La sociedad PostCapitalista de Peter Drucker y la PreSocialista del siglo 21

Antes de entrar en tema, creo conveniente dedicarle unas pocas líneas al que es reconocido, desde una perspectiva sociológica, y en el ámbito corporativo, gerencial y directivo, el gran gurú de la gestión.

El abogado y tratadista austríaco, quien es considerado el más grande filósofo de la Gerencia en el siglo XX, autor de más de 35 libros en el mundo corporativo gerencial, el gran Peter Ferdinand Drucker, nació en Viena, el 19 de noviembre de 1909 y el 11 de noviembre de 2005, a sus 95 años de edad, fallece en Claremont, California.

Sus obras, con una peculiar distinción intelectual, marcada por su incursión en el mundo de la Ciencia Política, la sociología y el análisis histórico, junto a un tono moralista y un afán ejemplarizante, se caracterizaron por su simplicidad; por su afán de llegar a todos los lectores; Drucker, nunca entró en especificaciones técnicas, sus obras tienen un marcado tono generalista a fin de ser accesible al gran público.

Me apoyaré en Wikipedia (la enciclopedia libre) para listar algunas de sus magistrales obras:

“El concepto de corporación” (1946). El autor da a conocer como por medio de la descentralización, la General Motors llega a ser una de las mayores corporaciones estadounidenses. Drucker dijo que la descentralización fue buena porque creó pequeños grupos donde la gente sentía que su contribución era importante. El éxito de esta obra demostró que en esos años había un enorme interés en la gestión. Alfred Sloan Jr., presidente de GM de 1923 a 1956, contaría también sus experiencias en la empresa que dirigió en su obra: “My years with General Motors” (1962).

«La nueva sociedad» (1950). En este importante libro Drucker conjunta los temas que recorren sus dos primeros libros, “El fin del hombre económico” y “El futuro del hombre industrial”. Afina su impresión del nuevo orden mundial. Se extiende en el concepto de la gran empresa, como la institución social representativa. Presenta una imagen de la forma en que el mundo funcionará en los últimos decenios del siglo XX, imagen que se convirtió en realidad notable.

“La práctica del management” (1954). Lo hizo para el común de la gente para que aprenda administrar, algo que en ese entonces sólo lo podía hacer una elite. A partir de entonces la Administración llegó a ser una verdadera disciplina y el libro la primera “Biblia” en gestión. Su análisis de la Administración, es una valiosa guía para los dirigentes de empresas que necesitan estudiar su propio rendimiento, diagnosticar sus propias fallas y mejorar su propia productividad, así como la de su compañía. Los ejemplos ilustrativos son tomados de compañías tales como Sears Roebuck & Co., General Motors, Ford, IBM, Chrysler y American Telephone & Telegraph. Esta obra también expone acerca de la Dirección por Objetivos, considerándose a Drucker como uno de los principales pioneros del concepto.

«La dirección por objetivos» (1964). Fue el primer libro en explicar estrategia de negocios (business strategy). Drucker muestra como los negocios existentes tienen que enfocar oportunidades más bien que problemas para ser efectivos, por eso las oportunidades hacen crecer y desarrollar. “‘Dirección por objetivos’ fue el primer libro en tratar lo que ahora es llamado ‘Estrategia de negocios’. Es aún el libro más ampliamente usado en el tema. Cuando lo escribí, hace más de veinte años, mi título original era, de hecho, ‘Estrategias de negocios’, pero ‘estrategia’ en esos días no era un término de uso común. De veras, cuando mi editor y yo decidimos probar el título con conocidos ejecutivos, consultores, profesores de administración y libreros, fuimos recomendados duramente de abandonar ese término. ‘Estrategia’, nos dijeron una y otra vez, pertenece a los militares o tal vez a campañas políticas, pero no a negocios”.

«Tecnología, gerencia y sociedad» (1970). Es una colección de ensayos que abarcan las tendencias tecnológicas del siglo XX, tales como: planeación a largo plazo, relaciones recíprocas entre la tecnología, la ciencia y la cultura; y las del administrador antiguo y del futuro.

«El management del futuro» (1993). Mientras todo el mundo hablaba de la nueva economía, él dice que era la sociedad la que cambiaba, y que cada vez lo hacía con más rapidez. La revolución informática resultaba ser uno de esos cambios, así como los cambios demográficos y la caída de la industria tradicional como proveedora de riqueza y trabajo. También el terrorismo fue uno de los agentes del cambio más radicales la política mundial. Los ejecutivos debían comprender las nuevas realidades, para poder ser exitosos en esta nueva sociedad.

«La sociedad post-capitalista» (1999). La sociedad post capitalista es una sociedad del conocimiento. En un sistema capitalista, el “capital” es el recurso de producción crítico y está totalmente separado y hasta en oposición con el “trabajo”. En esta sociedad donde nos estamos dirigiendo muy rápidamente, es el “saber” y no el capital el recurso clave. No puede ser comprado con dinero ni creado por capital de inversión. Explica con amplitud la economía emergente, la economía del conocimiento, su protagonista (el trabajador del conocimiento) y las implicancias para las organizaciones. Un incisivo análisis de la mayor transformación mundial que tiene lugar desde la edad del capitalismo a la sociedad del conocimiento.

