Choque de trenes climático. Política ambiental en el mundo

Recortar el presupuesto de la Agencia de Protección Medioambiental y abandonar el objetivo de reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, decidido por Donald Trump, por un lado, así como incentivar la exploración, los nuevos métodos de extracción y la producción de combustibles que producen Gases de Efecto Invernadero (GEI) por otro, equivale a un choque frontal entre dos trenes a alta velocidad. Después de ello lo menos que se puede esperar es un descarrilamiento.

Ese choque, en la realidad, en lo que puede devenir es en el descarrilamiento del clima, cuyas señales desde hace algún tiempo nos están llegando, aunque los negacionistas y escépticos no los quieran aceptar y sostienen que el Cambio Climático no está vinculado al quehacer humano y es un invento chino.

Sin embargo, representantes de 194 países opinan lo contrario y por ello suscribieron el Acuerdo de París, en 2015, Editados Unidos incluido, cuyo objetivo central es mantener el incremento de la temperatura mundial en menos de 2°C para finales de este siglo. Acuerdo del que la administración Trump está pensando retirar a su país.

Negar la influencia humana sobre su entorno equivale a desconocer que por el tubo de escape de un automóvil salen gases, aunque éstos no siempre sean visibles. Para comprobarlo, estas personas solo deben trasladarse a ciudades como Los Ángeles, Ciudad de México o Beijing, un día en que el smog sea tan denso que casi no se pueda respirar. Un día en que las autoridades prohíban la circulación de vehículos automotores por el centro hasta nuevo aviso, es decir, cuando la contaminación ambiental regrese a niveles tolerables.

También sería conveniente que los negacionistas y escépticos se dieran una vuelta por Borneo, la tercera isla en tamaño del planeta, más grande que el doble de Alemania, para que observen las consecuencias de la mayor y más veloz catástrofe ecológica hecha por el hombre en la historia de la humanidad. Ya ahí han sido esquilmadas las tres cuartas partes de los bosques, que antes eran casi impenetrables debido a la gran variedad y cantidad de árboles que la conformaban, como vimos la semana pasada. Ya en Borneo el cambio climático local por obra del homo sapiens es un hecho consumado, tan nítido de observar como mirar a través del más fino cristal. Destruir bosques también causa cambio climático, como veremos en detalle la semana que viene.

La contaminación ambiental en las grandes urbes, la destrucción de las selvas de Borneo, ya casi concluida; la del Amazonas, que va por el mismo sendero; las matanzas de elefantes y rinocerontes; las de ballenas y delfines y las de mamíferos de pieles preciosas, solo por nombrar los casos más emblemáticos, son sin dudas producto de acciones humanas causantes de desequilibrios en la atmósfera y en las cadenas de alimentación.

La Tierra es un conjunto sistémico, en el que interactúan fenómenos físicos, químicos y biológicos, así que pudiéramos decir, a manera de caricatura, que una hectárea arbórea talada en Borneo produce un tornado en Kansas.

Si se presentasen los acontecimientos extremos inherentes a las actividades humanas, los tres fenómenos concurrirían y afectarían la totalidad del sistema a un nivel de un caos sin precedentes y sin posibilidades de retorno a su estado previo.

Si no aceptamos la realidad, si negamos nuestra responsabilidad y desconocemos que nuestro crecimiento poblacional ha sido exponencial, al igual que nuestra inteligencia, tecnología y ciencia, todo lo cual nos han colocado en una ventaja asimétrica brutal frente a las otras especies, entonces la realidad se podrá aparecer frente a nuestros ojos convertida en el mayor caos imaginable.

Si no actuamos pronto y no somos capaces de utilizar nuestras ventajas para recuperar el equilibrio del planeta, entonces la Madre Tierra nos presentará su factura y quizás ya no podamos honrarla. Pero ella sabrá cómo restablecer el orden en sus aguas, suelos y aires, como siempre ha sabido hacerlo en sus 4000 millones de años de vida. Pero ya el homo sapiens no estará allí para contarlo.

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Gerendas Kiss Sandor Alejandro. (2017, mayo 1). Choque de trenes climático. Política ambiental en el mundo. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/choque-trenes-climatico-politica-ambiental-mundo/
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