La contabilidad del conocimiento es sin duda alguna una revolución en el ámbito contable, por cuanto, su estudio se viene engendrando de a poco. En ese proceso de gestación planteamos que el contextualismo epistemológico es el camino correcto para su metateorización.
En efecto, el capital “es por naturaleza siempre inmaterial puesto que no es la materia lo que hace al capital sino el valor de aquella materia; el valor no tiene nada de físico” tenemos que ir, como decía Marx, más allá de la física para tocar a la gallina que pone los huevos de oro. Si así pensaban los clásicos ¿por qué entonces, seguimos insistiendo en la naturaleza estática del capital? Es una cuestión del contexto definitivamente, pero esa revolución en el capital se dará a instancias mayores en la medida que adoptemos una visión diferente y concurrente de nuestro pensamiento. Por lo tanto, “si el cambio al capital-conocimiento es real, significa que el capital en sí es cada vez más irreal, que se compone en su mayor parte de símbolos que representan nada más que otros símbolos…” y en donde la contabilidad, tiene que formalizar, mejor dicho matematizar para su real comprensión.
En consecuencia, la ciencia contable no se da en el vacío sino en un contexto, justamente el contexto contable trata de varios aspectos, tales como: económico, político, cultural, psicológico y hasta biológico. Sintetizando lo antes mencionado, el contexto contable queda reducido a: Un aspecto social, conceptual, histórico y empírico. Hay que tener en cuenta estos aspectos para hablar de ciencia contable, de lo contrario estaremos hablando solamente de doctrinas generalmente aceptadas. En suma, se trata del contextualismo epistemológico, por medio del cual interpretaremos el pensamiento contable como un sistema conceptual y no como un fragmento de la ciencia económica.
II. GUÍA DE DISCUSIÓN.
- ¿Qué importancia tiene la contabilidad del conocimiento en este nuevo contexto mundial?
- ¿Por qué es importante el contextualismo epistemológico en la contabilidad?
- ¿Qué dificultades se presentan en el proceso de axiomatización de la contabilidad del conocimiento?
- ¿Cuáles son los fundamentos epistemológicos para alcanzar la metateorización de la contabilidad del conocimiento?
III. UN POCO DE TEORIA DEL CONOCIMIENTO: La perspectiva epistemológica en la gestación del conocimiento.
Consideraciones generales.
El conocimiento científico contemporáneo, o mejor dicho el nuevo espíritu científico, se dirige hacia la fría abstracción de la razón y la materia. Es decir, vincula el pensamiento con la experiencia. No obstante, es permisible primero emprenderlo dentro de la filosofía y la epistemología, para entender mejor su verdadera dimensión constructiva. Mejor sería realizarla dentro de un pensamiento, para ver la eficiencia convergente de la teoría y la praxis. Por estas razones expuestas, es que en las primeras anotaciones del presente capítulo, dedicaré algunas pinceladas a la teoría del conocimiento.
En primera instancia lo que debe quedar claro, es que no se podría engendrar la metateorización de la contabilidad del conocimiento sin entender primero el rol de la epistemología, inclusive de la filosofía. Porque estas categorías ayudan a cualquier disciplina explicar y mejorar los resultados de la investigación científica, de una manera crítica y dialogada.
¿Pero qué tiene que ver la filosofía y la epistemología en la contabilidad? Sería la primera pregunta que nos haríamos. Para responder debemos volver nuestra mirada hacia la historia del pensamiento contable, en ese caminar introspectivo están presentes de alguna u otra forma éstas categorías; por ejemplo, el reconocido profesor Richard Mattessich, se basa en sus tradiciones de investigación contable en la epistemología de Thomas Kuhn, aunque va más allá de este sistema cognitivo. Lo mismo podríamos decir, de Leandro Cañibano, quien construye sus programas de investigación contable dentro del contexto de la epistemología de Imre Lakatos. De tal manera que, con estos ejemplos, trato de justificar mi tesis central: implantar y defender el contextualismo epistemológico para alcanzar la metateorización de la contabilidad del conocimiento.
El papel de la filosofía y la epistemología en la teoría contable
La filosofía nos permite tener una visión crítica y discursiva de nuestro contexto, es decir, hace de nuestra razón un incesante prototipo listo para realizar análisis de todos los posibles problemas de nuestra realidad, inclusive va más de allá de ella.
Jesús Mosterín,1 reconocido filósofo Español, nos dice al respecto que, “hoy en día todos estamos bombardeados por unas constantes avalancha de información a través de la radio, la televisión, los libros, las revistas e Internet, etc. En todos estos medios se cuela cualquier cosa. Entonces, hoy más que nunca se requiere de un filtro que separe las informaciones claras y fiables de las confusas o engañosas. Es importante que nuestras ideas sean lo más fiables, para lo cual tiene que haber una instancia crítica, un filtro. Esa instancia, ese filtro es la filosofía”.
En efecto, hoy en día vivimos bajo una influyente sociedad postcapitalista, con su gran ¡mandamiento apocalíptico!: el neoliberalismo, aliado empecinado de la globalización económica. Esto a dado paso, a una sociedad emergente, donde la “información base del conocimiento” es la piedra angular del desarrollo socio – económico; hecho por el cual, la sociedad en cierta forma se está virtualizando en todos los ámbitos. Y a partir de esta virtualización, se vienen recibiendo recetas “infalibles” que realzan la realidad, sin embargo, muchas de estas recetas no son más que especulaciones y conjeturas del contexto; justificación que encontramos para realizar una filosofía crítica que nos conlleve a ingerir lo esencialmente verosímil.
