Cuando leemos sobre cuáles son las herramientas que se necesitan para lograr ser exitosos, una de ellas, es que dicen que hay que ser perseverante. La persistencia es mantenerse firme en algo, no darse por vencido nunca aún frente a retos difíciles. Seguir adelante con un sueño. No desalentarse pase lo que pase.
Al leer las historias de vida de algunas personas exitosas, a menudo, algunas cuentan todo lo que tuvieron que pasar hasta llegar al lugar donde están. Las dificultades que tuvieron que sortear para seguir en lo que se habían propuesto. Sintieron desaliento en ciertas ocasiones, en especial, cuando estaban cerca del fracaso o la gente no los tomaba en serio por el tipo de sueño que querían concretar.
Luego explican que una de las razones por las cuales son famosos en la actualidad, es porque fueron persistentes. Persiguieron su sueño sin importarles lo que tenían que vivir.
Si en éste momento tu sientes que estas desanimado porque estas detrás de una meta que no se concreta, continúa haciéndolo porque la persistencia es la clave del éxito.
Todo el mundo dice que hay que ser persistente. Pero ser persistente por el simple hecho de serlo, es un gran error. La persistencia puede conducir al fracaso si no se elige el camino correcto.
Hay muchas personas que tienen esta actitud de persistencia, las podemos ver en manifestaciones en la calle que luchan por sus derechos o participan en organizaciones que buscan el bien común, no les impide expresarse ni la adversidad del clima, la negativa o criticas de las demás personas, la injusticia o el maltrato que a veces sufren por luchar día a día. Mantienen sus posturas a través del tiempo, sin importarles cuanto les llevará lograr lo que desean como meta.
Este tipo de personas nos pueden enseñar mucho sobre el valor real de la persistencia y de sostener una postura de perseverancia en la vida. Pero no siempre logran el éxito en lo que se proponen.
Cuando se trata el tema del éxito se dice que la persistencia es una cualidad muy importante, pero a menudo, se deja de lado algo que es muy importante.
Cuando las personas exitosas dicen que llegaron a donde están porque ya eran perseverantes, en realidad, no dicen una parte de sus historias. Es fundamental saberla.
Lo que no están contando es que se olvidaron de decir que antes de ser perseverantes, tenían un “objetivo”, y para alcanzarlo, habían ideado una “estrategia” para llegar.
A lo largo del camino, después que daban cada paso, antes de dar el siguiente evaluaban los resultados para ver si eran los que deseaban. Si no obtenían lo que querían, entonces cambiaban las medidas adoptadas y probaban algo diferente, hasta encontrar el método que los acercara a su objetivo.
Estas personas eran persistentes, pero no eran más persistentes por aferrarse a su visión. Su persistencia no era sobre el método que utilizaban para llegar a su meta. A lo largo del camino que debían pasar, eran flexibles y experimentaban para ver cuál era la mejor técnica o estrategia para llegar a donde querían ir.
Ahora bien, ¿Por qué estas personas cuando cuentan sus historias se olvidan de contar este detalle tan importante? ¿Por qué no dicen que si una estrategia no les funcionaba, la abandonaban y usaban una nueva?
Considero que estas personas no lo hacen de manera deliberada. Suelen dejar de mencionarlo, porque suponen que es obvio que se debe probar con otra estrategia. Ellos asumen que todos ya saben que deben testear en cada paso lo que están haciendo para ver si está funcionando o no. Y si no funciona, se debe cambiar el método. Siguen tratando con nuevos enfoques hasta obtener un plan que realmente funcione y tengan el resultado que quieren.
Un ejemplo de persona persistente es el caso de Thomas Edison, cuando él trato de crear la bombilla de electricidad, tuvo que intentar unas diez mil veces hasta que lo logro. Era una persona persistente en creer en su meta y en la forma en que trato de alcanzarla. No repitió siempre el mismo experimento para crearla. Eran todos diferentes, cada vez que probaba algo nuevo y no tenía el resultado que quería, evaluaba el método, y después trataba con algo diferente, realizando un seguimiento de los métodos y de los resultados que obtenía con cada prueba.
Siempre hay que recordar esta gran diferencia entre ser una persona persistente con ser persistente en la meta. Se puede ser persistente por años y no alcanzar los objetivos que se desea. Es importante aferrarse a los sueños, pero no a los métodos para llegar a ellos, cada tanto hay que revisar las acciones y el plan de estrategia que se aplica, para que si no es el correcto, tomar otro rumbo.