivos de las empresas,
- Es usado por ejecutivos para controlar el trabajo de otros ejecutivos,
- Su principal uso es informativo,
- Se concentra en la gestión general de la organización, y para ello utiliza información interna y externa, información histórica para realizar predicciones, y todo tipo de datos numéricos y textuales.
Para definir con mayor exactitud qué es un Sistema de Información para Ejecutivos, enumeramos las características que le son propias:
- Estar personalizado al ejecutivo como individuo.
- Extraer, filtrar, consolidar y visualizar los datos críticos.
- Acceder en tiempo real a las variables que definen el estado de la empresa.
- Visualizar tendencias y suministrar informes de incidencias.
- Mecanismos de alarma, para atraer la atención del usuario, ante desviaciones importantes de las variables críticas.
- Interface amigable con el usuario, que necesita de un mínimo entrenamiento para su uso. Usado directamente por los ejecutivos, sin intermediarios.
- Presenta la información que incorpora, simultáneamente, gráficos, tablas, textos y sonidos.
Sin embargo, no para todos los autores los EIS’s tienen personalidad propia, y así para otros un sistema de información para ejecutivos no es más que un sistema soporte a la decisión de manejo sencillo que está especialmente diseñado para ejecutivos.
Hemos de resaltar que no siempre se consigue diferenciar técnicamente qué es un DSS y qué es un EIS, de manera que más bien las diferencias vienen reguladas por el tipo de decisiones que soportan. Así, pensamos que un DSS asume decisiones estructuradas, es decir problemas claramente formalizados; mientras los EIS asumen aquella categoría de decisiones que habíamos descrito como no programables o intuitivas.
De cualquier manera, tanto uno como otro, requieren el uso de recursos de información, tanto formales como informales, y de información procedente tanto del exterior de la organización como del interior de la misma.
La gestión del conocimiento
Ha sido en la última década cuando se ha descubierto que las personas se convierten en la clave de las organizaciones, que deben basar su crecimiento y competitividad en la creatividad y la iniciativa de sus miembros.
Surge, así, la gestión del conocimiento (knowledge management) como el concepto capaz de articular el capital intelectual y todo el potencial que llevan dentro de sí los recursos humanos, y transformarlos en valor para la acción.
Algunos autores consideran que la gestión del conocimiento aparece debido a que la gestión de información se ocupaba del conocimiento explícito, es decir aquel recogido en los documentos, y no en el conocimiento tácito (NONAKA, 1995).
Las nuevas estructuras organizativas, requieren una gestión de los recursos y de los activos diferentes. El saber y el conocimiento se convierten en la base de la estrategia y en el verdadero activo de cualquier organización, representado en sus individuos.
Veamos algunas características de la gestión del conocimiento. Earl [81] propone cuatro componentes para que una empresa sea capaz de crear una estrategia capaz de generar conocimiento:
- sistemas del conocimiento,
- redes,
- trabajadores del conocimiento,
- y organizaciones aprehendientes.
La gestión del conocimiento implica crear nuevo conocimiento, gestionar el conocimiento que se encuentra diseminado en la organización e incorporado en productos, servicios y sistemas, lo cual no tiene el mismo significado que producción, almacenar o recuperar que es más propio de la gestión de la información. (NONAKA, 1995)
La gestión del conocimiento se convierte en el proceso que permite asegurar el desarrollo y aplicación de todo tipo de conocimientos pertinentes en una empresa con el objeto de mejorar su capacidad de resolución de problemas y contribuir a la sostenibilidad de sus ventajas competitivas. (ANDREU, 1999)
Entendemos en el marco teórico de este trabajo, que el objetivo de la gestión del conocimiento son las personas como fuente de información, y la transformación de todo ese conocimiento a alguna forma estructurada que permita ser procesada e incorporada a un sistema de información.
Gestión de información VS Gestión del conocimiento
Algunos autores afirman que la gestión del conocimiento se basa en parte en la gestión de información.
