En una situación de estrechez económica en la cual los ingresos se han reducido limitando nuestra capacidad de pago de nuestras obligaciones, la reacción natural es bajar el gasto al mínimo y hacer un calendario de pagos que nos permita sobrevivir hasta que la situación mejore.
En nuestra corta pero rica experiencia hemos notado que no se pueden aplicar las mismas técnicas en los pagos y en los gastos.
Todo se resume en el siguiente principio: “El calendario de gastos debe planificarse en base a los recursos existentes, el calendario de pagos puede elaborarse en base a los ingresos esperados”.
Es decir, si tenemos cierto monto en la cuenta de banco, nuestro calendario de gastos no puede exceder estos este monto, por lo que tendremos que recortar algunos gastos hasta que haya disponibilidad para poder hacerlos. Sin embargo, si tenemos que hacer pagos a suplidores, pagos de préstamos, servicios, etc. debemos considerar el pago de la mayor cantidad posible de éstos considerando inclusive las entradas estimadas en las próximas semanas o meses.
Esto por dos razones:
1.- Si no gastamos no pasa nada, no van a correr intereses y posiblemente tengamos fondos para responder a los imprevistos de los que nadie escapa, caso contrario de las deudas que acumulan intereses y dañan nuestra credibilidad.
2.-Un calendario de pago en base a nuestros ingresos futuros, inclusive aquellos que no se han concretizado como cotizaciones no aprobadas o ventas no realizadas, no sirve de motivación para poner nuestra creatividad en funcionamiento y estimular nuestro optimismo inclusive en las situaciones más adversas.
Este plan de pagos y gastos se puede elaborar de una manera muy sencilla:
a) Elaborar una lista de los gastos fijos y deudas acumuladas y proyectarlos al período de tiempo conveniente (un mes, un año, etc.). Por ejemplo: gastos de combustible, alimentos, pago de servicios como teléfono, energía eléctrica, préstamos, ventas a crédito. Sumar estas cantidades y obtener un monto total.
b) Sumar el capital existente y los ingresos que se esperan para ese período como pago de salarios, intereses bancarios, ventas. Esta sería nuestra “capacidad real de pago.”
c) Restar a) de b) y determinar si nos faltan recursos, si estamos justos o nos sobra.
Generalmente nos faltan.
d) Verificar cuáles de los gastos fijos pueden ser recortados y hacer el ejercicio nueva vez hasta llegar al menor déficit que podamos tener.
e) Listar las actividades que podemos hacer para superar ese déficit en ese período de tiempo. Por ejemplo: nuevas ventas, solicitud de incremento salarial, ventas de artículos no necesarios, especiales de ventas al costo, nuevos negocios en áreas y productos aún no explorados. La idea en este punto es determinar nuestra “capacidad potencial de pago”.
f) Sumamos b) y e), le restamos a) y esto nos dará un nuevo número el cual debemos tratar de que sea positivo y cada vez mayor para tener mejores posibilidades de éxito.
g) Hacemos una lista de acciones necesarias para llevar a cabo este nuevo plan.
La eficacia del plan de gastos y pagos dependerá de que nos apeguemos religiosamente a él evitando distracciones y llevando un control estricto de cada acción que se tome, una vigilancia de las fechas establecidas para cada actividad y flexibilidad suficiente para mover las fichas en caso de eventualidades que siempre serán posibles.
Estas recomendaciones son el resultado de la experiencia, con el tiempo y con las nuevas vivencias que nos depara el destino podremos generar nuevas técnicas y estaremos siempre abiertos al aprendizaje para poder lograr nuestras metas financieras que no son más que una herramienta para lograr las metas más importantes que son las metas de vida.