En el diario de cada jornada se reproduce una y otra vez. En el minuto inminente de cada hora se pronuncia persistentemente. Es una constante “K” que deambula de forma continuada en las ondas afectando a la razón, la lógica y la cordura. Es una “K” que manifiesta alteraciones muy subjetivas, que no sugestivas, en la percepción de algo que se conoce como sentimiento y/o emoción.
¿A que me refiero? Hay cuestiones que corroen más a cualquier individuo que el hecho de pensar en la propia muerte. En esta ocasión esas cuestiones se transforman en frases acompañadas de notas musicales que suenan a gloria. Son mensajes transmitidos como si de “verdades absolutas” se trataran. ¿Sigues sin saber a qué me refiero? ¿Te suena de algo lo siguiente?:
- Sin ti no soy nada.
Es uno de los mayores éxitos de un grupo musical español al que no critico en modo alguno. Sólo evalúo el contenido de la letra de la canción.
Decir, mantener, proclamar, anunciar y sostener aunque sea cantando que “sin ti no soy nada” refiriéndose a lo que es el amor, es no decir en realidad nada.
Que una relación se base en lo que la otra parte ofrece y no en lo que uno posee, es sustentar o intentar cimentar algo sobre lo irreal.
En modo alguno comparto que las relaciones de parejas se basen en lo que el otro oferta. Es un tremendo error a mi juicio. ¿Por qué? Sencillo como todo. Aunque esa relación dure toda la vida y concluya en el fallecimiento de una de las partes, la otra que se mantenía de lo que la extinguida ofrecía, termina en un vacío profundo y oscuro.
El amor nunca es depender del amor de otro.
El amor nunca es necesitar del amor del otro.
El amor nunca es sostenerse en el amor del otro.
El Amor, es, en realidad compartir el que se posee como propio, con el que se da ya existente de la otra parte.
Sí, he escrito Amor con mayúsculas, porque el amor con minúsculas es una droga, una adicción; en definitiva es falta de libertad. En cambio, el Amor es libertad. Libertad en expansión. Libertad sin límites. Eso es el Amor.
El Amor nunca es una necesidad como asegura otra famosa canción al clamar “I need your love” ¿Que necesitas del amor de otro para vivir? Entonces tenemos el diagnóstico muy claro: No sabes lo que es el Amor. O dicho de otra forma más rotunda: no lo posees. Y es que hay una ley no escrita en esta vida que es rotunda: “uno no puede dar lo que no tiene”. Si posees el Amor, puedes darlo y compartirlo. Pero si ese amor se sustenta en lo que otro puede ofertar, es que no hay Amor. Lo que se conoce por amor, sólo son sensaciones y emociones exuberantes que tienen los días contados. No obstante, cuando se posee el Amor, compartirlo no es complicado, y nunca jamás, como diría Peter Pan, se vive en el estado de necesitar, depender o sostenerse en lo que otra persona ofrezca, sí en cambio, en el compartir en igualdad de condiciones sin que en modo alguno se pueda llegar a experimentar lo que otra conocida melodía pregona con “I can´t live without you” porque cada uno consigue vivir en uno y en el otro de forma simultánea sin acallar o pisotear, sino engrandeciendo, alumbrando y magnificando lo que ya se posee en el otro al compartirlo con absoluta libertad sin impedir limites en ese experimentarse mutuamente.
Amor es libertad, no esclavitud. Amor es compartir. Esclavitud es necesitar, depender o sostenerse en algo que lo gobierna sin miramientos.
Tú escoges: libertad o esclavitud. Amor o amor. Compartir lo que se posee sin pérdida alguna o suplicar recibir migajas de sentimientos o emociones vacías de esencia.