Lo más importante en la vida. Parábola de las pelotas de tenis

Allí donde está tu tesoro, allí está tu corazón». (Mt. 6, 19-23).

¿Alguna vez te has hecho esta pregunta?: ¿qué es lo más importante en mi vida?, Seguramente. Pero, ¿te has sorprendido dedicando más tiempo, más recursos, más atención a otras cosas que supuestamente no son tan relevantes y sin embargo se han instalado en tu vida desplazando aquellas que habías proclamado como “sagradas”?. Peor aún, ¿has despertado algún día con la sensación de que has perdido algo que amas y que es ya muy tarde para recuperarlo?

Si alguna vez te ha pasado, no te angusties, no estás solo. Mucha gente como tú pierde el rumbo y, si se ha hecho una de estas preguntas, es porque se ha disparado una alerta dentro de sí para corregirlo. De hecho es saludable que tengamos esta incertidumbre siempre, nacimos con este mecanismo de auto-corrección que algunos llaman conciencia y es el que se encarga de impulsarnos a ser cada vez mejores, si piensas que no hay nada que cambiar en tu vida porque todo está bien, preocúpate.

Me apasiona mi trabajo, disfruto lo que hago, me gusta lograr metas y vencer grandes retos. Me inspiran las  historias de grandes hombres y mujeres que persiguieron sus sueños hasta lograrlos.

Es que amo la aventura, comenzar grandes cosas, saborear la victoria después del viacrucis. Debo confesar que, aunque parece una historia feliz de un hombre que hace lo que le gusta y aunque me ha traído muchas satisfacciones, también he recibido quejas de amigos, compañeros de trabajo y sobre todo de mi propia familia.

Me ha costado mucho equilibrar la balanza que sostiene mis aspiraciones y los deseos y necesidades de los que me rodean, sobre todo las necesidades afectivas y de tiempo.

Hace unos días mi esposa me envió una hermosa historia sobre un profesor que llenó un frasco de vidrio con pelotas de tenis, luego llenó los espacios vacíos con pelotas más pequeñas, luego con arena y luego con café. En cada paso preguntaba si el frasco estaba lleno. Los estudiantes, que no tomaban en cuenta los pequeños espacios vacíos, siempre pensaban que el frasco estaba lleno.

El entonces explicó que las pelotas de tenis eran las cosas más importantes de la vida y las otras pelotas y la arena las menos importantes. Esto para hacerlos reflexionar sobre qué pasaría llenamos el frasco con cosas menos importantes como la arena, entonces no quedará espacio para las cosas más importantes como las pelotas de tenis.

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Es curioso que todos llegamos a pensar que lo estamos haciendo bien cuando trabajamos doce horas al día, cuando posponemos nuestras citas familiares por un compromiso de trabajo, cuando nos sentamos horas y horas frente al computador revisando nuestra cuenta en facebook o nuestro correo.

He conocido poca gente que camine en el sentido contrario y de esa poca gente, la mayoría son personas muy mayores que han comenzado a valorar el tiempo con sus nietos, con sus amigos, con su hobby preferido debido a que se dan cuenta del poco tiempo que les queda y de cómo se les ha ido la vida y la salud en las distracciones de este mundo vano.

Todos nos preguntamos entonces, qué pasa en esta sociedad que se está volviendo como loca. Cada vez hay más ruido, delincuencia, robos, inmoralidad, impunidad. Gran parte del problema es que hemos dado valor a cosas que no tienen realmente valor. Una de estas cosas es el dinero.

Cuando los países entran en crisis y se convierte en noticia internacional, los medios sólo hablan de su problema económico. Casi nadie habla de su gente, del nivel de explotación al que ha sido sometida, de la mala educación, de las drogas lícitas e ilícitas, de los divorcios, de los padres que abandonan a sus hijos, de los crímenes impunes. Es una larga cadena de males que hemos achacado al problema económico, como si dijéramos: no importa lo que le pase a la gente mientras la economía crezca. Es por esto que los grandes capitales prefieren salvar a los bancos y las grandes empresas en quiebra antes que salvar el medioambiente o a las personas que mueren de hambre en el mundo.

