Nuestra felicidad depende irreversiblemente del éxito o fracaso en el dominio del arte de vivir con un propósito. El ser humano es el protagonista de la evolución en la sociedad, y ésta demanda cada vez más un elevadísimo nivel de conciencia, dónde la productividad y el desarrollo debe ser el resultado de una impecable visión de la vida y proyectos bien definidos ¿Te has dicho a ti mismo o a los demás alguna vez frases como estas?:
- ¡No me salen las cosas como quiero!
- ¡Tengo miedo de quedarme atrás!
- ¡No sé exactamente qué es lo que quiero!
- ¡Por más que trato no puedo lograrlo!
- ¡Tomé el rumbo equivocado!
Podríamos llenar varias líneas con los exasperados comentarios del colectivo. Una vida sin propósito resulta ser la causa más importante de estos problemas.
Vivir con un propósito nos induce a pensar con claridad y enfoque, en pro de nuestro beneficio y de nuestro entorno. Recordemos un momento el gato de Cheshire de Alicia en el país de las maravillas: ¡si no sabes a dónde ir, cualquier camino que tomes es correcto! Si no sabes qué camino tomar en la vida, entonces tu propósito no estará definido, tampoco tus proyectos, ni tus objetivos, ni mucho menos llegar a tus metas; por lo tanto vivirás sin una clara dirección. En otras palabras, cada vez que tengas una ilusión o una idea acerca de cómo quieres estar en el futuro, estarás parado sobre una torre de naipes, lista para derrumbarse al no tener un propósito verdadero.
Con la finalidad de construir una torre segura desde donde puedas divisar tus metas y objetivos a corto, mediano y largo plazo, voy a darte 3 consejos que te permitirán replantear la manera en que puedas dar vida y forma a tus sueños:
Primero que nada, deberás tener siempre en cuenta el motivo de todos tus proyectos, es decir un porqué. El prominente filósofo Friedrich Nietzsche, dijo una vez “Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos”. En ese mismo contexto entonces también se puede decir que el hecho de tener un por qué y un para qué en un proyecto, te permitirá obtener con facilidad todos los pasos a seguir para la consecución del mismo.
Por otro lado, plantea los períodos de tiempo. Es necesario definir el tiempo para cada meta en cuestión, pues podrías durar toda una vida en el cumplimiento de un proyecto, pudiendo éste, ser de corto o mediano plazo.
Es recomendable definir el camino (los objetivos) que te llevarán directo a tu meta o destino y gozar así de la finalización de un sueño, idea o proyecto. La elección de los objetivos correctos, te ayudarán a ganar tiempo y a utilizar los demás recursos de una manera eficiente y productiva.
Finalmente de esta manera, podrás abrirte a la nueva visión de una vida con propósitos y palpar el éxito en todo lo que te propongas. Un consejo: Plantéate siempre propósitos que te ayuden a avanzar y a colaborar con el entorno en el que te encuentras, pues es una de las mejores formas de encontrar felicidad y convertir tus tareas en proezas.
