La creatividad sigue siendo un recurso muy requerido en el ámbito de las organizaciones. Y en un mundo tan competitivo como el actual, su valor se ha incrementado. Explotar la creatividad genera beneficios que van desde la solución de problemas cotidianos hasta la generación de nuevas estrategias empresariales.
Emplear la creatividad como herramienta de gestión implica la instauración de una serie de condiciones tanto ambientales cuanto interpersonales. Las técnicas de creatividad no pueden adoptarse si no van acompañadas de una adecuada provisión de recursos que las apoyen. Igualmente, los jefes y supervisores deben asumir comportamientos y actitudes que sean coherentes con tales medidas. La creatividad no puede aplicarse en el vacío, debe ser parte de un conjunto o contexto propicio. Entre las acciones que apuntan a mejorar las relaciones interpersonales en pro de la creatividad, diversas fuentes señalan la conveniencia de incentivar la autonomía, la motivación intrínseca por el trabajo, el cultivo de las nuevas ideas, el reconocimiento de éstas y el apoyo de los compañeros de trabajo, entre otras medidas.
Como una herramienta para determinar el grado de extensión de la creatividad en la organización, aquí se presenta un breve cuestionario para su diagnóstico. Puede servir como primer paso para decidir la incorporación de la creatividad al interior de la empresa y para identificar líneas de acción.
Cuestionario de diagnóstico de la creatividad en la empresa
En nuestra organización…
- ¿Creemos que hay más de una forma de resolver un problema?
- ¿Buscamos conocer otras opiniones o puntos de vista?
- ¿Poseemos un ambiente propicio para generar ideas?
- ¿Producimos muchas ideas fácilmente?
- ¿Nos sentimos apoyados por los jefes y entre colegas?
- ¿Se busca llevar a la práctica las mejores ideas?
- ¿Exploramos nuevas formas de hacer las cosas?
- ¿Las mejoras y las nuevas ideas son recompensadas?
- ¿Se estimula y recompensa la autonomía e independencia?
- ¿Tenemos suficientes recursos para alcanzar nuestras metas?