Excelente, ahora bien, entrando en la segunda mitad del siglo pasado (XX), tras aproximadamente 6 largos años de la mayor contienda bélica de la historia, la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945), se dan los primeros pasos, un tanto tímidos al inicio y fue tomado fuerza a medida que iba entrando en la adolescencia, el gran Boom de la Administración, cuyo inicio fue marcado claramente por el famoso «Plan Marshall».

La progresiva elevación del nivel educativo dio lugar a la aparición de una nueva fuerza de trabajo, con otras necesidades y capacidades. Este hecho le permitió a Drucker formular la teoría de una nueva sociedad que la llamó «PostCapitalista» basada en el saber (algo similar al planteamiento de Bell [1]). “El cambio de significado del saber, que empezó hace doscientos cincuenta años, ha transformado la sociedad y la economía. El saber convencional se considera a la vez el recurso personal clave y el recurso económico clave. El saber es hoy el recurso económico significativo. Los tradicionales factores de producción, suelo (recursos naturales), mano de obra y capital, no han desaparecido, pero se han convertido en secundarios; pueden obtenerse, y con facilidad, siempre que haya saber y el saber en su nuevo significado es saber en tanto servicio, saber cómo medio de obtener resultados sociales y económicos” (Drucker [2]).

Drucker, en forma acertada, coloca al capital en una segunda posición en la ecuación de producción: el discurso niega la sobrevivencia del sistema capitalismo, cargado de contradicciones. Sólo así las contradicciones sistémicas pueden ser resueltas; la única política a largo plazo exitosa es que los países desarrollados transformen la industria para que pase de basarse en la mano de obra a basarse en el saber [2] y Drucker sigue diciendo, el conocimiento será el que aporte la productividad y el valor añadido, ante el menor retorno de los recursos tradicionales: mano de obra, suelo y capital (dinero).

Carlos Jesús Fernández Rodríguez, en su artículo «Management y Sociedad en la obra de Peter Drucker» publicado en el 2008 en la Revista Internacional de Sociología (RIS), Vol. LXVI, Nº 49, enero-abril, 195-218, haciendo referencia a Drucker nos dice: «La sociedad del futuro es la sociedad del conocimiento, cuyas características básicas son tres: borderlessness, esto es, ausencia de barreras, fluidez, pues el conocimiento viaja con menos esfuerzo que el dinero; “movilidad ascendente” a través de la formación; e igualdad de oportunidades, pues el conocimiento está disponible para todos por igual, aunque esto no implica que todos vayan a triunfar (Drucker [3]). La relación del individuo con la organización sufre una metamorfosis. Los trabajadores del conocimiento son tan indispensables para las organizaciones que éstas llegan a competir por ellos. “Tienen que atraer a las personas, tienen que retenerlas, tiene que mostrarles reconocimiento y recompensarlas, tienen que motivarlas, tienen que servirlas y satisfacerlas” ([2], [3]). El trabajador actual no demanda seguridad, incluso la rechaza. Sólo parece pedir actividades que lo motiven, no un ingreso continuo en el tiempo. El trabajo se orientará a cada tarea concreta, en equipos multidisciplinares, y con el conocimiento como recurso básico [4]», y nos sigue diciendo: “Es imprescindible una formación técnica, sin ésta, la humanística se convertirá en arrogancia intelectual improductiva [2]”

La sociedad postcapitalista planteada por Drucker, es una sociedad no-capitalista y no-socialista, no pro-capitalista ni anti-capitalista. Simplemente, será una “sociedad instruida” y una “sociedad de grandes organizaciones” -oficiales y privadas- que necesariamente operan en virtud del flujo informativo. Este gurú asegura que la sociedad postcapitalista es una sociedad del conocimiento que atiende los límites del capitalismo (sus crisis) retomando aspectos del socialismo clásico como la cooperación, la educación para formar ciudadanos, las relaciones horizontales, y la responsabilidad social de la persona, este planteamiento resalta la importancia del trabajador, pero no de cualquier trabajador, es el trabajador del conocimiento, es el ciudadano capaz de llevar a la praxis el saber aprendido a través de la educación formal o informal, en palabras sencillas, el saber, el conocimiento se ha convertido en el nuevo medio de producción, y así, el proletariado que ayer fue obrero, hoy es el trabajador del conocimiento, peyorativamente denominado como el trabajador de “cuello blanco”.