Por lo tanto, hemos visto que hay dos categorías bien determinadas: la filosofía, tema que hemos explicado ya, y la epistemología o teoría del conocimiento de quien nos encargaremos ahora. Cierto es que la epistemología, es la rama de la filosofía que estudia la investigación científica y su producto, el conocimiento científico. Mera hoja del árbol de la filosofía hace medio siglo, la epistemología es hoy una rama importante del mismo. No obstante, hace medio siglo aún no se habían advertido los problemas semánticos, ontológicos, axiológicos, éticos y de otro aspecto que se presenta en la reflexión metacientífica. Esta adhesión a la filosofía, duro hasta el momento en que la epistemología comienza su profesionalización.2 Y por eso, hoy en día hablamos de epistemologías particulares, tales como filosofía de la física, la biofilosofía, la iatrofilosofía, entre otras.
En ese sentido, se puede definir a la epistemología en tres aproximaciones policonceptuales: (i) Estudio crítico – filosófico de la ciencia, (ii) Estudio de la constitución de los conocimientos válidos y (iii) Estudio del paso de los estados de mínimo conocimiento a los estados de conocimiento más riguroso.3
Con esto, queremos dejar en claro el cometido de la epistemología como una disciplina autorreguladora del conocimiento científico. Las consideraciones expuestas por tanto, nos abren un camino reflexivo en el ámbito contable, porque en cierta forma se han visto influenciados por algunas posturas epistemológicas engendrado a lo largo del periodo evolutivo del conocimiento contable. Gran influencia tuvieron, por ejemplo, Karl Popper con su teoría falsacionista, Thomas Kuhn con su epistemología histórica, Lakatos, con sus programas de investigación y recientemente Bunge, con su realismo crítico.
Esto es fructífero, pero no suficiente. En ciertos casos algunos ensayistas contables, sobreestiman el contexto real de la contabilidad. Es decir, se salen del contexto racional de la contabilidad para llegar a un filosofismo cargado de demagogia y dogmatismos, carente de diálogo interno y externo que debe existir en todo itinerario orientado a construir conceptos sistemáticos y verosímiles. Debemos, por lo tanto, adoptar una filosofía de la contabilidad en cuyas bases deben descansar los hechos contables, como dependiente de las teorías y reglas metateóricas; por su puesto que, previamente se debe construir una metateoría, mejor aún si nos apoyamos de los estudios epistemológicos.
Resumiendo, diríamos que la teoría del conocimiento es una explicación e interpretación filosófica del conocimiento humano, que comprende algunas cuestiones fundamentales tales como: La posibilidad del conocimiento, esto es, si es posible que el sujeto cognoscente pueda aprehender el objeto y ¿Hasta qué medida se puede lograr un conocimiento objetivo?. De otro lado, también a menudo se preocupa sobre el origen del conocimiento, responder ¿Cuáles son las fuentes de nuestro conocimiento? ha sido hasta ahora explicado tanto por el empirismo como por el racionalismo. Dos fuentes aparentemente irreconcilable, hasta la aparición de Kant, quién solapa magistralmente estas dos concepciones. Asimismo, otra cuestión adicional a todo esto, es acerca de la esencia del conocimiento y finalmente sobre el conocimiento verdadero, esto es sobre la verdad: ¿Cuál es el criterio para determinar si un conocimiento es verdadero o no?
Finalmente, a continuación indicaremos los beneficios que traería la epistemología dentro de la contabilidad, para no dejar vacíos y menos que se piense que son meras especulaciones:
- Dejar ser prisioneros de una doctrina incoherente, impuesta más allá de su racionalidad lógica por su carácter legal, económico y social.
- Permitirá engendrar nuevos paradigmas y proyectos de investigación en forma continua; esto ensanchara la visión de la contabilidad, siguiendo el mismo proceso del método científico. B Ampliará las líneas y programas de investigación contable, entrelazando nuevos métodos, técnicas y estrategias que permitan realizar investigación de alto nivel.
- Nos conducirá a encontrar la racionalidad científica de la contabilidad, a través del análisis teórico y la reflexión epistemológica.
- Conlleva a realizar una revisión histórica de la nuestra disciplina; pero no será una revisión acrítica, estática y descriptiva, por el contrario será una revisión dinámica, crítica, discursiva y explicativa, para encontrar y resolver nuevos problemas. Puesto que el punto terminal constituye el inicio de nuevos problemas, inclusive más complejos que el primero.
- Nos acostumbrará, a explicar sistemáticamente las conjeturas hipotéticas planteados y por tanto, dejar de ser solamente maquinas receptivas y descriptivistas.
- Le permitirá al contador dudar de los datos empíricos que se salen de las teorías y de los marcos contextuales.
La epistemología histórica de Kuhn y los paradigmas contables.
La postura Kuhniana, parte esencialmente de tres estadios: Ciencia normal, anomalías y revolución científica. Pero esto, implica plantear algunas interrogantes, que muy bien pudiera servir como punto de partida para entender mejor estas consideraciones: ¿Cuál es la naturaleza de la ciencia normal?, ¿Qué es un paradigma?, ¿Qué son las anomalías? y por último ¿Qué significa una revolución científica?.
