“Experimentos realizados con niños demuestran que ellos aprenden rápidamente el pensamiento sistémico. Aunque las herramientas son nuevas, supone una visión del mundo extremadamente intuitiva.”
Peter M Senge
La ventaja de aprender y aplicar la perspectiva sistémica
¿Has comprobado que, muchas veces:
- problemas actuales para alcanzar tus objetivos o para realizar un desempeño eficaz derivan de soluciones del pasado?:
Aquel compañero que tenía la agenda llena de clientes y empiezan a disminuirle. Había comenzado a pensar que su formación, prestigio y simpatía eran suficientes. En cambio, los clientes no obtenían ni la atención ni los resultados que esperaban. Ha iniciado un proceso de realimentación recurrente.
- qué cómo más te esfuerzas para mejorar tus resultados más esfuerzo requieres?:
Aquel cliente que ha conseguido dejar de fumar. Para aliviar su estrés comienza a fumar más que antes. Cuando más a presionado más presión a sufrido: se ha producido un proceso de realimentación compensadora.
- soluciones a corto que empeoran a medio y largo plazo?:
Hay una metáfora publicada por “The New Yorker” muy divertida y significativa para ilustrar este caso. Un directivo empuja con potentes herramientas una gigantesca ficha de dominó que le amenaza desde la izquierda. Cree que ya puede sentarse en su cómodo sillón y relajarse. No ve que la ficha está vinculada a una larga serie de fichas. Al caer tumba a otra que a la vez tumba a otra y así sucesivamente hasta que le cae la última a la cabeza…. por la derecha.
- soluciones muy obvias que no funcionan?:
Imagínate que una persona que no tiene idea de navegación y está muy acostumbrada a la conducción terrestre tiene que mover el timón de una embarcación. ¿Hacía dónde lo haría si tiene que virar a la derecha? Lo más probable es que lo haga a la derecha. Pero cuando sepa cómo funciona la hidrodinámica lo moverá automáticamente en sentido contrario. De la misma manera, los cambios de alto apalancamiento en los sistemas humanos no resultan obvios para quienes no los comprenden.
- que las soluciones lentas son las más rápidas?:
Aquel atleta que quiere batir el record lo antes posibble. Todos los sistemas naturales tienen tasas de crecimiento intrínsicamente óptimas. Puede que alcanzar la marca óptima no sea obtenerla lo antes posible. Lo mismo ocurre a la mayoría de empresarios, quieren el crecimiento más rápido posible. Podemos citar muchos casos que el crecimiento excesivo les ha llevado al estancamiento. Aquí es dónde entran los procesos de compensación sistémica.
El biólogo Lewis Thomas, al observar las características de los sistemas complejos ha dicho: ”Cuando abordamos un sistema complejo como un centro urbano o un hámster, el cual tiene detalles insatisfactorios que anhelamos modificar, no podemos introducir reparaciones con demasiadas esperanzas de ayudar. Esta percepción es una de las grandes frustraciones de nuestro siglo”.
Cuando muchos profesionales comprenden que estos principios sistémicos han contribuido a frustrar muchos de sus propósitos pueden sentir una gran decepción. Podría transformarse en escusa para la inacción, para dejar el aprendizaje, para tomar decisiones que empeoren las cosas….
En este caso sería la señal de que no han entendido la verdadera implicación de la perspectiva sistémica. La perspectiva sistémica no nos lleva a la inacción sino a la acción arraigada en un nuevo modo de pensar. La perspectiva sistémica es mucho más desafiante y alentadora para el aprendizaje que nuestra manera habitual de abordar los objetivos, la realidad actual y los conflictos.
¿Qué es el pensamiento sistémico?
El pensamiento sistémico es una disciplina para ver totalidades e interrelaciones. También es un conjunto de patrones y herramientas que se han destilado a lo largo del siglo pasado de las ciencias físicas y sociales, de la ingeniería y de las organizaciones. Cada vez más se aplica a sistemas tan diversos como los empresariales, políticos, económicos, urbanos, meteorológicos, ecológicos, fisiológicos, evidentemente al aprendizaje y a cualquier desempeño. Por tanto, al coaching avanzado.
El pensamiento sistémico es también una sensibilidad especial hacia las interconexiones sutiles que confiere a las personas su singularidad. Cuando una persona o una organización tienen conflictos, un coach con pensamiento sistémico los ve originados por estructuras subyacentes y no en errores individuales o mala voluntad únicamente.
La clave del pensamiento sistémico es el principio de la palanca. Hallar el punto donde los actos y modificaciones de estructuras pueden conducir a mejoras significativas y duraderas.
El coaching con pensamiento sistémico nos ayuda a distinguir entre cambios de alto y bajo apalancamiento en sistemas complejos y en las organizaciones. Es una gran ayuda para ver a través de la complejidad las estructuras subyacentes que generan el cambio.
La creciente complejidad de la sociedad que viene, y que en parte ya está aquí, hace pensar a muchos directivos que carecen de información para ser más eficaces. En cambio, con pensamiento sistémico comprobamos que la información no solamente no es escasa sino que muchas veces es excesiva. Lo que necesitamos es distinguir lo importante de lo irrelevante.