El candidato a Doctor en Filosofía, por la Universidad Complutense de Madrid, Juan Antonio González de Requena Farré en su artículo «¿Una sociedad del conocimiento?», publicado en el 2010 en la revista Educación y Humanidades – Vol, 2 – Nº 1, haciendo referencia a Drucker nos dice: «Para Drucker, la formación social postcapitalista, centrada en la economía del conocimiento y en la sociedad de las organizaciones tiene, como foco esencial, al portador de conocimiento, esto es, la persona instruida, el paradigma del trabajador del conocimiento [2]. En ese sentido, el dilema fundamental que enfrenta la economía del conocimiento en la sociedad postcapitalista consiste en cómo compatibilizar dos culturas: la de los “intelectuales” (formuladores de ideas) y la de los “gestores” (administradores de personas y procesos productivos) [2]. La persona instruida (protagonista de la sociedad del conocimiento y de las organizaciones) trabaja simultáneamente en ambos medios: y es que, como trabajadores intelectuales, necesitan de la organización como ámbito de aplicación de su saber especializado; como gestores, requieren del saber para obtener rendimientos organizacionales. Así, pues, la sociedad del conocimiento precisa de un tipo de persona instruida que ni reniegue de la posibilidad de universalizar sus saberes, ni se refugie en la nostalgia de un saber humanista tan autosuficiente, como ajeno a los saberes operacionales especializados que la economía del conocimiento moviliza [2].»

Excelente, lo que inició como una necesidad para fortalecer y expandir el modelo Capitalista (Plan Marshall) hoy, tras muchas batallas de toda índole, incluyendo batalles ideológicas e intelectuales, hoy tras muchos años de reflexión y madurez, el que ayer fue el bastón y en muchos casos la llave que abrió muchísimas puertas, hoy se está convirtiendo en la guillotina y le está dando forma al verdugo, sí, ni el gran economista y filósofo escocés, Adam Smith, el gurú del Capitalismo, pudo prever y mucho menos predecir el real y verdadero poder del Saber, ni Smith, ni ninguno de sus colaboradores y posteriores admiradores, pudieron proyectar los efectos secundarios del Conocimiento y es precisamente éste el que le dio forma, color y textura a la sociedad «PostCapitalista» de Peter Drucker.

Ahora bien, ésta es una sociedad no-capitalista y no-socialista, no pro-capitalista ni anti-capitalista, es una sociedad que dispone de las herramientas para estudiar, analizar y reflexionar sobre el modelo social en la que está inmersa. Este nivel de conciencia, este nivel de madurez, no previsto y por ende, no analizado, catalizó la cristalización de un riesgo no pensado, colocando en jaque a los grandes magnates del planeta y estos, inmersos en el nerviosismo y con la firme convicción de mantener e incluso, mejorar la plusvalía, están forzando cada día más sus mecanismos hegemónicos sin darse cuenta que la avaricia y el inexistente respeto hacia la humanidad, ha catalizado una implosión que se puso en marcha desde hace ya unos cuanto años, si tenemos alguna duda, hagamos un vuelo rasante a través de los diferentes países de Europa o simplemente comparemos los Estados Unidos de hoy con lo que fue en la década de los 80 o 90, se han preguntado el ¿por qué de la necesidad de la Globalización?

Desde mi punto de vista, la sociedad «PostCapitalista” culminó junto con el siglo pasado y el siglo XXI, gracias a los resultados de los estudios, análisis y reflexiones de la sociedad «PostCapitalista”, se está engendrando la sociedad “PreSocialista”, que no es más que el modelo de transición hacia el socialismo del siglo XXI, no es algo impuesto, es simplemente el producto de la evolución, es el resultado de la madures, es el resultado de la simple y elemental comparación entre el “yo” y el “Nosotros”. Al igual que en el párrafo anterior, hagamos un vuelo rasante a través de los diferentes países de Latinoamérica o simplemente comparemos la Venezuela de hoy con la que fue en la década de los 80 o 90, se han preguntado el ¿por qué, nosotros los Venezolanos, contamos con la mejor y más poderosa Ley Orgánica del Trabajo?, ¿por qué, contamos con la protección de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (Lopcymat)?

Nosotros los Venezolanos, somos uno de los pioneros, en Venezuela estamos en los inicios de la sociedad “PreSocialista”, la historia lo confirmará.

Notas al pie

  1. Bell D. (1976). El advenimiento de la sociedad postindustrial, Madrid, Alianza.
  2. Drucker P. (1993). La sociedad postcapitalista, Barcelona, Apóstrofe.
  3. Drucker P. (2001). The next society: a survey of the near future, The Economist, 03/11/2001, pp. 3-21.
  4. Drucker P. (1989). Las nuevas realidades, Barcelona, Edhasa.

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Tarantino Salvatore. (2013, enero 31). La sociedad PostCapitalista de Peter Drucker y la PreSocialista del siglo 21. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/sociedad-postcapitalista-peter-drucker-presocialista-siglo-21/
Tarantino Salvatore. "La sociedad PostCapitalista de Peter Drucker y la PreSocialista del siglo 21". gestiopolis. 31 enero 2013. Web. <https://www.gestiopolis.com/sociedad-postcapitalista-peter-drucker-presocialista-siglo-21/>.
Tarantino Salvatore. "La sociedad PostCapitalista de Peter Drucker y la PreSocialista del siglo 21". gestiopolis. enero 31, 2013. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/sociedad-postcapitalista-peter-drucker-presocialista-siglo-21/.
Tarantino Salvatore. La sociedad PostCapitalista de Peter Drucker y la PreSocialista del siglo 21 [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/sociedad-postcapitalista-peter-drucker-presocialista-siglo-21/> [Citado el ].
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