En primera instancia, ciencia normal “significa investigación basada firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior.”4
Pero hay algo más, como la ciencia normal son realizaciones científicas, entonces su eficiencia de resolver las anomalías dependerá de la plausibilidad de los paradigmas, ya que estos son “ejemplos aceptados de la práctica científica actual, ejemplos que incluyen al mismo tiempo ley, teoría, aplicación e instrumentación y proporcionan modelos de los que surgen tradiciones particulares de la investigación”5 dentro de una comunidad científica. Por lo tanto, “los hombres cuya investigación se basa en paradigmas compartidos están sujetos a las mismas reglas y normas para la práctica científica. Este compromiso y el consentimiento aparente que provoca, son requisitos previos para la ciencia normal, es decir, para la génesis y la continuación de una tradición particular de la investigación científica.”6
En efecto, “una vez alcanzado el status de paradigma, una teoría científica se declara inválida sólo cuando se dispone de un candidato alternativo para que ocupe su lugar”7 porque rechazar “un paradigma sin remplazarlo con otro, es rechazar la ciencia misma”8 es ahogarse en un mar de ilusorios discursos, en vez de buscar el rompimiento epistemológico para explicar mejor la realidad, o sea con más objetividad. En todos los casos es rechazar la esencia misma del nuevo espíritu científico.
De todo lo expuesto, no es utópico decir que estas consideraciones epistemológicas han penetrado en el pensamiento contable; afirmamos esto puesto que existen trabajos contables enmarcados dentro de esta epistemología. Uno de esos trabajos es de M. C. Wells. Para éste autor anglosajón, la contabilidad ha superado, el proceso de revolución científica en los años 40, y a partir de esa época empiezan salir a la luz diversas escuelas contables 9 que explican cada uno a su modo la matriz disciplinar, para luego convertirse en ciencia normal. En ese proceso, caracteriza a la contabilidad en tres categorías: (i) Las generalizaciones simbólicas, representadas por el método de la partida doble, los beneficios, clasificaciones de activos, etc.; (ii) Los compromisos compartidos, denotados por los principios de realización, empresa en marcha, etc.; y (iii) Los ejemplares, que vienen a constituir los diversos libros divulgados en un periodo “tn”.
Lakatos y los programas de investigación contable.
Frente a la polémica epistemológica protagonizadas por dos ilustres maestros, Karl Raimund Popper y Thomas Kuhn, a cerca de la falsabilidad de las teorías y los desplazamientos de paradigmas respectivamente, aparece el filósofo Imre Lakatos con sus programas de investigación, orientado a reconciliar aunque no de manera ecléctica éstas dos posturas. No obstante, Lakatos, forma parte de un grupo de epistemólogos post popperianos, no hay que olvidar que Lakatos fue discípulo de Popper; sin embargo, construyó sus argumentos independientemente de ambos epistemólogos.
Para Popper el progreso científico radica en aprender de nuestros errores y a través de ello conseguir el aumento de nuestros conocimientos. Es decir, al poner de manifiesto nuestros errores, nos hace comprender las dificultades del problema que estamos tratando de resolver y es así como se llega a adquirir un conocimiento más profundo y, a estar en condiciones de proponer soluciones más maduras.10 Consiguientemente, el objeto de la ciencia es la falsación de sus teorías y esto presupone por tanto el crecimiento del desarrollo científico por refutación de teorías.11 Bajo este contexto, la tesis popperiana se opone a los argumentos de Kuhn que hemos hecho referencia anteriormente, en ese sentido, el progreso científico popperiano es acumulativo y teleológico.
Bajo este contexto, Lakatos propone un nuevo perfil epistemológico basado en los programas de investigación. Coincide con Popper, en cuanto a su oposición a la hegemonía de las teorías sin críticas; Sin embargo, señala Lakatos, que éste se equivoca al demandar una refutación despiadada. En cuanto a Kuhn, considera que tiene derecho a no criticar una teoría que se desarrolla; pero comete el error de exceptuar a todo el campo. No obstante, Lakatos, acepta la tesis histórica de Kuhn, afirmando que “la filosofía de la ciencia sin la historia de la ciencia es vacía; la historia de la ciencia sin la filosofía de la ciencia es ciega.”12
En consecuencia, “un programa de investigación consiste en reglas heurísticas, unas de carácter negativo, en cuanto nos dicen que caminos de investigación hay que evitar, y otras positivas, toda vez que indican los caminos que hay que seguir.”13 Por consiguiente, pueden considerarse a éstos programas de investigación, como un conjunto de teorías relacionadas entre sí, y en proceso de desarrollo con dos componentes fundamentales: El núcleo duro y un cinturón heurístico.