Esta afirmación se sustenta en las semejanzas y diferencias entre la gestión de la información y la gestión del conocimiento, y la necesidad de una correcta gestión de la información para realizar adecuada gestión del conocimiento.
|Si bien es cierto, tanto para hacer pura gestión de la información, como para hacer gestión del conocimiento, se necesitan las tecnologías de la información y las comunicaciones, la utilización de dichas tecnologías tendrá enfoques muy distintos en función de que se quiera gestionar información o conocimiento. Para gestionar conocimientos, se disponen de herramientas informáticas específicas como los almacenes de datos (dataware house), almacenes parciales de datos (data mart); minería de datos (data mining), etc., que poco tienen que ver con las clásicas herramientas informáticas de la gestión convencional. (Maestre Yenes, 2000)|
Las herramientas que plantea Maestre son válidas, pero existen también otras herramientas y sistemas tal vez más convencionales y poco reconocidas en este entorno de la gestión del conocimiento que hasta ahora se han identificado en su mayoría como parte de las actividades que involucra la gestión de la información como son: el flujo ascendente de la información, las bibliotecas virtuales, los catálogos, los informes, las ponencias, las bases de datos, los sistemas estadísticos, el correo electrónico, la mensajería instantánea, las teleconferencias, videoconferencias, entre otros.
Las diferencias principales entre la gestión de la información y gestión del conocimiento se establecen a partir de que: (Mcelroy, 2003)
- La gestión del conocimiento se interesa en la declaración o demanda hecha sobre el valor, veracidad, el contexto o las acciones.
- También, en la producción del conocimiento requerido y las vías para validarlo, compartirlo y usarlo.
Y señala que la gestión de información:
- Tiende al manejo de los productos y su contenido informacional y sus atributos, y no a demandar valor, veracidad o contexto.
- Ninguno de los procesos y soportes, acompañan a la producción, distribución y uso del conocimiento relacionado.
Coincidimos con este planteamiento en relación a la importancia que tiene para la gestión del conocimiento, el establecimiento de vías para compartirlo y utilizarlo, como elemento distintivo de la gestión del conocimiento apoyada en el uso intensivo y apropiado de las tecnologías de información y las comunicaciones.
Esta afirmación lleva implícito también que las vías para compartir el conocimiento pueden incluirse en el conjunto de procesos y herramientas que permiten la integración sistémica de acciones para el aprovechamiento y utilización del conocimiento, la información y la experiencia acumulada en el desarrollo cualitativo de una organización.
También se establece que:
- La gestión de conocimiento es una necesidad de las organizaciones, es un estadio superior en su funcionamiento.
- La gestión de información es la base de la gestión del conocimiento, facilita su conocimiento implícito.
- Una gestión del conocimiento eficaz requiere soluciones híbridas entre las personas y la tecnología.
- Compartir y utilizar conocimientos son exigencias de la gestión del conocimiento.
- La organización y diseño de los sistemas de información puede hacer a la organización más inteligente.
- La gestión del conocimiento es inherente a cualquier organización en tanto busca su mejor rendimiento y competencia.
Muchos de los autores estudiados reconocen que la información y el conocimiento se vinculan con las personas, cada uno en un plano diferente, donde la información está compuesta por datos que, cuando se les agregan valor, se convierten en información, mientras que el conocimiento es información transformada por medio del razonamiento. El proceso más importante que debe potenciarse en cualquier organización es el compartir este conocimiento. Sin embargo, todos señalan que compartir conocimiento es lo que más barreras encuentra en su realización.
Estos referentes demuestran la importancia de incorporar adecuadamente los elementos que se plantean en las “Bases para la introducción de la gestión del conocimiento en Cuba”, para lograr la integración coherente de todos los elementos dentro de la organización.
Inteligencia de negocios
Es una estrategia empresarial que persigue incrementar el rendimiento de la empresa o la competitividad del negocio, a través de la organización inteligente de sus datos históricos (transacciones u operaciones diarias), usualmente residiendo en Data Warehouse corporativos o Data Marts departamentales. (Inocencio, 2004)
El concepto de BI no es nuevo, desde que la idea fue introducida a mediados de los años 60, no ha dejado de evolucionar a soluciones más efectivas y adaptadas al nuevo entorno tecnológico imperante.
Con los costos de hardware descendiendo, procesadores mas potentes, el dominio del Internet-Web y software de gestión más eficientes, el concepto de inteligencia de negocio (BI) se coloca al alcance de muchas organizaciones modernas quienes están interesadas en maximizar sus inversiones en el área informática.
