En este breve artículo, buscamos evaluar la política de salud desde dos puntos de vista: 1) los indicadores de salud disponibles; y 2) la propuesta de reforma sanitaria por el derecho a la salud que aprobó la II Conferencia Nacional de Salud.
Los resultados sanitarios
Para evaluar los resultados sanitarios, presentaremos información de dos fuentes: 1) los registros administrativos del Ministerio de Salud (MINSA) (véase el cuadro 1); y 2) los resultados preliminares de la ENDES (véase cuadro 2).
Salud infantil
Respecto de las vacunas, los datos del MINSA y de la ENDES se muestran contradictorios: mientras los primeros muestran una caída de la cobertura, los segundos muestran un incremento. Una posible explicación es que los indicadores del MINSA se basan en población proyectada, pues parece que los nacimientos se han reducido más rápido de lo esperado.
Sin embargo, ninguna de estas informaciones refleja el problema de la calidad de las vacunas. Un reporte de la UNICEF-OPS indica que la cadena de frío en el Perú está en estado crítico, con apenas 5% de los establecimientos del MINSA que pueden garantizar la temperatura y, por lo tanto, la efectividad de la vacuna. Asimismo, se han presentado reportes recientes de desabastecimiento temporal de vacunas.
En el caso del control de crecimiento y desarrollo (CRED), esta variable ha sufrido una caída en su cobertura, posiblemente exagerada por el problema de la población estimada, pero demasiado grande como para que se deba exclusivamente a ello. Entre las posibles razones de esta situación tenemos: las trabas en el cambio del modelo de atención, a uno integral, y el funcionamiento del Seguro Integral de Salud (SIS), que promueve otras atenciones (por ejemplo, de enfermedades diarreicas agudas–EDA).
En efecto, de acuerdo con la ENDES, el tratamiento de las EDA en establecimientos de salud ha aumentado sensiblemente, en particular en las zonas rurales, lo que constituye otro indicador positivo. Una evolución similar se observa en el tratamiento de las infecciones respiratorias agudas (IRA), quizá como consecuencia de la implementación del SIS, así como de proyectos que han mejorado la calidad de la atención.
Salud materna y planificación familiar
En el caso del parto institucional también se ha presentado una situación similar: el porcentaje de cobertura ha aumentado en todos los años. La diferencia entre los datos del registro MINSA y los de la ENDES se debería a que los primeros se refieren solamente a la atención pública.
Sin embargo, en ambos casos habría un aumento significativo de 15 puntos porcentuales en los años 2000 a 2003-2004. Los datos
de la ENDES muestran que en las zonas rurales, donde la cobertura era menor, el incremento ha sido aún mayor. Los controles prenatales también se han incrementado. Esta mejoría sería producto de la intervención del SIS, así como de inversiones (Parsalud) y mejoras en la atención (Proyecto 2000–Programa de Capacitación Materno Infantil, CMI, y otras iniciativas realizadas en años anteriores, pero cuyo efecto se ve hasta ahora).
En cuanto a los métodos modernos de anticoncepción, entre los años 2000 y 2004, hubo un deterioro, en particular en las zonas rurales, que contrasta notablemente con la mejoría en los otros indicadores de salud materno-infantil. Esto se debería a dos razones: el embate desde las posiciones religiosas conservadoras contra los métodos que donó el MINSA en el período 2001-2003 y el hecho de que estas atenciones no se incluyeron en el SIS, como las otras que han sido analizadas.