Las mentiras del socialismo del siglo XXI

Hoy en día, hay dos países que tienen un desastre en su economía y en su seguridad ciudadana. En lo que concierne a la economía, daré mi humilde opinión; la seguridad ciudadana la dejaré a los especialistas en esa materia.

Primera mentira socialista: “Los empresarios son angurrientos y mafiosos, por eso debemos aplicar un control de precios sobres los productos de primera necesidad”

La premisa seguida por los llamados países socialistas es que el control de precios es una medida económica que busca controlar los precios de los productos  de primera necesidad, para que “los pobres” puedan tener acceso a los bienes de primera necesidad a precios muy asequibles y todos se puedan beneficiar de él.

En los países en que se ha implementado el control de precios el resultado ha sido el fracaso, originando un desabastecimiento de los productos controlados y un aumento de los precios por encima del precio de equilibrio, aún mayor que el existente antes del control de precios. Estas consecuencias las vemos muy claramente en las economías de Venezuela y Argentina.

La teoría económica es muy clara en este aspecto. El control de precios no es sino un precio fijado por decreto por el Gobierno, el cual fija los precios de los productos por debajo del precio de equilibrio. El resultado lógico es que a los productores no les interesa enviar productos al mercado, porque no les genera “ganancia razonable”. Al ser tan barato los consumidores están felices de conseguir los productos a ese precio, aunque no así los productores que no ven la satisfacción de sus propias necesidades, generándose un desabastecimiento o escasez en el mercado.

Los precios deben regirse por la ley de la oferta y la demanda, siendo el mercado el mejor asignador de los recursos. Cuando un producto es abundante, los precios tenderán a bajar, tal y como lo podemos observar, a modo de ejemplo en los servicios de telecomunicaciones y televisión por cable en Costa Rica. En cambio cuando un producto es escaso, su precio tenderá a subir y como mejor ejemplo tenemos los precios de los servicios de especialistas en Costa Rica. Surge entonces la pregunta: ¿cómo corregimos el problema de los precios altos de los servicios médicos? Una respuesta sencilla: aumentando la oferta de especialistas en todo el país!!!

Es importante que el Estado funja como un árbitro, tampoco es bueno que el mercado actúe solo, porque existen “fallos de mercado” tales como los monopolios, aranceles altos a la importación o externalidades, entre otros; es aquí donde el papel del Estado es regular la economía.

Segunda mentira socialista: “Los modelos económicos neoliberales son los que han producido pobreza y desigualdad, por lo tanto es necesario instaurar el modelo socialista para tener un mundo de justicia social, igualdad y equidad”

Los modelos del socialismo del siglo XXI, tratan de estatizar todas las empresas que fueron privatizadas en su momento, porque según ellos, el modo de producción capitalista es el causante de la pobreza y la desigualdad, y por lo tanto es necesario estatizar estas empresas, como la energía, el agua, la electricidad y el gas.

Veamos el ejemplo reciente de Argentina, con el caso de Repsol YPF y la aplicación de este “modelo socialista”. Cuando estas empresas son estatizadas, pasan a ser nuevamente empresas del sector público, y para que la sociedad deba tener “precios justos” aplican controles de precios, fijando los precios de los servicios por debajo del precio de equilibrio, peor que  si hubiera estado en un modelo de “competencia perfecta”. Como con esos precios es imposible obtener ganancias para poder reinvertir nuevamente en el negocio y comprar nuevas máquinas o para financiar nuevos proyectos de desarrollo, es ahí, donde viene la crisis y quiebra de estas empresas por la mala administración; porque está más que demostrado que las empresas del sector público son administradas por burócratas, y por no tener las competencias necesarias para gerenciar una empresa. Otro ejemplo claro de lo que hablo es el caso de muchas empresas en Venezuela, que son gerenciadas por Generales del Ejército. Un general podrá saber sobre armas, pero de economía y administración no sabe nada.

La China Comunista era una dictadura que se estaba yendo a pique y como solución encontraron abrir su economía al capitalismo; los capitales llegaron y en 25 años han crecido en un promedio de un 10% anual y han sacado a muchos chinos de la pobreza. Aunque China no es un modelo a seguir, por ser una dictadura que viola los derechos humanos, no hay duda que el Capitalismo les salvo la tanda a los comunistas chinos.

Tercera mentira socialista: “El Capitalismo genera pobreza”

Es por ello que los socialistas sienten un desprecio por la inversión directa extranjera, tratando de estatizar empresas extranjeras que compraron empresas en procesos de privatización, alegando al “Nacionalismo”, que las empresas del petróleo y gas  deben ser del Estado.

Esto fue lo que pasó en Argentina con la estatización de Repsol-YPF, el gobierno aplicó controles de precios a la gasolina y el gas. El precio entonces se fijó por decreto y las empresas deberían vender a ese precio máximo (precio fijado por debajo del precio de equilibrio, aún menor que si hubiera estado en un mercado de competencia perfecta). Como el precio no satisfacía los costos de producción, la empresa Repsol no invertía en nuevos yacimientos por el efecto del precio controlado.

Esto es como que el gobierno diga que el precio del arroz se fijaría por decreto con el consiguiente resultado que a los productores no les interesaría producir, porque no cubre sus costos de producción, entonces se generaría un desabastecimiento. Eso es lo que pasó en Argentina con el precio del gas y la gasolina. Como el gobierno tenía interés en estatizar Repsol-YFP (empresa privada), le achacó su desinterés en la inversión de nuevos yacimientos y apeló al nacionalismo de los argentinos, promulgando la ley para expropiar la empresa Repsol-YPF. Esto genera un mal precedente para la inversión directa extranjera al eliminar la estabilidad jurídica.

Como consecuencia de estas medidas que ellos dicen en pro de una justicia social, para repartir mejor la riqueza, se terminan fabricando más pobres y empobreciendo el aparato del Estado con altos déficits fiscales. Al mantener los controles de precios y los subsidios en favor de los pobres que ellos dicen defender y al estatizar empresas, lo único que han logrado es ahuyentar la inversión directa extranjera, provocando una escasez de divisas, y el Gobierno al sostener el tipo de cambio (para que no suba el precio del dólar por la escasez de divisas) terminan acabando con las reservas del país.

Por eso espero, como economista, que ningún otro país latinoamericano siga el mal  ejemplo del Socialismo del Siglo XXI, que para lo único que sirve es para fabricar pobres y arruinar la economía de un país, producir más inseguridad ciudadana por los pobres que fabrican y el lenguaje violentista de las luchas de clases que incentiva el marxismo-leninismo.

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Alfaro Ramos Alfredo Elías. (2014, marzo 5). Las mentiras del socialismo del siglo XXI. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/las-mentiras-del-socialismo-del-siglo-21/
Alfaro Ramos Alfredo Elías. "Las mentiras del socialismo del siglo XXI". gestiopolis. 5 marzo 2014. Web. <https://www.gestiopolis.com/las-mentiras-del-socialismo-del-siglo-21/>.
Alfaro Ramos Alfredo Elías. "Las mentiras del socialismo del siglo XXI". gestiopolis. marzo 5, 2014. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/las-mentiras-del-socialismo-del-siglo-21/.
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