Llevar adelante un negocio es un gran esfuerzo que implica correr riesgos.
Hay que tomar decisiones como cuánta materia prima o insumos comprar, cuánto producir, dónde vender y a qué precio, entre otras.
Para poder tomar las decisiones adecuadas, el buen emprendedor hace uso de la administración para organizar mejor sus recursos y su tiempo.
La administración” se realiza en forma conjunta con las actividades comunes que realizamos día a día.
La administración implica organizar la información y las actividades del negocio, para luego registrar los datos importantes que, mejor organizados, nos ayudarán para tomar decisiones y luego planificar cuales son los pasos a realizar en el futuro en función de los objetivos o metas que nos propusimos alcanzar.
Un aspecto muy importante es el control y la evaluación o análisis constante y permanente de todas las acciones y decisiones que ya tomamos o vamos a tomar en el futuro.
Pero todo empieza con:
Tenemos que saber dónde estamos parados- diagnóstico
Y
Hacia dónde nos dirigimos: objetivos- metas
¿qué objetivos y metas persigo con la actividad que estoy realizando?
Por ejemplo: microemprendimiento: vivero artesanal y artístico.
Objetivos:
A) obtener ingresos que me permitan vivir dignamente
B) producir plantas y flores con adornos artesanales para satisfacer a clientes turistas y clientes que pueden pagar y apreciar el valor agregado de mi producción.
Metas:
A) instalar un vivero de 15 metros por 20 metros.
B) ofrecer por lo menos 200 variedades diferentes de plantas y flores con valor agregado dado por la presentación artística de las plantas y los envases y adornos artesanales, en la ciudad de posadas en 6 meses.
C) vender en el primer año un promedio mensual de $2.000,00
Si no me fijo objetivos y metas voy a la deriva, por lo tanto puedo ir por caminos muy difíciles y pedregosos y llegar a cualquier lugar.