Los sistemas de soporte de decisión fueron el origen de todo, luego aparecieron conceptos similares tales como los Sistemas Ejecutivos de Información, hasta llegar al estado del arte actual. Los pioneros del campo fueron el Dr. Ralph Timbal, considerado el Dr. del DSS, y Bill Inmon, considerado el padre del Data Warehouse.
BI es una necesidad del negocio. Entre las principales razones que justifican una inversión en BI se pueden señalar:
- Visibilidad de lo que está pasando en el negocio
- Informes / reportes centralizados
- Análisis de tendencias y “predicción” del futuro
- Toma de decisiones efectivas sobre productos que funcionan y lo que no funcionan
- Centraliza datos dispersos
- “Valida” sistemas transaccionales
Los principales “productos” de BI usualmente son los siguientes: Cuadros de Mando Integrales, dashboards corporativos, KPI (Key Performance Indicators), CPI (Corporate Performance Indicadotors), reportes y gráficos de todo tipo, entre muchos otros. Por el contrario, los insumos de BI es inmensa “estela” de datos que va dejando la empresa de sus operaciones diarias.
Podríamos afirmar que la empresa está cimentada sobre una inmensa “mina” de datos, explotarla y obtener que los datos se conviertan en información de valor es el reto de los proyectos de BI. Su implantación requiere de un análisis, diseño e implementación cuidadosa. Usualmente las empresas emprenden proyectos de BI corporativos, o Data Warehouse corporativos. Tienden a ser por rango o nivel de necesidad de la información: Estratégica, de Gestión u Operacional.
Desde un punto de vista tecnológico, el elemento central de BI suele ser un data warehouse o data marts (o ambos). Son grandes bases de datos corporativas que albergan datos agrupados y procesados usualmente por dimensiones: región, tiempo, producto, unidad de negocio, entre otras. (Martínez, 2002)
Los proyectos de inteligencia de negocios suelen iniciarse a través de la alta dirección, los departamentos de planificación estratégica o de marketing, y requieren el concurso de informática para su implementación.
Hoy día es muy sencillo acceder a información almacenada en un reservorio de inteligencia de negocios (data mart o data warehouse) a través de herramientas tradicionales como MS Excel. De lo que se trata es de explotar al máximo las potencialidades de las herramientas existentes y maximizar el retorno sobre la inversión del negocio.
Por el contrario, si el usuario final requiere de realizar análisis más profundo sobre los datos almacenados en los data marts o data warehouse, el concepto de minería de datos (Data Mining) es el más apropiado para realizar una explotación más profunda y en sintonía con las necesidades analíticas de los datos.
Ahora sabemos que la Inteligencia de negocios es un compendio de tecnologías y aplicaciones que permiten recopilar la información de las diferentes fuentes de su empresa, almacenarla, analizarla y proveerla a todo tipo de usuarios de su empresa con el fin de que puedan tomar mejores decisiones de negocio.
La Inteligencia de Negocios es el conjunto de productos y servicios que permiten a los usuarios finales acceder y analizar de manera rápida y sencilla, la información para la toma de decisiones de negocio a nivel operativo, táctico y estratégico.
El término Inteligencia de negocios (Inteligencia de Negocios) hizo su aparición en 1996 cuando un reporte de Gartner Group dijo textualmente lo siguiente:
En 2000, la Democracia Información emergerá en las empresas con visión de futuro, con información de inteligencia de negocios y las aplicaciones disponibles en líneas generales a los empleados, consultores, clientes, proveedores y el público. La clave para prosperar en un mercado competitivo es mantenerse delante de la competencia. La toma de decisiones de negocio acertadas basadas en información precisa y actual necesita algo más que intuición. El análisis de datos, informes y herramientas de consulta pueden ayudar a los usuarios de negocios vadear a través de un mar de datos para sintetizar la información valiosa de ella – hoy estas herramientas se dividen colectivamente en una categoría denominada «Inteligencia de negocios».
