¿Es necesaria la firma del TLC Perú-EEUU?

Cuatros aspectos referentes al tratado (acuerdo) de libre comercio (TLC) entre el Perú y los Estados Unidos están encausando el pensamiento del Gobierno peruano a la necesidad de aprobar y firmar el acuerdo.

El análisis de estos aspectos desarrollado en este trabajo sugiere por un lado, que dicha necesidad es más aparente que real. Así, la pregunta o decisión de si se debe firmar o no el tratado no es la relevante. La firma o no firma del tratado no solucionará los problemas básicos de desarrollo que la economía peruana requiere resolver.

De otro lado, sugiere una serie de lecciones a tomarse a cuenta en futuros procesos de integración.

Introducción

El 18 de noviembre de 2003, Robert Zoellick –jefe de los representantes comerciales del Gobierno americano–  anunció la intención del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos de iniciar negociaciones con Colombia y Perú y Ecuador3 para la elaboración de un tratado comercial entre dicho país y los países andinos (a excepción de Venezuela). Desde ese anuncio, se han llevado a cabo doce rondas de negociaciones y las proyecciones del Gobierno peruano es que la firma del tratado se logre antes de finalizar el año 2005.

El presente trabajo analiza y delinea cuatros aspectos referentes al tratado que están encausando el pensamiento del Gobierno peruano a la necesidad de aprobar y firmar el Tratado de Libre Comercio (TLC) Estados Unidos- Perú. Estos aspectos: i) han condicionado al proceso de negociación; ii) podrían limitar los potenciales impactos económicos del tratado; y iii) sirven como lecciones para posteriores negociaciones (en particular, con la Unión Europea y los países asiáticos). El trabajo tiene cinco secciones: las cuatro primeras analizan un aspecto por sección y la última sección presenta una serie de reflexiones finales que sirven como lecciones para futuros procesos de integración.

La motivación política-económica de los TLC

El primer aspecto que condiciona al proceso de negociación es el relacionado con los motivos políticos y económicos de ambos gobiernos a firmar un TLC.

Contrario a lo que podría esperarse de las negociaciones entre un país grande y rico con uno pobre y pequeño, existen razones de suma importancia para los Estados Unidos de negociar en diversos frentes regionales frente a la estrategia multilateral, a través de las rondas de negociación de la OMC (Organización Mundial de Comercio). Entre las principales tenemos:

i) A inicios del siglo XXI, la demanda de América Latina de bienes y servicios provenientes de los Estados Unidos representa el 22% de las exportaciones totales de dicho país y 18% de las importaciones, lo cual convierte a la región (como
un todo) como uno de los principales mercados para los Estados Unidos.

ii) El cambio de estrategia de los Estados Unidos, propulsada por su embajador Zoellick desde los años 1980, que propone la liberalización comercial, la competencia entre países y emprender negociaciones en todos los frentes (global, regional y bilateral) y de forma simultánea. Al respecto, Zoellick (2001)5 escribe: “negociando en múltiples frentes, nosotros podemos crear una competencia en liberalización que promoverá la apertura de los mercados alrededor del mundo”.

iii) La potencial área de libre comercio entre los Estados Unidos y los países latinoamericanos, incluyendo Brasil y Argentina, le es útil en tres sentidos:

a) le otorga un poder de negociación ante la Unión Europea y las negociaciones en Doha (dado que sus “aliados” serían los países de América Latina);

b) puede usar las áreas de libre comercio como un instrumento para “convencer” a los países de la región para que adopten varias reformas políticas (hacia la democracia) y económicas (apertura y flexibilización de los mercados) que desea promover; y c) para incrementar su comercio y, por ende, su producción y empleo.

iv) La estrategia de múltiples frentes le permite a los Estados Unidos tres ventajas adicionales:

a) La secuencial, mediante la cual obtiene acuerdos de manera sucesiva en los diversos procesos de negociación, desde los bilaterales hasta los globales.

b) La concurrente, que hace posible que los Estados Unidos negocie acuerdos discriminatorios a favor o en contra de ciertas regiones, para luego extenderlos a las negociaciones globales. Esta ventaja ejerce presión para que los otros países sigan en las líneas del acuerdo.

c) La de alternativa, la cual permite acuerdos discriminatorios, pero que no son extendidos luego a las negociaciones globales.

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Económica Y Social (CIES) Consorcio de Investigación. (2006, junio 30). ¿Es necesaria la firma del TLC Perú-EEUU?. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/es-necesaria-la-firma-del-tlc-peru-eeuu/
Económica Y Social (CIES) Consorcio de Investigación. "¿Es necesaria la firma del TLC Perú-EEUU?". gestiopolis. 30 junio 2006. Web. <https://www.gestiopolis.com/es-necesaria-la-firma-del-tlc-peru-eeuu/>.
Económica Y Social (CIES) Consorcio de Investigación. "¿Es necesaria la firma del TLC Perú-EEUU?". gestiopolis. junio 30, 2006. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/es-necesaria-la-firma-del-tlc-peru-eeuu/.
Económica Y Social (CIES) Consorcio de Investigación. ¿Es necesaria la firma del TLC Perú-EEUU? [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/es-necesaria-la-firma-del-tlc-peru-eeuu/> [Citado el ].
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