Consecuencias sociales de las nuevas tecnologías de la comunicación

1. Introducción

Referirse a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, expresar fascinación por sus alcances y potencialidades, y hacer uso de ellas en múltiples momentos y espacios de nuestra actividad cotidiana se ha convertido, prácticamente sin que nos percatemos, en una constante.

Sobre todo durante los últimos años, pareciera que su influencia se deja sentir a cada paso en forma casi mágica.

Los estudios son especialmente relevantes en un período de transición, cuando se producen profundos cambios económicos y tecnológicos en el ámbito mundial, con consecuencia sociales, políticas y laborales de largo alcance. Las nuevas tecnologías están alterando y pueden alterar aún más las relaciones entre gobiernos y ciudadanos como entre empleadores y emplead La tercera revolución tecnológica significa un cambio de paradigma.

La información es el rasgo esencial y materia prima básica. Su importancia reside en su capacidad para colocar en red conocimientos e innovaciones tecnológicas, facilitar su interconexión y reforzamiento mutuo, y transformarlos en procesos de información que multiplican el impacto específico de cada tecnología.

Las sociedades en la actualidad se caracterizan por poseer flujos diversos y abundantes de información y comunicación. Un escenario poblado de imágenes, íconos, figuras que provienen de diversas latitudes y que obligan a una resemantización de diálogos, de percepciones, del sí mismo, de conocimientos, y que señalan que ya no alcanzan los conocimientos que poseíamos de antaño acerca de la comunidad y del entorno inmediato. En un siglo hemos pasado del aparato radiofónico que nos permitió escuchar voces de entornos alejados, a la cinematografía en blanco y negro, al color, a los efectos especiales y a los personajes creados por computadoras; de las quasi primeras imágenes de la TV que mostraron el alunizaje del hombre a la instantaneidad de las noticias e imágenes de los acontecimientos mundiales. Las diferencias de percepción, recepción y procesamiento de la información repercuten entre diversos grupos de personas de distintas edades. La dinámica entre las personas y las instituciones o la interacción entre los seres humanos y sus obras ha dado consecuencias de diferentes magnitudes. En términos pedagógicos o mejor borgeanos se puede decir que la circularidad es el acercamiento a lo infinito. Un proceso puede ser causa o consecuencia según el momento que hagamos para conceptualizarlo y sintetizarlo. A diferencia de la comunicación convencional como la que ofrecen la televisión y la radio tradicional los nuevos instrumentos permiten que sus usuarios sean no sólo consumidores sino también productores de sus propios mensajes.

Los términos «comunicación», «información» «conocimientos» son hoy en día obligatorios dentro de los ámbitos científicos, como en el mundo empresario y hasta en la vida cotidiana. Los seres humanos han sido siempre artífices de las comunicaciones, o agentes activos a través del lenguaje, desde la tradición oral a la Internet se ha tratado de explicar, de comprender como varones y mujeres se comunican, trasmiten conocimientos, cómo cambia su entorno, y cómo se cambian a sí mismos. Mediante el lenguaje registran sus pensamientos, recuerdan el pasado, asimilan, forman y nominan situaciones de las sociedades y proclaman deberes y derechos. A lo largo del siglo XIX confluyen dos fenómenos que colocan a lo que hoy denominamos «sociedad de la información» en amplitud: la extensión de la «escuela pública» y la propagación de la prensa escrita en su doble función de trasmitir información y formar opinión pública a la vez que se extendió el campo ideológico y político mediante la democracia. Estas situaciones están cambiadas por lo que se considera la entrada en escena del «hombre electrónico» o la comunicación electrónica basada en la digitalización.

Hoy el caudal de la información se materializa mediante la Internet, o de la Red de Redes. La Sociedad de la Información ofrece abundancia de contenidos justamente por la propagación de la Internet, posibilidades de comunicación y de intercambio entre personas de todo el mundo. La época es –de la gran velocidad y de la intensidad de los cambios- donde la información y la comunicación se han constituido en los bienes más preciados. Esta nueva realidad puede definir como «sociedad de la información o era de la comunicación». El eje articulador de los cambios es «el proceso de globalización o mundalización», que significa el achicamiento del mundo por la erosión de las fronteras y la reconfiguración de los ejes de decisión. De allí que en la bibliografía sobre comunicación, Internet y nuevas tecnologías se menciona el término y la imagen divulgado a través de McLuhan de la «aldea global» refiriéndose a los asuntos que tenían alcance local que se tornarían globales.