Para el año 2000, la Democracia de la Información emergerá en las empresas de vanguardia, con las aplicaciones de Inteligencia de Negocios ampliamente disponibles a nivel de empleados, consultores, clientes, proveedores y el público en general. La clave para surgir en un mercado competitivo es mantenerse delante de sus competidores. Se requiere más que intuición para tomar decisiones correctas basadas en información exacta y actualizada. Las herramientas de reporte, consulta y análisis de datos pueden ayudar a los usuarios de negocios a navegar a través de un mar de información para sintetizar la información valiosa que en él se encuentra – hoy en día esta categoría de herramientas se les llama «Inteligencia de Negocios»
Aprovechar “La nube”.
Las pequeñas empresas y las grandes organizaciones comparten un gran número de las necesidades básicas en materia de tecnología de la información, como la comunicación, la seguridad, la confiabilidad, el almacenamiento y la administración de escritorio. Sin embargo, las pequeñas empresas disponen de menos recursos, por lo que tienen una capacidad limitada para realizar grandes inversiones de capital en el ámbito de TI.
Antes de continuar, me gustaría desmitificar el hecho de que el camino hacia la nube es complicado y pedregoso. Es posible que sea cuesta arriba pero, ¿qué decisión empresarial no lo es?
Si bien es cierto que esta tecnología que es relativamente nueva puede servir de mucha ayuda a las organizaciones, siempre debe de seguirse una serie de pasos que permitan implementar tecnologías de este tipo correctamente en una organización.
Como en todo proceso de cambio, antes de movernos, deberemos evaluar dónde estamos, a dónde queremos ir (y qué queremos conseguir), cuándo, qué medios tenemos, cómo queremos usarlos y en qué estado queremos llegar. Esto aplica igual tanto si estamos planificando un viaje de ocio, como si hablamos de un proceso empresarial.
Siguiendo con el argumento, es conveniente pasar por las siguientes fases:
1. Preparación: evaluar criticidad y riesgos
Preparar el camino para subir a la nube implica evaluar la criticidad del recurso tecnológico que vamos a migrar (infraestructura, plataforma o aplicación) así como los riesgos que se pueden producir si falla. Es posible que muchos riesgos ya estén evaluados en un plan de sistemas que la compañía tenga, pero en otros casos no. De igual forma, es necesario conocer las ventajas que nos ofrece la nube, para poder hacerlas coincidir con los objetivos más inmediatos que tengamos y que nos han llevado a tomar la decisión de acercarnos a ella (costes, fiabilidad, rapidez, volumen de negocio, flexibilidad, etc.).
Nos ayudarán preguntas como:
- ¿Cuál es el objetivo inmediato? ¿De cuánto tiempo dispongo?
- ¿Es necesario tener alta disponibilidad del recurso?
- ¿En qué estado de amortización se encuentra la inversión del recurso actual? En este punto, debo destacar que cuando hablamos de infraestructuras, existen en el mercado proveedores que son proclives a negociar la adquisición de equipos en plena amortización dentro de un plan global que se realiza en conjunto.
- ¿Durante cuánto tiempo podría funcionar la compañía sin ese recurso?
- ¿Qué riesgos está la compañía dispuesta a asumir durante el proceso de cambio?
- ¿Qué tipo de información (datos de negocio) queremos que esté involucrada?
Todas estas reflexiones, y otras muchas, deben hacerse antes y durante el camino, porque serán condicionantes posteriores para diversas elecciones que deben hacerse. En muchos casos no todos los recursos tecnológicos de la empresa podrán (aún) estar en la nube, pero es importante que en este momento sepamos cuáles, y por qué.
2. Elección: y el servicio elegido es…
La fase de preparación nos debe haber permitido decidir por dónde comenzar. Imaginemos que vamos a sustituir la intranet de la compañía por una red social corporativa en la nube. Es el momento de pensar ¿qué se debe tomar en cuenta ahora? Los siguientes puntos deberían ser considerados:
Objetivos a conseguir. Se deben enumerar y cuantificar, aplicados ya a éste servicio en concreto. Pueden ser económicos (costes o ventas), de eficiencia, de negocio, o de cualquier otra índole. Fijemos objetivos racionales, fáciles de medir.
Presupuesto. Es crucial saber qué cuesta actualmente el recurso elegido (inversión si la hubo, costes de mantenimiento) y asignar un presupuesto al nuevo.
