Liderazgo y reprensión en nuestros tiempos

Al realizar un análisis sobre la obediencia y la reprensión en el ejercicio del liderazgo, nos damos cuenta que éste ha cambiado mucho en los últimas décadas ¿qué no ha cambiado? Hemos pasado de la época donde predominaban los liderazgos de tipo autocrático, dónde en el líder se concentraba toda la autoridad y responsabilidad, hasta su opuesto, con un liderazgo liberal.

Esto no tiene nada de malo intrínsecamente, el problema es que quizás este cambio no sea porque se ha considerado, deliberadamente, como lo mejor sino porque la sociedad cambió y los líderes han sido solo reaccionarios. Me explico: en la actualidad no existe el respeto debido a la autoridad, los padres de familia, los maestros, los políticos, los empresarios, ya no son respetados como lo fueron algunos años atrás. Las nuevas generaciones tienen la actitud de juzgar a la autoridad se tengan o no argumentos para hacerlo.

Por tanto, en los nuevos equipos de trabajo los líderes se enfrentan a situaciones complejas para poder hacer respetar su autoridad y aplicar las necesarias reconvenciones y reprensiones cuando la ocasión lo amerite.

Ejemplifiquemos: un miembro de una organización altruista, debía conseguir el permiso para poder organizar un evento en un espacio público, pero por negligencia no lo obtiene, por lo que el evento tiene que cancelarse. Es deber del líder, reprender a dicho miembro, porque su actuar ha afectado la consecución de las metas de la organización. Pero, ¿Qué pasa en nuestros días? Los colaboradores tienden a asumir una actitud de “no es mi culpa”, y si lo llegan a reconocer piensan “¿quién eres tú para decirme algo?” Por lo que el líder asume una actitud de no confrontación para evitarse problemas, y las cosas simplemente se quedan así, con un actividad fallida y nadie aprendiendo de ello.

Esto no es sano para ninguna organización, ya que si la gente falla y no pasa nada, el mensaje que reciben los demás es que no es tan importante cumplir, y después todo mundo incumple con sus obligaciones y compromisos, lo que más temprano que tarde conlleva a la desintegración de la organización. Además, el jefe, al no querer perder la simpatía del miembro que falló, termina por ganar el menosprecio de todos, incluyéndolo. Por tanto, la reconvención y la reprensión son absolutamente necesarias en los equipos de trabajo.

Al respecto, el gran autor Gastón Courtois nos dice que la reconvención y la reprensión son un deber del jefe. Ante la falta de alguno de sus subordinados este le debe un castigo, no para satisfacer su enojo, sino porque es lo justo. He ahí la esencia de nuestro tema, se reprende por principio de justicia no porque me haya enojado, entristecido o me sienta ofendido, esto no es lo importante. Al no reconvenir y castigar adecuadamente y en el momento oportuno eres tú, líder, el que ahora está fallando frente al subordinado.

Bibliografía

  • El Arte de Dirigir de Gastón Courtois.

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Guzmán Contreras Alfredo. (2014, mayo 14). Liderazgo y reprensión en nuestros tiempos. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/liderazgo-y-reprension-en-nuestros-tiempos/
Guzmán Contreras Alfredo. "Liderazgo y reprensión en nuestros tiempos". gestiopolis. 14 mayo 2014. Web. <https://www.gestiopolis.com/liderazgo-y-reprension-en-nuestros-tiempos/>.
Guzmán Contreras Alfredo. "Liderazgo y reprensión en nuestros tiempos". gestiopolis. mayo 14, 2014. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/liderazgo-y-reprension-en-nuestros-tiempos/.
Guzmán Contreras Alfredo. Liderazgo y reprensión en nuestros tiempos [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/liderazgo-y-reprension-en-nuestros-tiempos/> [Citado el ].
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