Pero ¿Qué incidencia tiene esta postura epistemológica en el conocimiento contable? Responder esta pregunta, por tanto, será el cometido de los párrafos siguientes. Las primeras manifestaciones de la aplicación Lakatiana a la contabilidad, lo hace el insigne profesor Richard Mattessich. En efecto, para Mattessich existen tradiciones de investigación contable que adoptan algunas comunidades, mejor dicho, a partir del cual orientan sus investigaciones. Para ello, presenta “dos cuestiones en primer lugar, que en contabilidad como en cualquier otra disciplina, existen diferentes tradiciones de investigación que compiten ente si y no hay un único paradigma dominante, y en segundo lugar, que es el más importante, cada tradición de investigación constituye una red entera de elementos teóricos, y que de alguna forma compiten entre si, pero de una forma más moderada y secundaria […]” que deben evolucionar conforme se va superando el elemento teórico matricial.
Otro enfoque acerca de los programas de investigación lo presenta el profesor Leandro Cañibano. En su opinión, “los programas de investigación, en cuyo marco se han desarrollado las elaboraciones contables, son tres, que denomina legalista, económico y formal.”14
De todo lo explicado, podemos concluir que la contabilidad no es ajena a las posturas epistemológicas y filosóficas, más bien ésta se alimenta de ellas. Podríamos sugerir entonces que, esto es el verdadero quehacer de todo contador, solaparse con la ciencia y la epistemología para construir la ansiada teoría unificadora, pero lamentablemente muy pocos la conciben así. Si bien es cierto que este solapamiento es fructífero, no significa por el contrario, haber llegado al final de la investigación, de ninguna manera, es más bien un breve salto hacia la revolución científica, donde debemos estar siempre atentos.
IV. EN DEFENSA DEL CONTEXTUALISMO EPISTEMOLOGICO: Compartimentos Teóricos.
La visión del mundo y sus antinomias.
Empecemos por cuestionar la existencia de una sola noción y visión filosófica, o científica sobre la ciencia. Tanto el hombre común como el filósofo o el científico, entienden a su manera la concepción del mundo. A menudo, ambos se arriman, a ciertas posturas filosóficas e ideológicas, como por ejemplo, creer en la existencia de un ser extraordinario que creó todas las cosas (religión), o en la explicación científica de que el universo y por ende la vida se originó en el big bang (Materialista).
En general existe un hombre común que percibe la realidad diferente a la que el científico pueda percibirla. Y haciendo una analogía, también podríamos decir, que existe un Profesional Contable Común y un Profesional Contable Científico. Ambos tendrán concepciones diferentes y distantes de la contabilidad.
Veamos un ejemplo en un juego. Comparemos al hombre común con el principiante del juego de ajedrez, y al científico con el jugador experimentado. El principiante percibe que las piezas del juego son el rey, la reina, el alfil, etc y por tanto cada pieza es un simple muñequito que se mueve sobre el tablero, de una mera diferente al otro. Esta es la visión del hombre común sobre el juego de ajedrez.
El jugador avezado tiene otro concepto distante. El caballo, por ejemplo, es el conjunto de todas las movidas que son posibles para esta pieza en cada contexto del juego. Mover el caballo, entonces, no es pasar un muñeco de una casilla a otra, sino alterar en una forma integral las movidas posibles de esa misma pieza y de todas las otras que están sobre el tablero. En consecuencia, para él, cada pieza es un conjunto articulado de posibilidad de juego.
El jugador profesional, el avezado entre los avezados, llega a tener el concepto más rico de todos: las piezas en realidad no existen en si mismas, sino solo como puntos de mayor consistencia en un tablero dinámico que es una configuración total de movidas posibles. Por lo tanto, el juego consiste ahora en pasar de una configuración total a otra configuración total, no en mover una pieza de un lugar a otro. Vale decir que el principiante tiene un concepto atomista del juego (el juego como un conjunto de piezas) y por el contrario el jugador profesional tiene un concepto contextualista del juego, o sea el juego como una estructura.
En resumen, el contexto determina nuestro lenguaje y nuestra concepción del objeto. El ejemplo, que acabo de citar nos enseña que no es un problema de simples opiniones sino de lenguaje, es decir de contenido referencial. Y ese contenido se va nutriendo cada vez más si el investigador, se familiarice más y más con el contexto. Debemos entender también, que ese contexto no es estático, sino cambiante y mudable.
Por ello, me atrevo a decir que para el proceso de metateorización de la contabilidad del conocimiento, es ineludible encontrar el esperanto del contextualismo. Existe la posibilidad de que en el proceso de formalización del conocimiento contable se presenta ciertos aspectos cognitivos y no cognitivos, no por ello implica la inadecuada axiomatización del asunto, por el contrario sería el camino correcto para llegar a construir tal teoría. En simples palabras, debemos defender el contextualismo epistemológico, puesto que sería el vector epistemológico que empuje a la comunidad contable (científicos) a no dejar de lado los sistemas de referencia del contexto.
En conclusión, este concepto contextualista de la ciencia contable, es muy fecundo. El lenguaje y la ciencia son instrumentos en las manos del hombre, de ninguna manera son sistemas consagrados y por tanto intocables por la naturaleza. Debemos tener presente que la ciencia contable es un sistema global y estructurado, que se mueve con la historia y avanza por medio de la superación de contradicciones. Dar validez a los factores pragmáticos es de suma importancia, puesto que éstos constituyen los elementos que integran el contexto. En realidad, “una teoría pura del conocimiento que no tenga en cuenta el resultado de las ciencias empíricas operaría en el vació o degeneraría en un apriorismo dogmático”15 esto es, como la filosofía trascendental de Kant quien decía: Los pensamientos sin contenidos son vacíos, las intuiciones sin conceptos son ciegas Yo diría que la teoría contable sin ningún sistema contextual, sería como una hoja en blanco, esperando a que alguien escriba algo sobre ella, pero lamentablemente muchos de estos escritos son nada más que pura charlatanería.