Equipo. Hay que nombrar un equipo que se encargue del proyecto, que puede ser una única persona, y que se encargará de coordinar los recursos internos necesarios, de la adopción y del cumplimiento de los objetivos.
Tiempo. Cuándo se quiere tener operativo el servicio en la nube. Este parámetro será estimado, porque se debe negociar con el proveedor cuando se vaya a elegir, pero es interesante haberlo establecido como hito. Por ejemplo, el Consejo de Administración se reúne en abril, y para entonces deberíamos tener el servicio operativo en la nube.
Indicadores. Los que permitan medir el éxito de la migración. Normalmente serán mediciones de los objetivos que se quieren conseguir.
Del mismo modo, en la elección debemos establecer pautas sobre la cantidad de usuarios a utilizar el servicio, su perfil (uso intensivo o esporádico, consulta o gestión, itinerantes o internos), desde qué dispositivos se quiere utilizar (equipos de sobremesa, portátiles o dispositivos móviles), flujo de datos necesario (para establecer volúmenes), y posibles picos de uso o crecimiento previsto. Los puntos anteriores pueden ser sumamente sencillos si el servicio que subiremos a la nube es básico. En cualquier caso, nos ayudarán a negociar con el proveedor del servicio y a facilitar la transición, porque teniendo esta información clara, será m ás fácil conocer cuánto cuesta el servicio y si un proveedor concreto cubre las necesidades que tengamos.
También es importante reflexionar sobre ¿quién maneja qué? En un servicio en la nube, cuanto más complejo es, más factores intervienen.
3. Evaluar proveedores y productos
Posiblemente, esta fase de elección del proveedor, se haga paralelamente a la anterior en una parte del camino, porque la riqueza de servicios Cloud (o productos Cloud) que existe hoy en día, nos ofrecen posibilidades y comodidades que quizás no hubiésemos considerado. Para elegir bien, debemos basarnos en los pilares: compañía-producto-servicios.
Compañía. Datos sobre la compañía nos serán útiles, su trayectoria, cartera de clientes, solvencia, y posiblemente cifras. Debo decir que hay compañías pequeñas que están ofreciendo excelentes productos en la nube en todo el mundo, así como compañías grandes que los ofrecen muy malos. Todo depende de qué busquemos.
Producto. ¿Cubre las expectativas que hemos ya analizados? En caso contrario, ¿Ofrece alternativas razonables? Aquí entra en juego todo el trabajo realizado previamente en las fases 1 y 2.
Servicios. Aquí me refiero a todo lo que rodea el producto en la nube que vamos a contratar, es decir, los contratos de nivel de servicio (SLA, o CNS), los plazos de permanencia si existen, las condiciones del servicio, los criterios de seguridad que apliquen, certificaciones, así como toda la cadena de proveedores que ellos tengan.
Una de las ventajas de la nube es la elasticidad, esto es, poder contratar y pagar sólo por aquello que uso, en cada momento. Es decir, en el ejemplo de la red social, contratar 50 usuarios sólo para la campaña de verano, o eliminar la funcionalidad X que no se usa. Si vamos a necesitar elasticidad habrá que evaluar la rapidez y fiabilidad con que se puede aumentar o disminuir los recursos que son contratados.
Me gustaría hacer una breve reflexión ahora sobre la seguridad y los datos. Aunque cada vez menos, sigue siendo una barrera para subir a la nube y debemos tenerlo en cuenta. En el primer punto hablábamos de riesgos. Siempre existe el riesgo de un desastre natural que corte el acceso a los datos, o podría existir un defecto de seguridad que ponga en compromiso mi información. Por eso, este tema hay que hablarlo con el proveedor durante la etapa de elección. Es muy conveniente conocer los procesos de funcionamiento del proveedor, sus criterios de seguridad y las certificaciones que posea, y los compromisos de confidencialidad que pueda tener con sus empleados o los que nos interesen a nosotros. Me gustaría citar a Pedro Prestel, presidente de EUROCLOUD, en una conferencia, “Las empresas necesitan saber cómo se protege su información y cómo se garantiza la integridad y disponibilidad de la misma”
Como ya hemos hecho un presupuesto, tendremos más herramientas para evaluar la política de precios de cada proveedor que analicemos. Normalmente se paga una cantidad periódica mientras se esté usando el servicio, que puede llamarse suscripción, fee, tarifa, o de diversas formas. Lo que suele variar, es la cantidad de conceptos que se toman en cuenta para pagar (potencia de cálculo, número de máquinas, usuarios, espacio, funcionalidad, etc.). Por esto, el análisis previo nos permitirá conocer el precio a pagar por el servicio que queremos, tanto en el caso medio, como en las puntas o picos que habíamos calculado. También nos permitirá conocer posibles economías por niveles de contratación, o por períodos de permanencia.
