La mayoría de personas nos esforzamos más por cumplir con la rutina que llevamos en el presente y no por lo que deseamos alcanzar en el futuro. La única razón por lo que se da esto, se llama supervivencia. (Lo cual generalmente tiene un fundamento económico).
Esa rutina no nos deja evaluar la ruta que estamos siguiendo en nuestra vida, y para hacer esta evaluación solamente necesitamos muy pocos minutos y hacernos a nosotros mismos preguntas muy sencillas, las cuales podemos formular de dos maneras:
1) Si lo hacemos como una proyección al futuro, podríamos preguntarnos:
- Hacía a donde voy?
- Cómo me veo dentro de 5 años?
- Qué espero lograr en esos 5 años?
2) Si lo hacemos como una retrospección al pasado, podríamos preguntarnos:
- Cuáles han sido mis mayores logros en este último año de mi vida?
- Cuál ha sido el mayor objetivo que me he propuesto en la vida? y, si lo he logrado ? o si lo estoy logrando ?
- Cómo estoy hoy, en relación a hace cinco años en la misma fecha?
Estas preguntas podríamos contestarlas desde varios escenarios.
- Individualmente
- En familia
- Laboralmente
- Profesionalmente
Después de contestar esas preguntas llegaríamos a alguna de estas conclusiones:
a) Voy por el camino correcto.
b) No voy a ningún lado. (Refrán popular – “Cuando uno no sabe para donde va, cualquier camioneta lo lleva”)
c) No voy para donde quiero o quería ir. (Autor desconocido – “No hay nada más ineficiente que hacer eficientemente lo que no se tenía que hacer”)
Sin lugar a dudas, la mayoría de nosotros después de hacer el ejercicio llegaríamos a la triste conclusión, que estamos más preocupados por la supervivencia y no por la realización personal, familiar, laboral o profesional, y eso es la principal causa de la insatisfacción que tarde o temprano todos padecemos y que nos hace ser improductivos.
Es por ello, que cambiar el rumbo de nuestra vida no va a ser tan difícil, si nuestra filosofía de vida se basa en una sola regla, que debemos tener presente en todo aquello que emprendamos:
“la supervivencia, no es un objetivo; es una consecuencia.”
Es una consecuencia de la realización personal, porque el simple concepto de realización es: lograr todo aquello que nos da satisfacción, y; como consecuencia, lograremos todo lo que nos propongamos en la vida.