Desde tiempos inmemoriales se conoce que el hombre tiene 5 sentidos: la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto. ¿Podemos considerar un sexto sentido, el sentido del tiempo? ¿Cuántas veces hemos tenido que despertarnos a determinada hora sin tener reloj despertador? La inmensa mayoría de las personas despiertan con una precisión muy buena en la hora prefijada aún cuando no sea costumbre levantarse en ese momento.
La medición del tiempo está basada en la rotación de la Tierra sobre el eje y en la traslación de ésta alrededor del sol. El cálculo del tiempo dentro de los límites de las jornadas en todos los pueblos siempre ha estado vinculado al movimiento diario aparente del sol por la bóveda celeste. Sale el sol y en ese lugar empieza la mañana, el sol se inclina sobre el horizonte y se acerca la noche.
El momento de la culminación superior de l sol es la verdadera mitad del día, y a este momento lo llamamos mediodía local. Este cuadro se observa en todas las regiones de la tierra excepto en las zonas cercanas a los polos Norte y Sur, en ellos se suceden el día veraniego polar y la noche invernal polar.
El eje de rotación de la Tierra siempre pertenece al plano “solar”, es decir, pasa por el centro del Sol. Pero la Tierra continúa girando alrededor de su eje y en el plano solar constantemente ingresan nuevo y nuevos meridianos, en cualquiera de los meridianos que se vuelva hacia el sol habrá llegado el mediodía local.
La observación hecha nos dice que el tiempo o la hora local no depende de la latitud del lugar sino que el tiempo local es el mismo en todo un meridiano y sólo varía en función de la longitud al pasar de un meridiano a otro.
La Tierra da una vuelta completa alrededor de su eje que tiene 360 grados al cabo de 24 horas. Durante ese tiempo el mediodía local “recorre” toda la superficie de la Tierra. De esto resulta fácil calcular con qué velocidad se “mueve” el mediodía local de un meridiano a otro.
En una hora la Tierra gira 15 grados. De este modo, si dos puntos se encuentran en dos meridianos distantes exactamente 15 grados uno del otro, la diferencia del tiempo local resulta para ellos una hora exacta.
Emplear en cada punto de la Tierra su propio tiempo local para fines prácticos resulta totalmente incómodo. Mientras las personas se trasladaban por el mundo utilizando caballos o pequeños barcos de navegación lenta las incomodidades del uso de distintas horas no resultaba chocante, pero con el desarrollo de las comunicaciones culturales y económicas, además de la introducción del telégrafo en 1845, cuando apareció el ferrocarril, la situación se agudizó bruscamente.
Se confundían los correos, los horarios de los medios de transporte, se presentó un problema y como es de suponer no tardó en surgir su solución. El ingeniero ferroviario canadiense Fleming propuso la selección de varios meridianos especiales para regular la hora en todo el territorio de una nación. Convencionalmente se adoptó el meridiano de Greenwich como meridiano inicial y a partir de él varios múltiplos de 15 que difirieran un número de horas enteras del meridiano 0. La hora local a la que se hace referencia hoy es de acuerdo con el meridiano escogido en una zona que se extiende a ambos lados del mismo.
Por ejemplo: si dividimos la circunferencia de la Tierra- 360 grados- por el tiempo en que esta hace una rotación completa, veremos que una hora equivale a 15 grados de rotación y de ahí resulta que invierte 4 minutos en recorrer un grado de longitud.
De este modo en cada huso horario todos los puntos situados a 7 grados 30 minutos al este y esa misma cifra al oeste de un meridiano X no tienen diferencias de hora y en lugar de regirse por las 15 horas locales más los 4 minutos por grado, se rigen por una sola hora legal. Sobre la base de este sistema se han establecido en el planeta 24 horas legales correspondientes a igual cantidad de husos horarios. Se llaman husos horarios a las partes de la superficie en las que convencionalmente queda dividida por las líneas que van desde su Polo Norte hasta el Polo Sur y que distan de los meridianos centrales 7 grados 30 minutos al este y oeste del mismo.
Como se habla de convencionalismos, los límites de los husos horarios sólo siguen exactamente los meridianos geográficos en los mares y océanos, así como en lugares no poblados de tierra firme, desviándose al pasar fronteras estatales, límites administrativos, cursos de agua, cadenas montañosas.
En los países que tienen gran extensión de este a oeste resulta necesario la determinación de varios husos horarios con sus horas legales correspondientes, pero aquellos que no son demasiado extensos han procurado hacer adaptaciones para que rija una sola hora legal en todo el territorio. En el caso de Rusia, por ejemplo, tiene 11 husos horarios en todo el país, es decir 11 horas de diferencia entre sus extremos,- del segundo al decimosegundo- sin embargo las comunicaciones telefónicas y telegráficas, los medios de transporte terrestre, aéreo y automotor a larga distancia se regulan según un sistema horario unificado: la hora de Moscú, en virtud del carácter convencional del mismo.
Como país pequeño, Cuba, pertenece al huso horario comprendido entre el meridiano 82 grados 30 minutos por el oeste, más 7 grados 30 minutos que pasa por Marianao. De este lugar hasta el Cabo San Antonio correspondería al huso horario 18, una hora menos, pero en virtud del carácter convencional del sistema horario para obviar esta problemática se desvió el límite occidental del huso horario 19 y en todo el territorio nacional hay una sola hora legal.
Muchos países de Europa Occidental hicieron dejación de su huso horario y hubo entonces unificación, todos se rigen por el primer huso horario, es la llamada HORA EUROPEA MEDIA o también HORA MEDIA DE EUROPA. Esta unificación es a fin de destacar la identidad de los intereses nacionales.
Con el fin de distribuir más racionalmente la energía eléctrica suministrada las empresas, industrias y viviendas, y emplear más ampliamente la luz del día, en los meses de verano muchos países adelantan en una hora las agujas del reloj. El adelanto se efectúa por disposición gubernamental, ya sea sólo en período estival o durante todo el año. En el caso de Cuba, Francia, Inglaterra y Suiza sólo es durante el verano pero Rusia, por ejemplo, vive en horario de verano desde 1930.
Resulta fácil calcular diferencias de horas entre países a través del mapa de husos horarios:
1- Ubicamos en el mapa de husos horarios los países, ciudades o lugares deseados.
2- Tomamos uno de ellos como referencia y a partir de él contamos cuántos husos horarios hay hasta el otro objeto geográfico que se quiera buscar.
3- Contamos la cantidad de horas que hay de diferencia entre ambos puntos.
4- Si a partir del punto seleccionado contamos hacia el este son horas adelantadas y si contamos hacia el oeste, son horas atrasadas.
Otro elemento importante para el cálculo de horas para distintos lugares es considerar el sistema horario fraccionario. Muchos países en virtud de lo convencional que es el sistema de husos horarios, no toman números enteros de horas sino horas fraccionarias.