Cerca de 100 años después ¿sabemos leer en México? ¿Qué es saber leer? ¿El México que José Vasconcelos quiso culturizar ha avanzado en estos 100 años? ¿Las bibliotecas promovieron la lectura fuera del aula? Qué difícil tarea, la de hacer que un pueblo ladino y orgulloso, lea.
En el S. VI el papa Gregorio Magno dijo: “ Lo que la lectura enseña al lector, las imágenes lo enseñan a los iletrados, a quienes sólo pueden percibir con la vista, puesto que en los dibujos los ignorantes ven la historia que deberían leer, y quienes no conocen de letras descubren que, en cierta forma, pueden leer.” (Sierra, 2013)
Las palabras del papa Gregorio Magno hoy día parecen tener una vigencia absoluta, cuando volteamos a ver que aún hasta los folletos de las “campañas de vacunación” necesitan tener “monitos”, ya que de otra manera el mexicano común no lee ni los folletos de salud. Podría decirse que el mexicano común no está acostumbrado a leer ni las instrucciones de un manual y en caso de que las lea se viene una pregunta a la mente: ¿las entiende?
Vasconcelos ideo a la educación como una tarea que era responsabilidad de todos los mexicanos, no solo de los maestros. Cada ciudadano sentía el problema de la educación como algo propio y por tanto estaría dispuesto a colaborar en la medida de sus posibilidades.
En 1920, después de haber pasado 10 años en la guerra revolucionaria, Vasconcelos impulso la primera campaña formal de alfabetización siendo rector de la UNAM. Se pensaba que la revolución, había repercutido en la educación del país, el analfabetismo en los adultos era muy alto. En 1921 se contabilizaron oficialmente 14.3 millones de habitantes en México (Mendoza & Tapia, 2012), de los cuales el 66.1% no sabía escribir (Ferroviaria, 2013). Y fue en este mismo año cuando Vasconcelos asume la titularidad de la naciente Secretaria de Educación Pública.
En la campaña contra el analfabetismo, se derivó la necesidad de ilustrar al pueblo: fundó bibliotecas para complementar la tarea educativa. Decía Vasconcelos que: “no bastaba enseñar a leer, era necesario suministrar libros… para adquirir conocimientos útiles” (Sametz de Walerstein, 1991). La escuela no era suficiente.
Vasconcelos planteó con toda seguridad que por medio de la educación y la cultura, los mexicanos tomarían conciencia de sus problemas internos, y los trascendería en soluciones inmediatas, hasta la conformación de un hombre nuevo: el hombre Iberoamericano, de ahí la necesidad de promover una cultura nacional y popular con acceso a todos los mexicanos (Sosa, 2006).
El abogado se encontró como titular de la SEP con un país de iletrados, convencido de que para resolver sus problemas, los mexicanos debían de conocer su cultura. Hizo una crítica al contenido de la historia de México que se enseñaba en ese entonces y la nombró ficticia. Tal como podría ser hoy no solo la de México sino la de muchos países ya que se dice que la historia la cuentan los vencedores, y no solo la “cuentan” sino que también la “adaptan” esos vencedores que suelen ocupar el poder.
Además no bastaba con enseñar a leer, si no había libros al alcance de todos y el contenido de aquellos que había era impreciso. La campaña de alfabetización de 1921 formó un ejército de niños con instrucción primaria y un número importante de maestros honorarios (3,022). Para marzo de 1922 cada uno de ellos debía colaborar con la labor alfabetizadora. Se establecieron escuelas nocturnas urbanas para adultos y en el campo esta labor recayó en las misiones culturales y en las escuelas rurales y se crean escuelas técnicas en ferrocarriles y textiles, en dónde se formarían seis tipos de profesionales en tres años (Ferrroviaria, 2007).
El importante papel que designa Vasconcelos a la educación, es el de rescatar al hombre de la ignorancia, el hacerlo libre mentalmente. Mediante la educación y la reflexión, el hombre descubre la verdad y alcanza la redención del espíritu. (Sosa, 2006). Y he aquí un término clave difícilmente de alcanzar solo con enseñar a leer al pueblo: reflexión. ¿Basta solo con aprender a leer?
Hoy día en 2014 tenemos 120 millones de habitantes en México y hasta el censo del 2010 con un 7% de población analfabeta (INEGI, 2011). Y los que saben leer, ¿saben lo que leen? Leer es más que el solo saber reproducir el simbolismo de las letras fonéticamente. Leer es más que solo adquirir información.