4. Plan de acción y plan de contingencia
Bien, hemos elegido proveedor. Ahora es el momento de elaborar el plan de contingencia, aquél ¿Qué pasa si…? Es el momento de cerrar el acuerdo de nivel de servicio, de establecer cómo se realiza el seguimiento del servicio, y en general, de elaborar el plan de acción.
En esta fase, ya intervienen los miembros del equipo que nombramos, que deben ser conscientes de las condiciones del servicio, de los indicadores a evaluar, y de los plazos que nos hemos marcado para la puesta en marcha. Ellos también se encargarán del cambio interno, de garantizar que el “nuevo estilo” de hacer lo que hayamos elegido, llegue a todo el público objetivo.
Cuando el servicio está activado, es el momento de pasar a la operativa normal, y medir.
5. Medir impacto y satisfacción: comprobar indicadores
Debemos conocer si hemos cumplido los objetivos propuestos, y en qué medida. Pero los indicadores no nos valdrán solamente para conocer el nivel de satisfacción y cumplimiento en una primera fase, sino para conocer su evolución en el tiempo y para evaluar el desempeño del proveedor. Este conocimiento nos permitirá tomar medidas a tiempo y evitarán posibles perjuicios.
Los indicadores que se hayan elegido dependerán de cada compañía, y pueden ser económicos (sobre todo en una primera etapa de reducción de costes), de eficiencia de negocio (llegar antes al mercado, consumir menos tiempo o recursos en un procedimiento concreto, variación de ventas o satisfacción de clientes), de imagen o competitividad (lo que últimamente se mide mucho en base al impacto en redes sociales y foros especializados).
6. Mantenimiento
Si hemos llegado hasta aquí, entonces hemos adoptado un nuevo servicio en la nube, que ahora entra en formato “mantenimiento”. Estaremos disfrutando de las ventajas de la nube, con las precauciones que hemos tomado. Lo conveniente es dejar pasar un tiempo, comprobar que el éxito es sostenible en el tiempo, y por lo tanto estamos listos para el siguiente paso: ¿Qué es lo siguiente que subimos a la nube?
La cultura y el medio digital
Frente a la sensación de un futuro arrollador y el peligro de una carga excesiva… 10 puntos de reflexión:
1. La tecnología informática está en un estado rudimentario, aunque la propaganda constante quiera hacernos pensar lo contrario…
Entrar en ella es una fuente de sinsabores, enfados y desconciertos, pérdidas de tiempo… e inversiones.
Equipos y programas, hardware y software están sujetos a un ciclo de «obsolescencia programada»: todo quedará anticuado o inútil en plazos muy cortos.
2. Pero al mismo tiempo, la Red ofrece hoy un conjunto único de posibilidades para la difusión de la información, para el contacto con el público y el desarrollo de proyectos culturales.
Publicar ya no es algo al alcance sólo de empresas con medios.
Difundir tampoco. En cualquier proyecto cultural el problema es llegar a nuestro público; el cuello de botella es la distribución, la difusión… Por eso un medio directo como la web sólo puede ser beneficioso: como base de la actividad en papel, o como complemento a ella…
3. ¿Qué es hoy la red? Una cosa muy grande, muy liosa, muy complicada. Medio billón de páginas web, creciendo a razón de un millón por día, son muchas páginas…
¿Como destacar, o sencillamente, cumplir nuestra misión allí? Hay aspectos tecnológicos (como el control de los buscadores), pero otros más humanos: conocer nuestras metas, dirigirnos a quienes pueden apreciarnos, y que ellos se lo cuenten entre sí…
¿Como conocemos ahora la existencia de revistas, de qué libros se van publicando? Por librerías (pero donde no hay, o son pequeñas…), por noticias en la prensa, recensiones (pero son muy pocas…), y sobre todo por el aviso de amigos, por citas en otras publicaciones…
4. Hay dos modelos para estar en la Red: el modelo rascacielos, y el modelo árbol. El rascacielos exige planificación, licencias, materiales… El árbol, suelo, agua y sol.
