Durante las presentaciones, las preguntas y respuestas sirven para saber hasta qué punto la gente sabe o entiendo los conceptos que te interesan compartir con ellos. También es una buena oportunidad para poder demostrarles que también cuentas con un buen sentido del humor. Esta etapa es un medio más para permitir que tu audiencia participe en ella.
La forma más utilizada, o quizás la más aburrida, es cuando se trata de abrir esta sesión diciendo ¿hay alguna pregunta para hacer? O “ahora vamos a escuchar las preguntas que tiene la audiencia para mí”.
Para realizar una presentación más divertida, tanto para ellos como para ti, sería interesante que les demuestres que tú disfrutas hablando con ellos y que eres una persona divertida. Porque no tratas de abrir la etapa de preguntas con un toque de humor, como por ejemplo, la última vez que tuve una presentación hace como unos 10 años…. Una de las primeras preguntas que me hicieron fue ¿usted tiene tiempo para hacer….? Y acotar algo divertido de tu vida.
Si deseas cautivar a tu audiencia, trata dentro de tus posibilidades, de hacer algo diferente de lo que hacen los demás, rompe el hielo con alguna frase chistosa o explicando algo que tenga entre medio algo divertido.
Dedica algo de tu tiempo a pensar las posibles preguntas que te podrían realizar y las repuestas que tú les quieres dar. Si ya tienes una idea de cuáles son los posibles temas que se tratarán en las preguntas, escribe algo que tenga humor, algo que te haya pasado, las anécdotas son una buena receta para cortar el hielo de una presentación muy formal.
Si haces comentarios ingeniosos, el público se sentirá sin tanta presión cuando tenga que preguntarte, las opiniones te las podrán compartir con cierto grado de espontaneidad.
¿Y si nadie se atreve a hacer la primer pregunta? Este inconveniente se puede resolver de forma muy fácil. Te paras en el medio del escenario o donde estés y comienza a hablar con tu audiencia, hazles preguntas, como por ejemplo, si les gustaría ser parte de una encuesta que se realizara al final de la presentación o que estas investigando el perfil de las distintas audiencias donde te has presentado y te gustaría que formara parte del grupo para que compartiera sus impresiones de la charla, y cuando ellos comiencen a levantar la mano, es el momento oportuno para que digas algo relacionado con el humor, o que estas preguntas fueron para tratar de romper esa atmósfera de tanta seriedad o lo que se te ocurra escribir para no ser formal todo el tiempo.
Para convertir tu presentación en un gran evento, es importante que combines tu texto con algo de anécdotas humorísticas, que te permitan distenderte y disfrutar de lo que estás haciendo. Más allá que tu finalidad es dar a conocer tu postura, conocimiento o técnicas sobre determinados temas, es fundamental que te conectes con tu audiencia, son ellos lo que te darán el éxito que deseas como orador público.