La esencia del pensamiento sistémico radica en un cambio de enfoque: ver interrelaciones en vez de secuencias lineales de causa-efecto y procesos de cambio en vez de instantáneas.
En el nivel de esencias, las disciplinas comienzan a converger. La sensibilidad especial del pensamiento sistémico las une. Porque todos somos aprendices en un mundo interdependiente. No es necesario concentrar nuestra atención consciente en la esencia de las disciplinas para aprenderlas. En realidad, Tim Gallwey en El juego Interior del Tenis, experimenta esta sensibilidad. De la misma manera, puedes comprobar, que no necesitas realizar este esfuerzo para experimentar amor, alegría o paz. La esencia de una disciplina consiste en un estado de ser. Se experimenta de manera natural a medida que se va elevando el nivel de dominio de la misma.
Cómo ver y comprender la realidad sistémica
¿Cómo puedes comprender los efectos de una tormenta?
Si ves que se espesan las nubes. Que el cielo se oscurece. Ves rayos y oyes truenos, varias veces, fuertes y cercanos. Que las hojas de los árboles parecen flamear…. Sabes que pronto lloverá.
Sabes que el agua de la tormenta correrá a través de arroyos, ríos, posiblemente alguna laguna y finalmente llegará al mar. En este camino pueden producirse destrozos y, a veces, hasta catástrofes. Pero también sabes que al cabo de un tiempo el cielo volverá a estar despejado. El sol brillará. Y que también el paisaje destrozado volverá a florecer en alguna parte.
Todos estos acontecimientos están separados en el espacio y el tiempo. Pero todos están conectados en el mismo patrón. Cada uno influye en el resto. Aunque, muchas veces, esta influencia no es evidente. Sólo puedes comprender los efectos de una tormenta contemplando los elementos en su totalidad. Nunca lo comprenderías si lo haces individualmente.
Lo mismo ocurre en nuestra vida y en todos los comportamientos personales, sociales, empresariales y ecológicos. Las tramas invisibles actúan interrelacionadas y pueden tardar tiempo en producir efectos mutuos. Como nosotros mismos formamos parte de esta urdimbre nos resulta muy difícil ver los patrones de cambio. Solemos concentrarnos en partes aisladas del sistema.
Vemos sólo fotos instantáneas. De esta manera la mayoría de nuestros conflictos más profundos no se resuelven.
El pensamiento sistémico nos ofrece un marco conceptual donde los patrones totales resultan más claros y nos ayuda a modificarlos. Es una herramienta muy poderosa para el coaching avanzado.
¿Cómo está constituida la realidad?
La realidad está constituida por círculos. Aunque vemos normalmente líneas. Aquí radica nuestra limitación como pensadores sistémicos. Los idiomas occidentales favorecen una perspectiva lineal con su estructura sujeto-verbo-objeto. Y, nuestro pensamiento surge del lenguaje. Ese lenguaje es cada día más importante para afrontar dinámicas complejas y opciones estratégicas que transcienden los hechos y nos permiten ver las fuerzas que modelan los cambios.
La clave para ver la realidad sistémica consiste en ver círculos de influencia en vez de líneas rectas. Ver círculos de causalidad. Cada círculo cuenta una historia. Vemos patrones que se repiten una y otra vez mejorando o empeorando las situaciones.
Las flechas representan las influencias.
Aunque el concepto es muy simple, transforma nuestras ideas y lenguaje más arraigado. Explica el proceso total de realimentación. Cosa que no hacemos cuando pensamos o decimos: estoy llenando una copa de cava. El significado en este caso implica una causalidad unidireccional, sólo describe la mitad del proceso. Con los círculos de causalidad describimos la totalidad.
Diagrama sistémico: Círculo de causalidad al llenar una copa de cava con una botella
El diagrama representa una historia. En este, la historia consiste en llenar una copa de cava con una botella que hemos descorchado previamente. Vamos inclinando la posición de la botella gradualmente a medida que el flujo del cava elimina la brecha entre el nivel actual en la copa y el nivel deseado….
Estos diagramas se aplican a la representación y lectura de tres diagramas muy frecuentes que constituyen poderosas herramientas para el coaching avanzado: procesos de realimentación reforzadora, de equilibrio y demoras. A los que dedicamos el artículo II en exclusiva. Son los ladrillos de los arquetipos sistémicos: estructuras genéricas que contienen patrones naturales que controlan acontecimientos. A los que también dedicamos en exclusiva el artículo III.
Los arquetipos sistémicos nos permiten ver y afrontar las estructuras dentro de las cuales operamos para trabajar con ellas y modificarlas. También son otra herramienta extraordinaria para afrontar uno de los mayores problemas del aprendizaje: el fraccionamiento del conocimiento y la especialización.
Tal vez la mayor aportación de la perspectiva sistémica es la promesa de una elegante unificación del conocimiento. Esta perspectiva es la que origina la implantación, cada vez más arraigada de disciplinas y competencias genéricas. Como dice Mark Paich, se va comprobando que los mismos arquetipos se repiten en física, biología, psicología, negocios, deportes, educación, ecología, ciencias sociales, dominio personal, vida familiar, dirección de empresas y en el coaching avanzado.