1982, cuando aún no existía la Empresa Nacional de Campismo. La UJC inauguro el
primer campismo en la provincia. Se escogió un sitio próximo al tumbadero del río
Canímar, donde antiguamente existieron grandes almacenes de depósitos de azúcar,
cuyo producto se trasladaba fluvialmente hasta Matanzas.
Después de abril de 1984, comienza a funcionar “Canímar Abajo”, lugar donde, desde
años anteriores, se realizaban frecuentes viajes de recreos en lanchas, además de
ofrecer comidas y otras ofertas gastronómicas.
Fue en junio de 1985, que se creo el ultimo de los tres campismo del área: “Las
Carolina”. Un campismo enclavado en un lugar de ensueño, prodigo de elementos
naturales. Se daba de esa forma respuesta a al creciente demanda recreativa de
cientos de personas, utilizando para ello este segmento de mercado turístico.
Con la presencia de asaltantes del Moncada y familiares de los caídos, el 25 de junio
de 1991 y coincidiendo con la celebración en Matanzas del acto central por la
celebración de la acción, se deja inaugurado el Hotel Canimao, lugar donde se puede
apreciar una hermosa vista del río Canímar y sus alrededores.
El primero de junio de 1994, en función del turismo internacional, se dejaba
inaugurada la Base Náutica “Río Canímar”, la que oferta diariamente una atractiva
opcional.
Cientos de turistas nacionales y extranjeros, visitan hoy esta zona, admirados sobre
todo de su atractivo natural. Los mayores elogios los recibe la flora, porque además de
dominar el paisaje resulta hermosa en extremo.
En el perímetro costero los matorrales xeromofos, disfrazaban las rocas milenarias,
mientras las uvas caletas parecen haberse adueñado de la duna.
Próximo a la desembocadura y más a la del tumbadero, el factor antrópico, es decir la
acción del hombre, esta presente. Como prueba de ello, la típica vegetación
secundaria cubre el terreno, por doquier los almácigos y las yagrumas se han
multiplicado, desplazando al resto de las especies que antaño dominaron el paisaje.
Otro factor que denuncia el paso del humano por la zona, es la presencia de las
gigantescas casuarinas.
Tal vez, la margen mas conservada sea la del oeste, pero en sentido general, ya bien
con el propósito de dedicar esas tierras al cultivo o simplemente para la fabricación de
carbón, la vegetación ha sufrido serios cambios.
Río arriba comienzan a aparecer los manglares, los que emergen de las tranquilas
aguas, caracterizados por las especies rojas, prieto y patabán, fundamentalmente.
Aparecen asociados los helechos.
Pese a disponer de un excelente clima, de guardar secretos milenarios atrapados en
sus suelos y que sólo la paciente labor arqueológica podría sacar a la luz, de poseer