La autoestima como clave para superarse personalmente

Ante la necesidad o el deseo de mejorar nuestra vida, de lograr lo que se desea y de experimentar bienestar, se hace necesario mirar hacia adentro, donde se encuentra la clave de todo proceso de cambio personal: la autoestima, timón de vida, que nos conduce al éxito o al fracaso. Siga leyendo.

Es una tendencia humana irrefrenable, experimentar un fuerte deseo de superación. No conozco, en más de 20 años de trabajo en este fascinante campo, a una sola persona que no haya sentido el poderoso llamado del mejoramiento personal.

A pesar de ese llamado, existe una serie de bloqueos o limitaciones tanto externas como internas que hacen “cuesta arriba” la senda hacia los objetivos anhelados. Nacer con limitaciones mentales o físicas, padecer enfermedades tempranas, vivir en un ambiente político que suprima las oportunidades o impida el reconocimiento de los méritos, y crecer bajo la presión inmisericorde de la pobreza material, son algunos de los agentes que parecen escapar a nuestro control voluntario.

En cuanto a los factores internos, esos que dependen directamente del individuo, podemos englobar varios de ellos en un solo macro factor que los contiene: la baja autoestima. La baja autoestima es una condición limitante surgida en la subjetividad de cada persona, que le hace creer que carece de las capacidades requeridas para el éxito y el bienestar emocional, así como un bajo sentido de merecimiento, que ancla a la persona en la inercia y la resignación.

Algunos de los factores externos pueden ser pasajeros, y muchos de los que sufren estas limitaciones exógenas, logran evadirlas trasladándose a otros escenarios, o superarlas con esfuerzo propio y apoyo de otros.

En cuanto a las debilidades de autoestima, corresponde a cada uno el reto de recuperar su confianza y desarrollar las cualidades que posibiliten su superación, el logro estable de sus más preciadas metas y la definición de valores y propósitos, los cuales dan en conjunto una visión y una sensación de sentido y congruencia general.

Desarrollar la autoestima implica trabajar en varios aspectos, tales como: conciencia, confianza, responsabilidad, voluntad, iniciativa, creatividad, disciplina y audacia, todos pilares de una vida sana y productiva.

Cuando mencionamos la conciencia, nos referimos a aprender vivir conscientemente, es decir, vivir despiertos, en contacto con nuestras verdaderas necesidades, para reconocerlas y satisfacerlas sin evasiones ni autoengaños. Implica también la detección y aceptación de fortalezas y debilidades, de talentos y límites, que nos permitan elegir opciones acordes con lo que somos y podemos, sin sobreestimarnos ni subestimarnos.

La confianza implica aceptar que con los recursos disponibles, podemos abordar exitosamente los retos de cada día, pues somos seres dotados de grandes capacidades. El estudio y el trabajo siempre nos llevan al dominio, y este es el requisito de la actitud confiada. Los pequeños logros, alcanzados sistemáticamente, abren la puerta a la idea del “si puedo”.

La responsabilidad es una cualidad de la mentalidad adulta, cuya característica esencial es aceptar responsabilidad por los actos y sus consecuencias. Es a la vez una renuncia a culpar a otros por lo que elegimos de manera voluntaria. La persona responsable es un ser poderoso para cambiar favorablemente su existencia.

La voluntad se refiere a la paciencia y a la consistencia para mantener el esfuerzo hasta alcanzar el logro. No es testarudez ciega, sino empeño inteligente, ese que sabe seguir las señales e intuye cuando continuar y cuando posponer o cambiar.

La iniciativa es la tenencia a dar los primeros pasos en lugar de esperar. Revela ambición y confianza, y es pieza clave para todos los éxitos oportunos. Si la vida se vive ahora, es más recomendable iniciar que esperar, siempre, claro está que se consideren los factores involucrados y se explote adecuadamente el sentido de la oportunidad.

La creatividad es la búsqueda de las mejores maneras de lograr lo que se desea. Por lo que resulta una aliada de todo el que emprende el camino hacia la excelencia y la superación de la mediocridad amparada casi siempre en la obsolescencia y la rutina.

Disciplina es orden, estructura, senda. Los disciplinados ahorran energía, tiempo y esfuerzo y hacen más cercana la distancia entre el estado actual y el estado deseado.

La audacia es la cualidad de los grandes triunfadores, lo que arriesgan más y se hacen merecedores de los mayores premios. Si bien es cierto que la prudencia es valiosa, debe caminar, sin embargo, al lado de su complemento que no es otra que la audacia.

Son estos los caminos que debe recorrer, poco a poco, paso a paso, quien lleven sus alforjas el sueño de avanzar, de trascender, de elevarse por encima de la miseria mental que es en realidad la causa final de la pobreza y del sufrimiento.

En vez de decir “no puedo”, trabaje duro para lograr una mejor forma de vida. Sólo si entra en la cancha, podrá anotar puntos. Piense que es posible y lo será. Si comienza colocar ladrillos, pronto habrá construido una ciudad. Gracias por leerme.

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Yagosesky Renny. (2007, noviembre 16). La autoestima como clave para superarse personalmente. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/la-autoestima-como-clave-para-superarse-personalmente/
Yagosesky Renny. "La autoestima como clave para superarse personalmente". gestiopolis. 16 noviembre 2007. Web. <https://www.gestiopolis.com/la-autoestima-como-clave-para-superarse-personalmente/>.
Yagosesky Renny. "La autoestima como clave para superarse personalmente". gestiopolis. noviembre 16, 2007. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/la-autoestima-como-clave-para-superarse-personalmente/.
Yagosesky Renny. La autoestima como clave para superarse personalmente [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/la-autoestima-como-clave-para-superarse-personalmente/> [Citado el ].
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