Consecuentemente, en la totalidad se encuentra el verdadero esperanto de la razón. Pongamos un ejemplo sencillo: El contador experimentado no recurre a la revisión de cada uno de los asientos contables, cuando su balance no cuadra sino que lo realiza verificando primero lo estructurado, es decir su hoja de saldos y a partir de allí, procede al mismo estilo del método del cangrejo hasta encontrar o ubicar el error. Entonces lo complejo, lo construido, lo estructurado es inevitable, esto tiene siempre la iniciativa en el conocimiento, tal como nos señala Salazar Bondy, traductor de Bachelard: “no son las nociones simples sino las compuestas las que se muestran fecundas en el trabajo científico.”
El contexto contable
Los ensayistas que se han preocupado en hacer “teoría contable” han cometido un pecado original, de trabajar en forma aislada y cada uno a su manera; vale decir, según la inclinación ideológica y las influencias escolásticas, precisaron algunos conceptos y doctrinas, sumando así, algunos versos a la ya enmarañada literatura contable. Llegándose incluso, a un sin números de conceptos que confunden al propio investigador; muy bien convendría en parafrasear nuevamente a Lord Robbinson, quien decía que: “todos hablamos de los mismo, pero todavía no nos hemos puesto de acuerdo sobre qué estamos hablando”, de estas frases casi poéticas podemos sacar una lección: Cada ensayista habla de diferentes formas, creando una pluralidad de lenguajes dentro del concepto contable. Es decir que existen diversos lenguajes, para distintos usos, incluso para distintos propósitos.
El precio capital que se paga por esa pluralidad del lenguaje, es sin duda alguna, la aparición de contradicciones, lagunas o vacíos dentro del pensamiento contable. No podemos por lo tanto, aislarlo de un contexto preciso y emergente que han olvidado los ensayistas. En el acápite hemos visto un ejemplo sobre el contexto, en ese ejemplar, hay una pluralidad de conceptos; es decir que conforme se va profundizando el contexto, se encontrará un concepto más racional de lo que se está tratando. En ese sentido el lenguaje y la ciencia son instrumentos en las manos del hombre. Y dentro del contextualismo que estamos tratando de defender, la visión de la realidad no puede ser separada, hay varios aspectos a tomar en cuenta; por ejemplo, no puede haber una separación entre lo sintáctico y lo semántico, el concepto debe ser una totalidad.
En consecuencia, la ciencia contable no se da en el vacío sino en un contexto, justamente el contexto contable trata de varios aspectos, tales como: económico, político, cultural, psicológico y hasta biológico. Sintetizando lo antes mencionado, el contexto contable queda reducido a: Un aspecto social, conceptual, histórico y empírico. En suma se trata del contextualismo contable, por medio del cual interpretaremos el pensamiento contable como un sistema conceptual y no como un fragmento de la ciencia económica..
EL CONTEXTO CONTABLE COMO SISTEMA SOCIAL
FUENTE: Concepción propia del autor.
Hay otro contexto que se tiene que tomar en cuenta, esto es, la convergencia entre el contexto social y el cognoscitivo. Aquí también, saltará a la vista cuatro compartimentos; no obstante, el sistema social en este caso, se convierte en un subsistema en contraste con el primer contexto que hemos explicado en el párrafo anterior. En consecuencia, esta convergencia de lo cognoscitivo y lo social la llamaremos “contexto sistemático” que es un sistema más completo. Los compartimentos son: (i) El aspecto social, (ii) el aspecto empírico, (iii) lo conceptual y (iv) el aspecto histórico. Todos estos compartimentos coemergen e interactúan en el conocimiento contable.
El aspecto social tiene también incidencias culturales; pero no vamos a distraernos en las teorías sociales, tales como, el funcionalismo y el marxismo, dejémoslos para los sociólogos y filósofos; preocupémonos más bien del compartimento social. En efecto, todos somos partes de una sociedad, no importa si uno es científico o no, lo cierto es que estamos imbuidos en ella; vale decir, la investigación contable no puede darse sin un contexto social, pues éstos abarcan muchos grupos sociales, desde una comunidad contable hasta otros como proveedores, clientes, accionistas, etc. En cuanto al aspecto histórico también es de suma importancia. La actividad contable como investigación, no puede darse sin tener en cuenta el historicismo; es decir, que la actividad científica se da a lo largo de la historia, generando nuevas tradiciones paradigmáticas en que se basará alguna comunidad contable. Las dos últimas dimensiones compartiméntales (empírico y conceptual) son de naturaleza cognoscitiva.
EL CONTEXTO SISTEMÁTICO DE LA CONTABILIDAD
FUENTE: Concepción propia del autor.
En conclusión, el contexto sistemático es de carácter tetradimencional: T = {S,H,C,E}; es decir, los compartimentos que las componen interactúan entre si, impulsando el desarrollo de la metateoría. En otras palabras, constituyen el fundamento por medio del cual debe empezar la metateorización de la contabilidad del conocimiento.
