El país pasa por un buen momento económico según las cifras macroeconómicas, aunque la realidad en algunos sectores revele lo contrario, especialmente en zonas altoandinas y comunidades étnicas, donde la pobreza se mantiene en niveles de naciones bananeras.
En el rubro de las microfinanzas, el Perú es líder en América Latina. También es cierto que este fenómeno está alcanzando altos niveles de crecimiento y se ha convertido en el principal indicador de la economía peruana. Aunque no tiene el respaldo gubernamental como debería ser, es el sector privado el que está asumiendo el reto de usar esta herramienta y darle valor agregado al desarrollo del país.
Si bien es real que la industria microfinanciera es la vedette de la economía emergente, muchos aún ignoran el rol social que cumple, razón por la cual sólo atinan a conformarse con dependencias gubernamentales u oficinas bancarias para otorgar préstamos financieros.
La industria microfinanciera es más que simples oficinas de coordinación y no sólo debería representar préstamos al sector de la pequeña y micro empresa.
Tiene que ver con los diversos tipos de tecnología crediticia, facilidad en el acceso al crédito, rapidez en el servicio al cliente, financiamiento de capital de trabajo, relación financiera a largo plazo, garantías, redes empresariales, asociatividad empresarial, adecuados controles internos y administración de riesgos empresariales.
También está vinculada con la evaluación, capacidad y voluntad de pago, así como el seguimiento y control de la morosidad y de los créditos mismos. Pero todo ello carecería de importancia, si los microcréditos no están contribuyendo con la erradicación de la pobreza y la generación de mayores empleos.
La experiencia de las cajas municipales de ahorro y crédito, cajas rurales, cooperativas de ahorro y crédito, Edpyme y diversas organizaciones no gubernamentales es vital para entender a ciencia cabal qué es la industria microfinanciera y cómo articularla con el desarrollo del país.
Si sólo tomamos como ejemplo, la experiencia de las cajas municipales, observaremos la importancia que tiene en el desarrollo de miles de empresas.
La existencia de las cajas ha sido muy positiva en la promoción y desarrollo del empresariado vinculado a la micro y pequeña empresa.
No debemos olvidar que las cajas municipales inician formalmente el microcrédito en nuestro país. Son las pioneras de las microfinanzas. Antes nadie otorgaba créditos al empresario Pyme o Mype, por eso empiezan con el crédito pignoraticio; y también, ante la falta de trabajo se reactivan los micro y pequeños negocios.