Contabilidad y las cuentas: funcionamiento personalista

La cuentas son el medio indispensable para anotar y posteriormente conocer la situación económica y financiera de la empresa formando parte esencial de una ciencia y una tecnología, la contabilidad. Dotar de personalismo a éstas es causa primaria para garantizar la constitución y la coherencia de la ciencia y permitir su uso y cumplir su cometido en el mundo de los negocios como artilugio que informa de la gestión de la empresa.

La contabilidad financiera objeto de trato, es normativa los gobiernos legislan sobre su adecuado funcionamiento y velan por su cumplimiento, su naturaleza obligatoria, obliga a que cada cuenta tenga una función concreta y ésta se encuentre definidas, esta visión es jurídica, pero no económica. Para apreciar esa visión económica que las cuentas nos ofrecen como si de personas o individuos se tratasen en su funcionamiento analizaremos un hecho contable genuino, las cuentas que intervienen, estableciendo una interrelación tan peculiar que hace manifiesta ese personalismo funcional que las cuentas poseen y que determinará la naturaleza de ésta en base a su personalismo y la función que debe desempeñar en ésta ciencia con el objeto de ser leales al principio básico de ésta, la imagen fiel, y por consiguiente su pertenencia a un resultado de explotación, financiero o extraordinario en la aplicación práctica.

La situación que se plantea es la siguiente:

Partiendo del concepto de contabilidad definida como el conjunto de conocimientos cuyo uso permite conocer la situación económica y financiera de la empresa, así como el resultado de la gestión empresarial reflejando la imagen fiel de la misma e informando de la gestión empresarial a los usuarios de la contabilidad. La contabilidad como ciencia y tecnología permite conocer la situación de la empresa derivada de su actividad, entendiendo por situación todos datos cualitativos y cuantitativos que proporciona y deriva de ésta ciencia y tecnología. Al ofrecer datos cualitativos y cuantitativos e información de diferente naturaleza general de la empresa ( financiera y no financiera …etc.), permite conocer todo dato no solo explicito sino también implícito. Entendiéndose por ello que la contabilidad no es un mero artilugio cuantitativos, sino que nos da información de las operaciones que ocurren en ella, en términos de actividad, de vivencia de la propia contabilidad, podríamos hacer analogía comparando la contabilidad financiera con respecto a un electrón , cuyos protones y neutrones detallan un campo elíptico perfecto y preciso versus contabilidad como un artilugio que permite conocer la actividad diaria de la empresa, es decir la vida diaria de la misma. Todo ello nos lleva a la necesidad que la propia contabilidad tiene que sus cuentas actúen con personalidad funcional propia y que con ello permita conocer la actividad económica y financiera de la misma. Por todo ello el asiento antes presentado es ejemplar para explicar ésta situación. El primer acontecimiento que nos proporciona información (derivado de la primera cuenta) es la reparación, es decir, vamos a dedicar un gasto para reparar un elemento de nuestra empresa. El segundo (derivado de la segunda cuenta) se produce la dotación como acontecimiento presente porque dicho acontecimiento tiene lugar ahora y posible, en cuanto que la reparación puede o no puede producirse en el futuro (principio de prudencia).Al aplicar la dotación estamos observando que existe un acontecimiento ocurrido en la empresa que es el deseo de que desaparezca ese gasto potencial que había tenido lugar. El hecho es que deseamos que dicha dotación desaparezca no implicando por una parte ningún consumo de activo es decir ningún gasto, ya que hablamos de ingresos y por consiguiente de incremento de activo, no gasto, y por otra parte no puede ser reflejado como un ingreso de explotación, ya que éstas indicaría que la empresa ha desarrollado una actividad económica, cuando la realidad es que no, es decir que no es de explotación. Por otra parte tampoco puede ser un ingreso financiero, ya que no se deriva de ningún acontecimiento que deba de ser considerado de naturaleza financiera. La única opción posible es el ingreso extraordinario, lo hacemos porque deseamos que dicha situación suceda de forma premeditada pero excepcional.

La base de todo el razonamiento se encuentra en considerar las cuentas como personas, realidad que refleja una situación económica, es decir acontecimientos explícitos e implícitos y financieros. Por todo ello el principio y la omega de todo esto es la imagen fiel de una entidad reflejando fielmente la situación económica y financiera de ella llegamos a la conclusión que la forma de actuar el contable ante el hecho, la forma del hecho contable en sí, no puede ser otra que extraordinario, en base al personalismo de las cuentas, que encuentra su fundamento en las propias cuentas, en el hecho contable, en los principios y en la definición de contabilidad.

Monografía:

Apuntes de contabilidad financiera del área de conocimientos de contabilidad de la Universidad Pablo de Olavide.

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Blazquez Rueda Manuel Ricardo. (2007, marzo 16). Contabilidad y las cuentas: funcionamiento personalista. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/contabilidad-y-las-cuentas-funcionamiento-personalista/
Blazquez Rueda Manuel Ricardo. "Contabilidad y las cuentas: funcionamiento personalista". gestiopolis. 16 marzo 2007. Web. <https://www.gestiopolis.com/contabilidad-y-las-cuentas-funcionamiento-personalista/>.
Blazquez Rueda Manuel Ricardo. "Contabilidad y las cuentas: funcionamiento personalista". gestiopolis. marzo 16, 2007. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/contabilidad-y-las-cuentas-funcionamiento-personalista/.
Blazquez Rueda Manuel Ricardo. Contabilidad y las cuentas: funcionamiento personalista [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/contabilidad-y-las-cuentas-funcionamiento-personalista/> [Citado el ].
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