La investigación y el análisis del mercado, nos ha arrojado datos sobre como los patrones de demanda que los clientes tienen, se alteran cuando las innovaciones irrumpen en un modelo de comercio ya establecido y como estos afectan especialmente a las industrias ya establecidas.
La experiencia y el estudio nos indican que, en un inicio, los clientes rechazarán toda propuesta Innovadora, a no ser que, esta satisfaga las necesidades o deseos del consumidor de manera eficaz. Entonces el mercado gradualmente irá aceptando la propuesta, a medida que los estándares de calidad vayan mejorando, al tiempo que los modelos ya establecidos peligran.
Por ello la teoría incita a los gerentes a enfrentar a la innovación con más innovación; incorporando a sus operaciones, procesos que se adaptan al mercado. Y una vez que la disrupción haya dominado la industria, la empresa ya se habrá transformado para satisfacer a las nuevas tendencias.
Sin embargo, en muchos casos, a las empresas se les dificulta transferir nuevas tecnologías y procesos a sus estándares, ya sea porque esto implique una reingeniería en la forma en que fabrican y distribuyen sus productos o hasta un radical cambio en el modelo de negocio.
Las supervivencias a largo plazo de una empresa, hoy depende de 3 factores (según una investigación por Rebecca Henderson). Los cuales son:
- Un modelo organizativo integrado.
- La propiedad de una característica importante para el cliente final.
- Fuerte sentido de identidad corporativa.
La disrupción arquitectónica de un producto o un proceso conllevan costos de Integración organizacional y requiere que los gerentes desarrollen equipos multifuncionales.
Algunas empresas optan por la estrategia de adquirir al disruptor.
En definitiva, tanto las empresas como los seres vivos compartimos la necesidad de adaptarnos a las circunstancias para sobrevivir, y al igual que se hace en la naturaleza, la empresas deben decidir si luchar, cooperar o adaptarse con los macro y microentornos.
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