En la base del desarrollo global se encuentra la «convergencia» de la microelectrónica, las computadoras y las telecomunicaciones. Esta convergencia se refiere a la sustitución de los canales que venían operando de manera diferenciada: la telefonía, el fax, la televisión, los reproductores musicales por la transmisión de la información digital vía interfaces (switches), un sistema de traducción para que puedan comunicarse computadoras configuradas de manera diferente. El exponente paradigmático de estas tecnologías es la Internet o la red de redes de computadoras conectadas entre sí a través del mundo, que ofrece servicios de comunicación: el correo electrónico, las teleconferencias, los bancos de datos, los boletines electrónicos y especialmente –por la multiplicación actual- de la posibilidad de ofrecer información al conjunto de la red, o las páginas WEB. Internet se convirtió en un sistema descentralizado, horizontal que puede movilizar cualquier cantidad de información, de manera bi o multidireccional y con un gran potencial para la interactividad, de allí que se la presente como una telaraña.

La Sociedad de la Información es entonces un fenómeno originado por medio de las nuevas tecnologías, de principios, organizaciones, instituciones que permiten hablar de un «nuevo modo de producción». (Castells, 1999). A la vez que esa sociedad es portadora de nuevos riesgos y oportunidades para el desarrollo humano.

Las características de esta sociedad de la información se presentan como:

  1. un fenómeno exuberante por la gran cantidad de datos;
  2. con la omnipresencia, porque existe un nuevo escenario que obliga a cambiar constantemente contenidos tanto en lo ideológico, en lo político, en lo cultural como en las vidas privadas;
  3. por la irradiación ya que las barreras geográficas se han difumado y las distancias físicas se tornan relativas en comparación con un pasado reciente;
  4. por la multilateralidad/centralidad porque hay mensajes de procedencias diversas pero prevalecen los contenidos diseñados en la metrópolis culturales;
  5. por la interactividad / unilateralidad, ya que todos podemos ser autores de nuestros propios mensajes y responder a los contenidos que otros nos ofrecen;
  6. por la desigualdad, ya que la concentración de la Internet y la difusión de la sociedad de la información y el conocimiento sigue siendo un privilegio de los países centrales;
  7. por la heterogeneidad, ya que en la red existe de todo y no solo contenidos científicos, por el contrario suelen abundar los banales;
  8. por la desorientación, ante el cúmulo de información los/las usuarios/as suelen marearse, «se necesita formación, capacitación» para detectar los contenidos del conocimiento;
  9. de esta forma la red ha generado masas pasivas más que activas, en tanto consumidores más que emanadotes de contenidos; (Trejo Delarbe, Raúl 2001),
  10. aún no se ha producido «la democratización de la Internet».

La gran cantidad de transformaciones recientes, -en la última década- permitió por medio de varios procesos simultáneos e independientes una reducción de los costos para la trasmisión y del equipo computacional, o la sustitución de tecnologías analógicas por las digitales que dieron lugar al desarrollo e innovación de la industria de las comunicaciones, de la información, de la radio, de la teledifusión en un todo integrado: información, comunicación y entretenimiento por el que se combina el procesamiento de imágenes, sonido, textos y datos en transmisiones simultáneas a cualquier punto del planeta. Al alcance global de este proceso que incide sobre la organización económica e industrial, sobre la vida cultural, del consumo y de diferentes servicios, entre ellos la salud y la educación se lo denomina extensión de la sociedad del conocimiento. El conocimiento es un valor o un factor clave en las relaciones socioeconómicas que se establecen entre sociedades, organizaciones y países.

Con respecto a los aspectos económicos de estas transformaciones se introdujo el concepto de nueva economía para señalar que las empresas conjuntamente con el nuevo sistema electrónico funcionarán a corto plazo con la Internet y no solo eso sino que la organización interna de las empresas, las relaciones con otras empresas genera –nueva organización y nueva sociedad-. La nueva sociedad es una sociedad de individuos en la que se están disolviendo las instituciones sociales tradicionales, en las que se generan diferentes formas de relaciones sociales; una sociedad que en el siglo XXI deberá sostenerse mediante redes en las que funcionen valores de ética, de solidaridad y de humanismo y que recupere la solidaridad entre las personas y menos de las instituciones y/o de los micro poderes derivadas de ellas

En la actualidad se puede definir como evaluación social de la tecnología al conjunto de los procedimientos diseñados para favorecer la participación de la sociedad en los procesos relacionados con el desarrollo científico y tecnológico, los medios puestos para aprehender y comprender su alcance y sus usos potenciales, y para evaluar sus consecuencias económicas políticas y sociales a corto y largo plazo (Valenduc y Vendramin, 1999.