El rascacielos crece del modo en que ha sido planeado. Un árbol extiende sus ramas en la dirección en que hay más luz, o se contorsiona para adaptarse a una roca…
El rascacielos nace con el esqueleto que le sostendrá para siempre, y con la altura que va a llegar a alcanzar. El árbol va adaptando su estructura (grosor del tronco, número de ramas…) a sus necesidades y ¿quién sabe dónde llegará?
5. El sol es el proyecto. Pensemos qué somos: nuestra presencia en la red será una reformulación de lo que somos.
No siempre es fácil saber qué somos (o qué vendemos): ¿papel, servicios de información, ideología, placer estético y sensualidad táctil, buena conciencia…? Algunas de estas cosas no son trasplantables a la Red.
Pensemos en qué queremos ser: a lo mejor la red nos da oportunidades de convertirnos en eso. (Si ya nos gusta ser lo que somos, ¡maravilloso!)
6. El suelo, la base, es el dominio del medio (quienes hoy hacen una revista, ¿no saben de tipografía, corrección, diagramación, gramajes, registros, tintas y repintes, ditribución y puntos de venta?). No se puede estar bien en un medio que no se conoce.
Si hay recelo, desconocimiento, inseguridad sobre la Red, lo mejor es ir a una presencia mínima. Pero ésta debe existir.
Para conocer el medio, lo primero es usarlo: ¡y vale la pena! Exploremos, naveguemos. Rodeémonos de gente que lo hace. Metamos gente joven y ciberactiva junto a nosotros.
Conocer es también aprovechar. En la Web hay muchos recursos gratuitos: para nombre de dominio, buscadores, noticias, imágenes, tipografías, foros, gestores documentales, programas de edición de revistas… (ejemplo:
Que nos nos preocupe (de entrada) el diseño, el acabado, la perfección. Cuando hay algo que decir, se dice como sea:
7. El agua es el tiempo. Todo cuesta mucho tiempo: o el tiempo lo ponemos los gestores (gratis), o hay que pagarlo a colaboradores.
Cuanta más interacción con el público, más tiempo: los foros, listas, chats, boletines, que exigen atención, cuidado, promoción, son muy costosas.
8. Tengamos la valentía de abrir nuestras obras a la Red. Seamos generosos: en la Web, cuanto más se da, más se tiene.
Muchos ya producimos nuestras obras digitalmente: sacarlas a la red sólo supone un pequeño plus.
Dar nuestra producción en forma digital es abrirla a usos que nunca se habían pensado para ella.
Al dar en un medio abierto y flexible como la Red, podemos descubrir que tenemos más cosas de las que pensábamos. Nuestra documentación interna se puede hacer externa, y servir a otros. Nuestros contactos nos convierten en nudos de comunicación.
Dar es entrar en contacto con aquellos que quieren lo que tenemos. Es conocerles y saber sus necesidades.
9. Tener nuestra producción en forma digital es tenerla disponible para cualquier medio, ya existente o que pueda aparecer: libros electrónicos (dispositivos dedicados portátiles), producción de ejemplares sobre pedido,…
10. Y sin embargo, y después de todo lo dicho… Habrá proyectos que nunca lleguen a la Red, y estarán muy bien como están. Habrá proyectos malos y que lleguen a la Red mal, y estarán muy mal. Y habrá proyectos buenos y que lleguen adecuadamente a la Red, y esos conquistarán la tierra.
Conclusiones
La cultura digital es un conjunto de ideologías, y costumbres que se van adquiriendo conforme avanzan las tecnologías de la información, en el uso de los nuevos dispositivos así como de las nuevas aplicaciones, y software. Para la solución de problemas, para la comunicación y el entretenimiento.
En las organizaciones la cultura digital no debería ser una opción, es una necesidad que se debe de cubrir de la manera más rápida posible, ya que si se deja abierta esta brecha, la organización no podría adaptarse a los nuevos estándares para el intercambio de información interna así como externa.
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