El presente trabajo nos da a conocer los principales factores que han conllevado el acrecentamiento hoy en día, respecto de la disolución del vínculo matrimonial en parejas heterosexuales, destacando los factores psicológicos y socioeconómicos, según reportes dados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía INEGI, hoy en día los divorcios tanto voluntarios, incausados o sin expresión de causa, así como voluntarios han incrementado un 32% en comparación con el año 2010, teniendo mayor incidencia según la edad que es el sexo femenino quien más concurre a la disolución del vínculo matrimonial. Realmente son alarmantes dichas cifras, ya que, al existir una ruptura en el matrimonio, conlleva inestabilidad familia como principal fin del matrimonio, principalmente en los hijos.
Palabras claves: incremento, inestabilidad, factores, familia.
INTRODUCCIÓN
Desde la creación del hombre, ha existido la necesidad biológica de tener una pareja y formar vínculos sentimentales y familiares, sin embargo, en dicha relación no existía sustento ni alcance legal. En el año de 1870 surge jurídicamente la figura del matrimonio, definiéndolo “es la sociedad legítima de una solo hombre y una sola mujer, que se unen con vínculo indisoluble para perpetuar la especie y ayudarse a llevar el peso de la vida”, como podemos deducir dicho concepto nos establece la palabra “indisoluble” era interpretada que solo la muerte de uno de los cónyuges podía interrumpir dicho matrimonio, siendo la principal finalidad del matrimonio la procreación de la familia, el fomento de los valores y las buenas costumbres.
Actualmente el concepto de matrimonio nos establece el Código Civil para el Estado de Veracruz en su artículo 75 “El matrimonio es la unión de un solo hombre y de una sola mujer que conviven para realizar los fines esenciales de la familia como institución social y civil”, dentro de dicha unión existen fines mutuos principalmente; el respeto, la convivencia, la igualdad, la posibilidad de procrear hijos de manera libre, responsable e informada. De dicho vínculo se deriva la familia, reconociéndola en sus diversos tipos, ya que es el núcleo fundamental de la sociedad la cual garantizará condiciones que favorezcan integralmente la consecución de sus fines. Éstas se constituirán por vínculos jurídicos o de hecho y se basarán en la igualdad de derechos y oportunidades de sus integrantes.
Al paso de los años y con la evolución de las leyes y normas mexicanas se fue modificando el concepto del matrimonio y fueron surgiendo causales con la cual dicha unión jurídicamente podía ser disuelta. En 1914 Don Venustiano Carranza durante su mandato, decretó que dicho vínculo matrimonial podía disolverse, y es ahí cuando surge la figura del divorcio, es decir ya no un “vínculo indisoluble”, si no pasó a ser un “vínculo disoluble”, a partir de ese momento es cuando las parejas empiezan a tener la oportunidad de dar fin a aquella unión que ya no les era satisfactoria, surgiendo diversas formas de llevar a cabo dicha disolución.
DESARROLLO
El órgano legislativo ha realizado reformas legales en cuanto a la manera de cómo dar fin a ese vínculo matrimonial y fueron ampliando las formalidades para poder realizarlo, estableciendo hoy en día en el Código Civil para el Estado de Veracruz en su artículo 140 “El divorcio disuelve el vínculo del matrimonio y deja a los cónyuges en aptitud de contraer otro”.
Existiendo diversas formas de llegar al divorcio:
- Administrativos: Ante el encargado del Registro Público, siempre y cuando se cumplan los requisitos.
- Judiciales: Se tramita ante el Juez según sea las circunstancias y cumplimento de las disposiciones legales.
- Incausados o sin expresión de causa.
Datos estadísticos revelan que cada día los matrimonios han ido en descenso, es decir las parejas ya no quieren casarse, puesto que prefieren no tener un compromiso legal que los regule, por el contrario, los divorcios han ido en ascenso, el INEGI reporto que en el año 2010 el número de matrimonios registrado era de 567,943 y en el año 2018 dicha cifra disminuyó a 526,008, y a la inversa los divorcios de 86,042 que se dieron en el año 2010 subió a 147,581. Estas cifras son preocupantes, puesto que la figura jerárquica del matrimonio ha perdido esencia y credibilidad. Es ahí donde el concepto y compromiso del matrimonio empieza a variar, diversos factores como los son; psicológicos, los sociales, económicos, políticos, laborales, la salud, la convivencia, legales, etc., han conllevado a que el vínculo matrimonial, ese que en algún momento era indestructible, hoy en día se esté acrecentando de manera desmesurada, conllevando inestabilidad familiar, principalmente daños psicológicos a los hijos.
Según datos científicos dentro de los factores psicológicos podemos encontrar principalmente:
- La edad
- La educación y la religión
- Antecedentes familiares de divorcio
- La neurosis
- Y la Infidelidad
- violencia
Así como dentro de los factores socioeconómicos los principales son:
- Falta de comunicación
- Falta de empleo.
- Excesivo tiempo al trabajo
- Los vicios
Conclusión
Como pude desmembrar de la presente investigación, el matrimonio debe de tener como base fundamental la conservación de valores, la convivencia, el fortalecimiento, la igualdad y estabilidad de la familia. El matrimonio heterosexual al ser la unión de un solo hombre con una sola mujer conlleva compromisos y responsabilidades mutuas, sin embargo, las condiciones y diversos factores han conllevado a perder la importancia de dichas bases, para las parejas es más fácil recurrir al divorcio, puesto que los roles tanto psicológicos como socioeconómicos del entorno han conllevado a ver al divorcio como algo más práctico y recurrente.
Dentro del proceso del divorcio y después de decretado el mismo, fluctúan cambios emocionales y sociales en los miembros de la familia, principalmente en los hijos. Aunque cada persona de manera directa o indirecta tiene perspectivas distintas y diversas maneras de cómo afrontar la disolución del vínculo matrimonial.
Es responsabilidad de los padres lograr entablar un ambiente de armonía, paz y tranquilidad para los hijos, aun cuando ya se encuentren divorciados.
Bibliografía
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