La evolución del concepto de evaluación social de la tecnología o evaluación tecnológica puede describirse a través de sus funciones principales:

• Proveer recursos y ayuda en la toma de decisiones sobre políticas de I+D.
• Analizar los procesos de creación de tecnología y las condiciones concretas de su aplicación, en particular las innovaciones generadas y su impacto sobre la organización del trabajo y de la sociedad.
• Desarrollar una aproximación social integradora, incorporando todas las dimensiones del hecho tecnológico y tomando en cuenta los intereses de todos los actores, económicos y sociales.
• Promover la investigación prospectiva adaptada a las necesidades y expectativas de la sociedad a diferentes niveles: ramas industriales, regiones, países, etc.
• Poner en evidencia las alternativas a las opciones tecnológicas y a las orientaciones de las políticas de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I).
• Proponer métodos para resolver las controversias relacionadas con la ciencia y la tecnología. Controversias que ya no son consideradas barreras sino formas de manifestación de la dinámica social frente a las opciones tecnológicas.
• Informar y formar a los actores sociales para elevar el nivel del debate público sobre ciencia y tecnología

La tecnología se propone mejorar u optimizar nuestro control del mundo real, para que responda de manera rápida y predecible a la voluntad o el capricho de la sociedad, aunque no siempre sea en su beneficio. La tecnología es también la provincia de la industria y de la empresa comercial; para nada sirve si sus productos no responden a las necesidades de los consumidores.

Tradicionalmente la tecnología ha progresado por el método empírico del tanteo. La tecnología ha estado a la vanguardia en muchos campos que posteriormente adquirieron una sólida base científica. Se dice que los efectos la tecnología constituyen un «impacto». La tecnología derrama sobre la sociedad sus efectos ramificadotes sobre las practicas sociales de la humanidad, así como sobre las nuevas cualidades del conocimiento humano.

Los beneficios que trae consigo la tecnología moderna son muy numerosos y ampliamente conocidos. Una mayor productividad proporciona a la sociedad unos excedentes que permiten disponer de más tiempo libre, dispensar la educación y, de hecho, proseguir la propia labor científica. Todos nosotros necesitamos alimentos, vivienda, ropa, etc. Cuando quedan satisfechas esas necesidades básicas y la tecnología empieza a proporcionar beneficios cada vez más triviales, es cuando surgen esencialmente los problemas.

Si consideramos la situación actual de los países desarrollados, vemos que la gente o parece más feliz que en el pasado, y a menudo tampoco tiene mejor salud. Los desechos ambientales que produce la tecnología han creado nuevas formas de enfermedades y fomentado otras. El propio trabajo es hoy más monótono y decepcionante. El ser humano necesita realizar algo que estimule su cerebro, su capacidad manual y también necesita variedad.

La industria de base tecnológica ha dislocado la familia. Por ejemplo, el hecho de tener que dedicar mucho tiempo al transporte separa a menudo a un padre de sus hijos. La sociedad tecnológica tiende también a separar a la madre del niño pequeño. La facilidad de las comunicaciones incita a los hijos a irse muy lejos, y la familia ampliada a dispersarse más.

Además de todo esto, a consecuencia de todo esto, se debilita la transmisión cultural de las técnicas (por ejemplo, la cocina, la educación de los niños, etc.) y los pedagogos tienen que intentar colmar esta laguna.

Normalmente, las sociedades están integradas por grupos coherentes en las cuales se reconoce la identidad personal y se ejercen presiones para coartarlos actos antisociales.

Si están demasiado aislados, estos grupos se vuelven opresivos. En un primer momento, los efectos de la facilidad de las comunicaciones parecen beneficiosos, porque liberan a la gente de las presiones locales, pero al persistir esta tendencia, se quedan a menudo aislados.

Es indudable que la tecnología ha servido para que las guerras sean mucho más calamitosas todavía, ya que afectan a todo el mundo, y no solamente a los civiles sino también a los neutrales y a los pueblos primitivos. La violencia y la delincuencia también se deben simplemente a la tecnología; por lo que podríamos considerar la tecnología como uno de los problemas más grandes de la sociedad actual, ya que la delincuencia es uno de los problemas más abrumadores y que mas afecta a la sociedad actual.