V. FUNDAMENTOS PARA LA METATEORIZACION DE LA CONTABILIDAD DEL CONOCIMIENTO.
Los vectores epistemológicos
El conocimiento contable no puede ser estático sino dinámico; es decir transportable en el espacio y tiempo; por ejemplo, analicemos la naturaleza del capital: Este aún no deja de transformarse, desde que Karl Marx y Adam Smith se preocuparon en la teorización del capital, su adaptación a los cambios del contexto es inherente y necesario, conforme la ciencia y la técnica avanzan.
En consecuencia, el capital “es por naturaleza siempre inmaterial puesto que no es la materia lo que hace al capital sino el valor de aquella materia; el valor no tiene nada de físico”16 tenemos que ir, como decía Marx, más allá de la física para tocar a la gallina que pone los huevos de oro. Si así pensaban los clásicos ¿por qué entonces, seguimos insistiendo en la naturaleza estática del capital? Es una cuestión del contexto definitivamente, pero esa revolución en el capital se dará a instancias mayores en la medida que adoptemos una visión diferente y concurrente de nuestro pensamiento. Por lo tanto, “si el cambio al capital-conocimiento es real, significa que el capital en sí es cada vez más irreal, que se compone en su mayor parte de símbolos que representan nada más que otros símbolos…”17 y en donde la contabilidad, tiene que formalizar, mejor dicho matematizar para su real comprensión.
De este análisis del capital podemos decir que nos enfrentamos a un nuevo capital que no está compuesto por maquinarias, edificios, terrenos, etc. sino por un CAPITAL INTELECTUAL, un capital basado en la capacidad de su gente; entonces, el contador será gestor de conocimiento, siempre y cuando se adapte a los nuevos contextos.
Pero ¿Qué son los vectores epistemológicos?, trataré de definirla como las composiciones de fuerzas endógenas y exógenos que guían el desarrollo del conocimiento contable; cuya resultante es el accionar de la rigurosidad del pensamiento hacia su metateorización. Pero esto, también es transportable en el espacio y tiempo, o sea, existe una transposición de esos vectores en relación directa al avance de los programas de investigación que está inmerso la comunidad contable. En todo caso, la resultante es otro vector epistemológico, pero más riguroso y rico en conceptos lógicos, es decir es más racional y sistemático.
Una vez que hemos definido a los vectores epistemológicos, trataremos de explicar sus componentes y su constitución. En lo que respecta al primero, se componen de (i) una metodología, (ii) de instrumentos y técnicas, (iii) de una matriz básica y (iv) de un cinturón centinela. No explicaremos cada uno de estos componentes, porque es tácitamente comprensivo. En cuanto a su constitución partiremos del siguiente grafico:
CONSTITUCIÓN DE LOS VECTORES EPISTEMOLÓGICOS
FUENTE: Concepción propia del autor
En el gráfico podemos ver la concurrencia de cuatro vectores: en donde “F” viene ser el vector formal, “S”el vector sustancial, “C”el vector condicionante, “E”el vector causal y, “R”representa el vector resultante. Todos ellos, convergen en el punto “P” a la que llamaremos concurrencia del pensamiento contable. En este centro, el sistema de vectores actúa con fuerzas independientes los unos con los otros, de tal forma que provocan una transposición y que en este caso, vendría hacer el vector “R”, o sea, la resultante de las fuerzas compartiméntales de los vectores.
Pero ¿qué significa todo esto?, es muy simple, el conocimiento contable esta sujeta a cuestiones culturales, sociales y económicos, estos son los llamados impulsores no cognoscitivos, como es la comunidad contable; pero también hay impulsores o fuerzas cognoscitivas a los que yo llamo vectores epistemológicos, pues bien, todo pensamiento nunca puede estar fuera de un contexto, por ello hay tres aspectos a tomar en cuenta: la comunidad contable, la sociedad y los paradigmas en las cuales se guían los investigadores. Sobre ellas, actúan los vectores que hemos mencionado, cada uno ejerce una fuerza sobre el pensamiento. El vector formal, busca la axiomatización del pensamiento contable, como pueden ser a través de ecuaciones, semántica lógica, reglas, etc. es decir, ejerce una fuerza axiomatizadora del sistema contable. En cuanto al vector sustancial, podemos decir que busca la interpretación del pensamiento contable, basándose en nuevas categorías, principios, etc. El vector condicionante son aquellos que “condicionan el pensamiento” y pueden ser de carácter cultural, económico o psicológico. El vector causal viene hacer el conjunto de todas las circunstancias cuya presencia determina necesariamente el efecto. Y por último está el vector resultante, quien tiene el concepto más nutrido de todos, puestos que las fuerzas ejercidas en el sistema recaerá en él, pero también constituye una aproximación a la racionalidad teórica del pensamiento contable.
Teoría de la convergencia.
Primeramente aclaremos el término de METATEORIZACIÓN, ¿Qué significa esto? Para responder, es necesario dar una pincelada aunque sea a groso modo, lo que es la teoría. Pues bien una teoría es un conjunto de enunciados verdaderos (o falsos) sobre un objeto determinado, es decir, sobre individuos y relaciones que existen entre éstos. Se puede decir que una teoría es un lenguaje sobre un universo: T = < L,U >. Pero una teoría T a su vez se puede convertir en objeto de investigación. La teoría T1 que habla de la teoría T se llama metateoría de la teoría T, cuya teoría, en este contexto, se convierte en la teoríaobjeto. El objetivo del trabajo científico es la búsqueda de teorías ciertas.