Ahora, ¿cómo nos hemos convencido de tal mentira?, pues es el resultado de años y años de educación, literatura, comerciales y políticas de estado de gente que fue educada con estos valores. El resultado final es una sociedad que reeduca a sus hijos en base a ellos y reproduce el cáncer que acabará por colapsar nuestra vida en el planeta.

Quiero ilustrar esto con un ejemplo, En FaceBook soy parte de dos grupos: “finanzas personales” y “padres e hijos”. Hace unos días vi con gran asombro que la mayor cantidad de preguntas, comentarios y “me gusta (likes)” las tiene “finanzas personales”, casi nadie opina en “padres e hijos” a pesar de que tienen prácticamente la misma cantidad de miembros.

A esto me refería al principio al decir que muchas veces nos dedicamos a una cosa muy diferente a lo que decimos que es más importante. De esto se puede deducir que por lo menos para los miembros de estos dos grupos la situación financiera tiene mayor prioridad que la relación con sus padres o con sus hijos.

Hace unos días fui al médico y luego de entrevistarme me dijo: “debes hacer ejercicio, alimentarte mejor, dormir más y trabajar menos”. Y me pregunté seriamente: ¿cuántas veces tendré que escuchar este mismo consejo a lo largo de mi vida para decidirme a hacerlo de una vez y para siempre? ¿Tengo que esperar un infarto, una úlcera o un cáncer para reaccionar?

Y sabes por qué abusamos de esta manera de nosotros, de nuestros empleados, de nuestros hijos, de nuestros vehículos, del medio ambiente, etc., por el dinero, porque ya pensamos que no podemos vivir sin él y esto es una gran mentira de la que nos han convencido y con la que nos auto-esclavizamos.

Antes de fundar mi empresa pensaba que cuando esto sucediera tendría más tiempo, sería amo y señor de mi agenda. Nada más lejos de la verdad. Ahora trabajo más, me estreso mucho más y tengo menos tiempo. Porque el problema no es si eres empleado o no, sino tus hábitos en la administración de los recursos que tienes en cada caso y la suficiente paciencia y humildad para ir logrando pequeñas metas hasta lograr tus grandes objetivos. Muy al contrario, en ambos casos, nos desesperamos y la ambición por un mejor salario, una mejor posición, un gran  proyecto, nos obliga a explotar y explotarnos irrestrictamente.

Es una decisión difícil luego que crecemos y nos acostumbramos a esta vida que posterga siempre la felicidad, la convivencia, la buena educación, la espiritualidad y la salud, pero estoy más que convencido de que es el nuevo camino revelado ancestralmente por filósofos, maestros y guías. Debemos vaciar nuestro frasco, entrar las cosas más importantes y luego ir llenando con paciencia los espacios vacíos con las demás cosas que casi siempre llegan por añadidura.

26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?. 27 Mas ¿quién de vosotros podrá, congojándose, añadir á su estatura un codo? 28 Y por el vestido ¿por qué os congojáis? Reparad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan; 29 Mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fué vestido así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más á vosotros, hombres de poca fe? 31 No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos? 32 Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os congojéis por el día de mañana; que el día de mañana traerá su fatiga: basta al día su afán. Mateo 6:26-34.

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Tavárez Soriano Juan Dionicio. (2012, septiembre 10). Lo más importante en la vida. Parábola de las pelotas de tenis. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/lo-mas-importante-en-la-vida-parabola-de-las-pelotas-de-tenis/
Tavárez Soriano Juan Dionicio. "Lo más importante en la vida. Parábola de las pelotas de tenis". gestiopolis. 10 septiembre 2012. Web. <https://www.gestiopolis.com/lo-mas-importante-en-la-vida-parabola-de-las-pelotas-de-tenis/>.
Tavárez Soriano Juan Dionicio. "Lo más importante en la vida. Parábola de las pelotas de tenis". gestiopolis. septiembre 10, 2012. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/lo-mas-importante-en-la-vida-parabola-de-las-pelotas-de-tenis/.
Tavárez Soriano Juan Dionicio. Lo más importante en la vida. Parábola de las pelotas de tenis [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/lo-mas-importante-en-la-vida-parabola-de-las-pelotas-de-tenis/> [Citado el ].
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