Johannes Von Neumann, preguntó en un articulo de la revista Fortune: «¿Podremos sobrevivir a la tecnología?»

2. Repercusiones de la tecnología en la sociedad

En toda la historia de la humanidad, el hombre a procurado garantizar y mejorar su nivel de vida mediante un mejor conocimiento del mundo que le rodea y un dominio más eficaz del mismo, es decir, mediante un desarrollo constante de la ciencia.

Hoy en día, estamos convencidos de que una de las características del momento actual es la conexión indisoluble, la muy estrecha interacción y el acondicionamiento mutuo de la sociedad con la ciencia.

La ciencia es uno de los factores esenciales del desarrollo social y está adquiriendo un carácter cada vez más masivo.

Al estudiar los efectos de la ciencia en la sociedad, no se trata solamente de los efectos en la sociedad actual, sino también de los efectos sobre la sociedad futura. En las sociedades tradicionales estaban bien definidas las funciones del individuo, había una armonía entre la naturaleza, la sociedad y el hombre.

Ahora bien, la ciencia trajo consigo la desaparición de este marco tradicional, la ruptura del equilibrio entre el hombre y la sociedad y una profunda modificación del ambiente. Aunque no debemos culpar directamente a la ciencia.

Los progresos de la ciencia han sido muy rápidos en los países desarrollados; en cambio, en los países subdesarrollados su adquisición es tan lenta que cada día la diferencia entre dos tipos de países se hace más grande. Dicho retraso contribuye a mantener e incluso a agravar la situación de dependencia de los países subdesarrollados con respecto a los desarrollados.

3. Nuevos retos comunicativos ante las nuevas tecnologias de la comunicación

La comunicación es consustancial a la empresa e imprescindible para su buen funcionamiento. Se hace preciso aprender el metabolismo informacional, es decir, cómo la empresa se nutre de la información, y cómo se vale de las nuevas tecnologías de la comunicación para establecer su plan de comunicación interna.

La incorporación de las nuevas tecnologías informáticas y telemáticas precisa modificaciones estructurales, organizativas y comportamentales, que exigen políticas realistas de inversión, de formación y de competitividad a corto, medio y largo plazo. Las tecnologías de la información no sólo han cambiado la naturaleza de los mercados y la competencia, sino el comportamiento dentro de las empresas, derribando las barreras geográficas y temporales, aplanando las estructuras organizativas.

El diseño empresarial va cambiando y se permite apreciar que se puede llegar a modificaciones decisivas en la estructuración del trabajo. Las posibilidades de la moderna informática y la comunicación obliga a una nueva distribución en la estructura de la empresa

Esta mejora en la gestión de conocimiento ha creado una nueva cultura corporativa. La cultura es quizás el obstáculo más difícil de salvar para los gestores del conocimiento. Expertos demuestran que la gestión del conocimiento funciona bien en las empresas donde los empleados son curiosos y confiados. Si bien, he dicho antes que el apoyo de la alta dirección es fundamental en la implantación de las nuevas tecnologías, en la formación del personal, en inculcar una nueva cultura de participación, no hay que olvidar la actitud de los empleados, ya que, en las compañías donde los trabajadores temer ser despedidos, la gente se niega a compartir la información. Por tanto, la tarea es doble.

4. Bibliografía

SIMIANI, Mariano (1997). Intranets, empresa y y gestión documental. Madrid: Mc Graw Hill.
BARRANCO, Francisco Javier (1999). Planificación estratégica de Recursos Humano. Del márketing estratégico a la planificación. Madrid: Pirámide
MARTIN-BARBERO, JESÚS. 1983. Informe Final del Simposio sobre el Impacto Cultural, Social y Económico de las Nuevas Tecnologías de la Información. UNESCO. Roma.
«Nuevas Tecnologías: América Latina y la Comunicación». II Parte en Chasqui, No.10, CIESPAL, Quito.

En Internet:

http://www.ilo.org/sector/lang–en/index.htm
http://www.oei.es/cts2.htm

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Veracoechea Francisco. "Consecuencias sociales de las nuevas tecnologías de la comunicación". gestiopolis. octubre 22, 2002. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/consecuencias-sociales-de-las-nuevas-tecnologias-de-la-comunicacion/.
Veracoechea Francisco. Consecuencias sociales de las nuevas tecnologías de la comunicación [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/consecuencias-sociales-de-las-nuevas-tecnologias-de-la-comunicacion/> [Citado el ].
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