La alfabetización que pretendía Vasconcelos iba cargada con una dotación de nacionalismo, con el objetivo de conocernos culturalmente como mexicanos, para lo cual el verbo leer abarcaría más que solo aprender la fonética de las letras. Leer es un proceso visual mental que decodifica, relaciona, contrasta, profundiza, infiere, es decir, deduce su contenido; que interpreta, cuestiona, comprende y exige reflexión (Herrera, 2007).
Es triste ver hoy día que Oaxaca, de donde era originario este hombre que tanto se preocupo por ilustrar al pueblo, tiene uno de los índices más altos de analfabetismo en México con un 21.4%, junto con Guerrero y Chiapas con cifras semejantes (INEGI, 2011). En un estudio elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de México, se revela que Coicoyán de las Flores en el estado de Oaxaca, es la demarcación más pobre del país con un índice de Desarrollo Humano de 0.4455 (Badillo, 2009).
En la escuela Dzanhuindanda, la única cerca de Santiago Tilapa en Coicoyán de las Flores, Oaxaca, acuden aproximadamente 225 niños de nivel básico que no cuentan con materiales didácticos suficientes. “Aquí todos son muy pobres. Los pequeños carecen de becas y desayunos escolares. Asisten a clases con un alimento precario: frijoles, salsa y tortillas, porque ya no hay más alimentación. No hay otra cosa que les nutra” lamenta la directora del plantel (Badillo, 2009).
Las escuelas tienen aulas en mal estado, con vidrios rotos, techos de lámina por donde se filtra el agua, dos salones, con mesa-bancos insuficientes, los padres mandan a los niños solo con una libreta y un lápiz, no hay para más. Lugares a donde nunca llegan las promesas gubernamentales. Y como estos, tantos en este país.
En Santa Lucía Miahuatlán, Oaxaca, comenta el médico rural que entre los atrasos de la población que cuenta con casi 3,000 habitantes, la educación es el más lamentable. “Hay 517 analfabetas de más de 12 años, con primaria incompleta 372, secundaria incompleta 308, y a nivel medio superior solo han llegado 18 estudiantes” (Badillo, 2009).
El México de hoy aún necesita conocer sus raíces para sentirse orgulloso de su cultura, aún hoy necesita aprender a leer, aún hoy necesita salir de la ignorancia que tanto preocupo y ocupó a José Vasconcelos. Aquellos que hoy tienen la oportunidad de entrar a las bibliotecas necesitan saber leer con reflexión y volver a ponerse la camiseta de aquella campaña de alfabetización de 1921 en donde unos estaban encomendados a enseñar a otros.
El 93% de la población sabemos leer. ¿Sabemos leer, o sabemos decodificar los símbolos fonéticamente? ¿Ya aprendimos a relacionar, contrastar, profundizar, reflexionar, etc. aquello que repasamos con la vista? Y de ser así, entonces porque seguimos requiriendo imágenes para asimilar las instrucciones más básicas de higiene, cuidado de la salud, alimentación, etc. etc. etc.
El México que Vasconcelos soñó hoy ya lee, pero ¿es aquel que el filósofo quiso formar? ¿Leer ha sido suficiente?
«Pueden parecer pobres nuestras reflexiones ante los demás, aún sin serlo, pero tal juicio no alivia la carga del esfuerzo que cuesta alcanzarlas» J. Vasconcelos.
Referencias
- Badillo, M. (2009). Morir en la Miseria. México: Océano.
- Ferroviaria, T. (2013). Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos. Recuperado el 12 de Abril de 2014, de Revista Digital: https://museoferrocarrilesmexicanos.gob.mx/
- Ferrroviaria, T. (2007). Cronología de la Educación y Campañas de Alfabetización en México. Mirada Ferroviaria.
- Herrera, M. (2007). Taller de Lectura y Redacción I. Mexico: Esfinge.
- INEGI. (2011). Cuentame. Recuperado el 12 de Abril de 2014, de http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/analfabeta.aspx?tema=P
- Mendoza, M., & Tapia, G. (2012). UNFPA. Recuperado el 12 de Abril de 2014, de Situación Demográfica de México 1910-2010: https://mexico.unfpa.org/es/publicaciones/diagn%C3%B3stico-socio-demogr%C3%A1fico-del-envejecimiento-en-m%C3%A9xico
- Sametz de Walerstein, L. (1991). Vasconcelos el hombre del libro. Mexico: UNAM.
- Sierra, J. (2013). El Maestro del Prado y las Pinturas Proféticas. México: Planeta.
- Sosa, A. (Julio de 2006). El Humanismo Iberoamericano de José Vasconcelos. Recuperado el 2012 de Abril de 2014, de Ensayistas.org: http://www.ensayistas.org/critica/generales/C-H/mexico/vasconcelos.htm