El mundo entero (en concepciones económicas, sociales y políticas, entre otras) atraviesa en la actualidad por una etapa de transformaciones, ya sea por la acelerada innovación/evolución de la tecnología o por los cambios en la naturaleza humana. En el globo económico, sucesos como, la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea (UE) marcan hitos en la historia, haciendo de sus repercusiones un antes y un después, generando un cambio de paradigma.
Otro proceso, hablando en términos actuales, es el del volátil «Fenómeno Trump», que sin duda alguna, es el acontecimiento más influenciador en la construcción de los paradigmas en este momento, ya que todo el sistema al parecer está cambiando. Y así, una cantidad de sucesos, como los pueden ser, la posición del ejecutivo en Venezuela, la ruptura de México con su principal aliado comercial o la contemplación de Grecia de salir de la Unión Europea, pueden constituir una transformación del conjunto de pensamientos postulados en el presente.
Para aterrizar en el caso Colombia, los expertos y analistas vaticinan una época de desaceleración del crecimiento, debido a la disminución en la demanda por causa de la imposición de la reforma tributaria, este panorama para el corto plazo, lo que significa que deberá hacerse un plan para estimular el consumo. El gobierno en este caso, deberá mantener una postura enfocada hacia el desarrollo de forma práctica, ya que es muy seguro que en los años próximos se lleve a los salones del Congreso de la Republica, otra perspectiva para realizar otra reforma de tributos.
También el tema del proceso de paz con las FARC-EP es, hasta hoy el suceso más importante en influenciar el desarrollo futuro del país, ya que cambiará todo el estilo y forma de vida presente en Colombia. Es entendido que debido al proceso de paz, se deberán realizar reajustes en la mayoría de los aspectos (por no decir en todos) de la vida en la nación, empezando desde el cambio de la mentalidad y la aceptación hasta las reformas políticas y sociales.
Además, es bien sabido la situación de Colombia como país satélite de Estados Unidos, por lo tanto, para los próximos años sean de abrir oportunidades comerciales al país ya que si toda la administración de Estados Unidos se sigue llevando por la forma del «candidato Trump», el país potencia (EEUU) probablemente dejara de serlo, lo que conllevaría a la apertura de Colombia a otros mercados, situación que debe ser aprovechada por los jóvenes como oportunidades para generar ideas para el mundo.
Estos tres acontecimientos, son de los más importantes de aquellos que pueden estructurar el rumbo del paradigma nacional. Aunque muchas son los pronósticos y proyecciones que se presentan para Colombia al 2022, es claro que tiene que ser el de y hacia una población más educada, con mejores posibilidades y acceso a la educación y a la cultura, que se encargue de “el deber ser”, esto desde un punto de vista humanístico.
Para tener un entendimiento de cualquier fenómeno que presenta avance y desarrollo en el tiempo, es necesario remitirnos a un análisis de comportamiento en el pasado, hasta el comportamiento presente, por lo tanto también se ha de mirar en la historia, sucesos como el cambio y caída de los precios petroleros, que han hecho estragos en la economía y que han cambiado muchos de los planes que se tenían previstos, esta situación nos ha de permitir tener una visión acerca del cambio que debe hacerse en el aparato productivo, la diversificación de la producción y la creación de valor agregado en los productos, para no cometer los mismos errores de confianza en la especulación y ser más competitivos ante ese mercado nuevo que puede abrirse por el “Fenómeno Trump”.
Para finalizar, es importante sacar a relucir la idea de que, al final, pueda ser todo al revés, de qué forma, en que los dirigentes colombianos no presten atención a las consecuencias de la tan criticada reforma tributaria y peor aún, que dentro de unos años se realice otra reforma, que tenga todo de estructural, pero para consolidar definitivamente la brecha de la desigualdad. O que los desmovilizados de las FARC-EP y tal vez también los entonces, ex-integrantes del ELN, conformen grupos urbanos de delincuencia, debido a la negativa ante la aceptación y reinserción de la sociedad o por las inoperancia del plan para el post-conflicto, generando entonces así objetivos completamente contrarios a los esperados. También puede que la estrategia de la economía estadounidense funcione y que los consolide como la “Maquina Americana”, aun siendo este escenario beneficioso para Colombia, debido a la falta de garantías y de posibilidades de desarrollo, se presente una fuga de jóvenes talento, situación que empezaría a ser un trampolín para generar en Colombia el problema demográfico que se presenta actualmente en los países súper desarrollados. Podría ser este panorama o cualquier otro, puede que la corrupción termine carcomiendo hasta la última esencia de seriedad en las personas que toman las decisiones; pero ya que la elaboración de los paradigmas va en función de lo que sabemos y de la interpretación de la realidad, del comportamiento de las cosas, es deber de los mismos individuos de la nación encaminar el orden de los mecanismos hacia la elevación de la calidad de vida, siempre teniendo en cuenta la influencia del entorno mundial.
Carlos Javier Prestan Serrano
Economía Colombiana
