Me escribe un lector preguntándome: ¿cómo te motivas diariamente y empiezas a tener un crecimiento profesional, económico, espiritual y emocional?
Me encanta esa pregunta y mucha gente se lo plantea. La cuestión es que estás poniendo énfasis en la motivación, considerándolo un requisito imprescindible para conseguir ese crecimiento profesional, económico, espiritual y emocional que buscas. Ya he comentado alguna vez que la motivación se suele utilizar como excusa: hasta que no me motive no empiezo, y como no sé como motivarme pues mejor lo dejo. Así… no fracasaré, no hablarán de mí, no me enfrentaré a la incertidumbre, etc. ¿Te das cuenta?
Algo que he experimentado es que, muchas veces, la motivación llega cuando te pones en marcha, y cuando sabes lo que quieres y cuando tienes un plan. Y hablo también recordando casos de clientes que empezaban la sesión nerviosas, algo desmotivadas y después de trabajar para definir qué querían exactamente y cómo lograrlo se iban contentas y motivadas. Por tanto, en vez de esperar a estar motivado para hacer lo que tienes en mente, ponte a ello directamente y verás como la motivación llega. Además, el hecho de ponerte en marcha para conseguir tu objetivo ya de por sí va a suponer un crecimiento en todas las áreas que mencionas, es inevitable cuando sales de tu zona de confort y te atreves a hacer lo que de verdad quieres.
¿Y si no es así? puede que te preguntes.
Si no es así es porque:
- No sabes lo que quieres, y ¿cómo vas a estar emocionado y motivado ante algo indefinido y borroso?
- En realidad no es lo que quieres y te dejas llevar por lo que quieren otras personas.
- Tienes miedo y utilizas la motivación como excusa.
- Estás pasando por una fase depresiva y lo que necesitas es la ayuda de un psicólogo.
“La gente dice a menudo que la motivación no dura. Bueno, el baño tampoco, por eso se recomienda hacerlo a diario.” Zig Ziglar
Entonces, ¿qué puedes hacer además para mantener la motivación?:
- Encontrar tu gran porqué. La razón poderosa que te lleva a dar ese paso, que hace que te levantes todas las mañanas llueva o haga sol y te pongas manos a la obra.
- Recordarte tus logros pasados y los beneficios del camino y del resultado que quieres obtener. Haz una lista con todas las cosas que has conseguido hasta la fecha y que son importantes para ti, y también enumera todas las razones por las que quieres ponerte en marcha y los beneficios que conseguirás cuando lo consigas y durante el proceso.
- Analizar ocasiones en las que has estado motivado y cuál ha sido la razón. ¿Qué haces cuando te sientes motivado? Cantas, escuchas música, hablas con amigos… Pues ya sabes lo que tienes que hacer.
- Rodearte de gente que apoye tu proyecto. El ingrediente que nunca falta en mis artículos, encontrar apoyo y respaldo.
Y, por último, algo que a veces se olvida…
“La motivación por sí sola no es suficiente. SI motivas a un idiota, lo único que obtendrás es un idiota motivado.” Jim Rohn
En resumen, la motivación no es necesariamente el primer paso del camino, y hace falta más que motivación para lograr tus objetivos (perseverancia, trabajo, atrevimiento, entre otras cosas).