Desde la Cumbre de Beijing -diciembre, 2006- los dirigentes chinos y de 47 países africanos, ante los logros de cooperación alcanzado, han firmado una declaración para “un nuevo tipo de asociación estratégica, cooperación económica, ganancias compartidas e intercambio culturales”, a desarrollar en el lapso 2008-2010.
El foro sino-asiático (FOCAC), fue creado por China en octubre de 2000, como una importante oportunidad para impulsar la tradicional amistad y cooperación entre China y los países africanos. Luego de dos conferencias a nivel ministerial (Beijing, octubre 2000 y Addis Abeba, diciembre 2003, resolvieron dar lugar la creación del Foro, como una importante plataforma y un efectivo mecanismo.
En 2006 se cumplieron el 50º aniversario de la inauguración de los lazos diplomáticos entre la Nueva China y Afrecha, destacando el presidente chino Hu Jintao: A lo largo de la historia, los pueblos chinos y africanos, con un espíritu tenaz han creado magníficas civilizaciones antiguas. Actualmente, el progreso y el desarrollo de China Y África son importantes contribuciones a los avances de la civilización humana”.
Declaración de la Cumbre de Beijing
Entre los puntos fundamentales de la “Declaración de la Cumbre de Beijing del Foro sobre Cooperación China-África”, se destaca la posición adoptada por ambos países en lo relacionado al profundo desarrollo de la tendencia a la globalización económica, indicando que, “abogamos por el fortalecimiento de la cooperación Sur-Sur y el diálogo Sur-Norte” , exhortando a la OMC a reactivar las negociaciones de la Ronda de Doha, coincidiendo en tal aspecto con la posición de los gobierno iberoamericanos, con el objetivo de impulsar el desarrollo equilibrado, coordinado y sostenible de la economía global, para alcanzar compartir por todos los beneficios, el desarrollo y la prosperidad común.
En cuanto al desempeño político a realizar por ambos Estados, China expresa su perseverancia por la conservación de la paz mundial y los países africanos, por su empeño en el alcanzar en su continente -con el mayor número de países en desarrollo- altos índices de estabilidad, paz regional y revitalización, a pesar de las graves situaciones que se viven en ciertos territorios “Consideramos -expresan en el Acta Final- que China y África, unidas por una excelente tradición de solidaridad y cooperación, bajo nuevas circunstancias persiguen el mismo objetivo de desarrollo, tienen intereses convergentes y contemplan amplias perspectivas de cooperación.”
¿Por qué China se expande por África?
El Tercer Foro realizado entre ambos actores -el mayor realizado en sus tiempos- ha dejado luces y sombras. Por un lado vale reconocer que África -humillada por los países europeos que la conquistaron y explotaron- es un continente muy rico en recursos estratégicos. China, por su parte, necesita fuentes de energía y materia primas para abastecer a su economía en rápido crecimiento. La industria del gigante asiático necesita -cada vez más- petróleo (actualmente segundo consumidor mundial), gas, cobre, cobalto y otros recursos estratégicos que según sus propias estadísticas reclaman un incremento de hasta un 20% anual.
Tal crecimiento, reclama por tanto mercados para colocar su producción diez veces más que períodos anteriores, lo que ha llevado a Pekín a situarse como el tercer socio comercial del continente africano.
Las estadísticas del Ministerio de Comercio chino, señalan que en 1995 las exportaciones-importaciones con África se situaban en 4.000 millones de dólares. En el 2005, la cifra alcanzó aproximadamente los 40.000 millones de dólares. Para el 2010, el gobierno de Pekín aspira concretar un movimiento de 100.000 millones de dólares.
En otro rubro: China es el segundo proveedor de armas del África subsahariana, dándose el caso muy controvertido, el hecho que suscriba acuerdos de cooperación militar con Estado africanos que cometen masivas violaciones de los derechos humanos, como es del caso citar a Sudán, Zimbawe y Eritrea.
Estados Unidos, observa
En tanto el Banco Mundial en el año 2006 aportó, 2.300 millones de dólares a Angola, Nigeria y Mozambique , China invirtió en toda África más de 8.000 millones de dólares.
En la citada Cumbre de Beijing, China anunció que en el bienio 2007-2008, otorgará a África 3.000 millones de dólares de créditos preferenciales y 2.000 millones de crédito preferenciales de exportación al comprador. Simultáneamente, se ha comprometido a establecer un fondo de desarrollo China-África, que alcanzará a los 5.000 millones de dólares, con el fin de alentar a las compañías chinas a realizar inversiones en países africanos. .
Esta actitud se acompaña con la condenación de deudas vencidas hasta finales de 2006 de los créditos gubernamentales sin intereses, que países africanos pobres, incluyendo los menos desarrollados que mantienen relaciones diplomáticas con China, han contraído con ésta.
Otra medida -no menos importante- radica en enviar a África cien expertos de alto nivel en tecnología agrícola construyendo a la vez, diez centros piloto en la materia, con características propias; y, como consecuencia, ampliar la cooperación en la Organización Mundial del Comercio y otras organizaciones internacionales y regionales.
El gobierno de Washington suma otra preocupación a la difícil situación que está atravesando. Un actor clave para entender la creación por parte de Estados Unidos de “AFRICOM” – sistema aun anclado en Alemania ante la reticencia de los países africanos al no permitir asentar bases de Estados Unidos en sus respectivos territorios- es la expansión de China en África, que como señalé es el mayor inversor en dicho continente, consumiendo caso el 30% de petróleo producidos en algunos países africanos, mientras Estados Unidos sólo tiene una cuota del 15%.
Ante tal desafío geopolítico, Estados Unidos se aboca en la actualidad a fortalecer el mando regional para África, ”AFRICOM”, un nuevo estilo de mando que si bien responde a los cambios estratégicos del fin de la Guerra Fría, le resultan prioritarios ante las actuales realidades globales y regionales de un Estados Unidos en declinación. .
Se trata de un “Plan unificado de mandos”, que le permitiría al gobierno de la Casa Blanca, asegurar en el continente africano el abastecimiento de petróleo y gas y un aumento de competencia ante el progresivo incremento de la presencia china en África impulsada por la política del gobierno chino; que, como declarara el presidente Hu Jintao, “China se convertirá muy pronto en un país moderno y próspero, pero sin ceder un ápice del control político”.
África se ha convertido en el nuevo escenario de la GWOT, (“guerra contra el terror”) por ser considerada como uno de los más importantes reservorios de petróleo y gas, en la política energética de Estados Unidos. En términos globales, África, se presenta como un nuevo escenario de competición geoestratégica encuadrado en el arco de inestabilidad que -para Estados Unidos- se extiende hasta el Oriente Cercano, donde aun no tiene resueltas las situaciones con Irak e Irán, a las que habría que sumar Siria, El Líbano, Palestina, Israel, Turquía, Afganistán.
En “Carta de Asia- Economía, noviembre 2006”, su editor Pablo Rovetta, reflexiona: “A África (la vigorosa presencia China), le ha dado un claro mensaje de compromiso a largo plazo con un continente largamente olvidado.
A Occidente en general y a Estados Unidos y las potencias europeas en particular, les ha indicado de manera directa la disposición de entrar en “territorios” hasta ahora considerados como tradicionales para ellos. Al mundo, en general, le ha dado una clara señal de hasta dónde está dispuesta China a aplicar su diplomacia multilateral”.