Por lo tanto cuando nos referimos a metateorización de la contabilidad del conocimiento (pensamiento contable) estamos aceptando los subsistemas teóricos que hay que sistematizar para hablar recién de una teoría propiamente dicha. Vale decir, de los varios estadios preteoréticos que existen en la contabilidad por lo menos hay algunos que pueden ser sistematizados, mejor dicho pueda servir de metateoría para una teoría más general. Entonces, la metateorización del pensamiento contable, será a partir de los estadios “primitivos” a los estados de sistematización.
Nos confirma esta tesis que estamos tratando de defender, la evolución del objeto contable realizadas por las diversas escuelas, sabemos según la exploración cualitativa que me he permitido, que no hay escuelas autosuficientes. Es decir, las escuelas se solapan con algunos postulados los unos a los otros. De ello, me atrevo a decir, que debemos metateorizar la contabilidad a partir de la revisión dialectizada de los estadios preteoréticos.
METATEORIZACION DEL PENSAMIENTO CONTABLE
FUENTE: Concepción propia del autor.
De los modelos teoréticos podemos construir metateorías que al final de cuentas puedan ser objetos de estudio de una teoría más general, lo que pretendo decir, es que para alcanzar el estatus de cientificidad de la contabilidad se deberá pasar primero por la metateorización para alcanzar una teoría unificada; pero esto es posible solamente con la teoría de la convergencia contable que estoy tratando de concebir. Todas las ciencias, o familias de ciencias se convergen con otras ciencias, la contabilidad no puede ser la excepción. Claro que para manifestar esto, se debe tener en cuenta algunos principios convergentes o teóricos.
Toda ciencia sino quiere llegar a la extinción debe solaparse con otras ciencias vecinas, en ese sentido no hay ciencia aislada, sino fijémonos no más en la “…amplitud y originalidad de las transformaciones que se están produciendo en las ciencias humanas y sociales, bajo la influencia de las más recientes corrientes del pensamiento matemático moderno.” 18 Todo esto, nos hace ver que inclusive las ciencias blandas se solapan con las ciencias formales. No seria raro, que hablaríamos por ejemplo, de ecoauditoría, de contafilología, de contalogía, la geocontalogía, etc.
Otros ejemplos más claros que explican y confirman el solapamiento de las ciencias son las que a continuación enunciamos: La astronáutica es una ciencia interdisciplinaria, porque abarca la física, astronomía, matemáticas, química, biología, medicina, electrónica y meteorología. La biofísica, es otro caso parecido, porque estudia los fenómenos biológicos mediante el uso de los principios y las técnicas de la física. La bioquímica, que es el estudio de las sustancias presentes en los organismos vivos y de las reacciones químicas en las que se basan los procesos vitales. Y así, tenemos una cantidad de ciencias solapadas con otras ciencias, tales como, la fisiología, la psicofísica, la bioingeniería, la geoquímica, la geografía humana y La edafología quien se sitúa en la encrucijada de las ciencias de la Tierra y de la vida y es fundamental para la conservación del medio ambiente natural. En fin, tenemos muchos más ejemplos al respecto que confirman el solapamiento de las ciencias.
Bajo este contexto, la contabilidad también se debe solapar con algunas ciencias vecinas, pero eso solo es posible con una teoría, a la que llamaré teoría de la convergencia contable. Me explico, una teoría convergente es un conjunto de modelos teoréticos de otras ciencias que se puedan aplicar sin ninguna contradicción y ambigüedad al quehacer contable. Acá, han fallado muchos teóricos de la contabilidad al estudiarla aisladamente de un contexto sistemático. La contabilidad, por tanto debe convergerse con la economía, la administración, la psicología, la ecología, etc. pero veamos, un caso especial; es decir, cual cómo sería la convergencia de la contabilidad, la economía y la administración. Veamos pues, lo que sucede con esta tríada disciplinar.
RESULTADO DE LA TEORIA DE LA CONVERGENCIA
FUENTE: Concepción propia del autor.
Hay tres conjuntos disciplinares, el primero lo llamare “C” que equivale a decir Contabilidad; el segundo, “E” para designar a la economía y “A” para la administración. Hallemos a través del álgebra de conjuntos, las siguientes relaciones:
- C ∩ A = Contabilidad gerencial.
- C ∩ E = Economía de empresa.
- C ∩ A ∩ E = Ciencia Empresarial.
- (iv) C U A U E = Φ (vacío)
De las relaciones encontradas, podemos ver que la contabilidad gerencial es el solapamiento de la contabilidad y la administración. Por tanto, no nos debe extrañar que, la contabilidad use algunos fundamentos teóricos de la administración.
La intersección de la contabilidad y la economía, da como resultado la economía de empresa. Trata de un tema no muy desconocido por la contabilidad, como es, la toma de decisiones; vale decir, maximizar las ganancias o resultados de la empresa. Dicho de otro modo, la economía de empresa trata acerca de cómo es posible que la ganancia sea más grande.
Por último, la convergencia de las tres disciplinas, a la que llamé tríada disciplinar, dará como resultado una nueva visión empresarial, por no llamarle una nueva ciencia; se trata de la ciencia empresarial. No se trata de unir las tres disciplinas, sino de converger; mejor dicho es una intersección de los aspectos o elementos comunes, por ello la unión de las tres disciplinas es ad absurdum una ilusión perdida. No debemos confundir unir con intesectar, son dos cosas distintas; porque si uniésemos las tres disciplinas sería contraproducente con el objeto o campo de acción de una ciencia y eso, no es mi objetivo por supuesto. Por algo, en una de las relaciones halladas la unión a que hago referencia es nula, o sea, vacía. (C U A U E = Φ)
Esto no significa que la contabilidad tenga solamente estos solapamientos, por el contrario hay otros solapamientos con otras ciencias. Por ejemplo, con la psicología, la ecología, la matemática, la historia, etc. Hoy en día se debe construir puentes epistemológicos entre una y otra ciencia, la contabilidad no debe ser ajena a esa construcción si no quiere llegar a extinguirse. Toda ciencia, cualquiera sea su naturaleza debe ser interdisciplinaria de lo contrario será considerada como solipsismo y por ende será absorbido por una ciencia, que tiene una “gravedad” más grande. De nosotros depende que, la contabilidad adquiera esa “masa” teórica capaz de atraer a cualquier disciplina vecina que se acerque. Y no ser nosotros el que, seamos atraídos y absorbidos por otros.
En resumen, lo que trato de poner en claro, es que la contabilidad como cualquier otra ciencia debe construir puentes disciplinares con otras ciencias. Por ejemplo, un contador que se ocupe solamente de las cuentas y del balance o los resultados de las mutaciones de las cuentas, estaría perdiendo un sistema de referencia esencial que es el contexto social; o sea, los grupos que requieren la información, las políticas que norman o prescriben la doctrina y aquellos que dan valor agregado a la información.
Por lo tanto, la contabilidad debe tener un puente epistemológico con la sociología, la psicología, las matemáticas y la politología. No será extraño, entonces, que los programas de investigación contable sean más interdisciplinarios. No nos extraña que en un futuro mediato, la contabilidad este investigando aspectos de la vida social, el medio ambiente, el comportamiento y la vida útil del ser humano; o sea, una antropocontalogía, por llamarlo así. En conclusión, lo que debemos rescatar de la construcción de puentes epistemológicos es la visión no menguada de la contabilidad, sino tener una visión sistémica, que a la vez es compleja, pero se irá abriendo cada vez más nuevas ramas multidisciplinares; ese será el reto que tendrá que afrontar el contador del futuro.
VI. CONCLUSIONES
- La epistemología y la filosofía son sendas que deben ser matizados con la contabilidad, puesto que es el único camino viable en donde la razón y la experiencia encuentren su eficacia. Asimismo, nos abrirá un camino reflexivo, para la sistematización del conocimiento contable. Gran influencia tuvieron, por ejemplo, Karl Popper con su teoría falsacionista, Thomas Kuhn con su epistemología histórica, Lakatos, con sus programas de investigación y recientemente Bunge, con su realismo crítico. Por lo tanto, el contador no debe ser ajeno a estas posturas epistemológicas, así como, la comunidad contable quien es la responsable de promover éstas categorías.
- La contabilidad en su devenir histórico no ha tenido un sistema de referencia concreto, o sea, no tiene un modelo teorético que le permita insertarse dentro de una teoría general; por ello, defender el contextualismo es ineludible, porque actúa como un sistema de referencia que abarcan conceptos racionales. Y esto permitiría la construcción teórica.
- Este concepto contextualista de la contabilidad, es muy fecundo. El lenguaje y la ciencia son instrumentos en las manos del hombre, de ninguna manera son sistemas consagrados y por tanto intocables por la naturaleza. Debemos tener presente que la ciencia contable es un sistema global y estructurado, que se mueve con la historia y avanza por medio de la superación de contradicciones. Dar validez a los factores pragmáticos es de suma importancia, puesto que éstos constituyen los elementos que integran el contexto. En realidad, “una teoría pura del conocimiento que no tenga en cuenta el resultado de las ciencias empíricas operaría en el vació o degeneraría en un apriorismo dogmático” esto es, como la filosofía trascendental de Kant quien decía: Los pensamientos sin contenidos son vacíos, las intuiciones sin conceptos son ciegas Yo diría que la teoría contable sin ningún sistema contextual, sería como una hoja en blanco, esperando a que alguien escriba algo sobre ella, pero lamentablemente muchos de estos escritos son nada más que pura charlatanería.
- Para el proceso de metateorización de la contabilidad del conocimiento es necesario en primer término, concebir el contexto contable que estaría integrada por los contenidos siguientes: (i) biológico, (ii) Cultural, (iii) Político y (iiii) Económico.
- En segundo lugar, se debe adoptar a lo que llamaremos el “contexto sistemático” que es un sistema más completo. Los compartimentos son: (i) El aspecto social (éste se convierte en este punto como un subsistema de referencia), (ii) el aspecto empírico, (iii) lo conceptual y (iv) el aspecto histórico. Todos estos compartimentos coemergen e interactúan en el conocimiento contable. Simbolizando este contexto, diríamos que es tratadimensional: T={S,E,C,H}
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